—Decía vigilar la Tierra por la eternidad, y ahora parece buscar su destrucción y la ruina, harto de la insensatez de los mortales. Y nuestro campeón lucha contra nosotros, sin conciencia de lo que hace, al haber sido su cuerpo exánime despertado para ser utilizado como herramienta del mal. Ha causado tantas masacres sin razón aparente. Fujin, ¿qué es lo que está pasando? —Kung Lao preguntó al dios del viento, caminando por el amplio patio de la Academia Wu Shi.
Antes de responder, Fujin se detuvo. Sus palabras lo hicieron reflexionar, pensando en Raiden y su profundo odio hacia la humanidad, y al cadáver de Liu Kang, siendo manipulado por él.
—Temo decirte esto, pero el asunto de Raiden no es nada en comparación a mis presentimientos —con su inexpresivo rostro miró a lo lejos, mientras una sensación de tragedia no le permitía sosegarse—. La estabilidad de la Tierra se ve cada vez más lejana. Pero no sólo la de la Tierra, sino la de todos los reinos.
—¿Qué quieres decir?
Tras un breve silencio, que indicó que Fujin deseaba callar su corazonada, cambió el tema.
—Más adelante hablaremos de eso. Mientras tanto, debemos pensar en qué hacer ahora que el presente y futuro de la Tierra es tan incierto.
—Raiden se ha añadido a la lista de enemigos, al igual que Liu Kang. Pero Earthrealm aún nos tiene a nosotros.
Para Fujin estaba claro que él y Kung Lao eran los nuevos responsables de la Tierra y debían trabajar muy cerca para hacer lo posible por regresar la paz a su reino y la armonía de sus amigos que luchaban contra ellos.
—Tiene que haber una forma de lograr que Raiden vuelva a ser el mismo de antes. Tras hablar con dioses de otros reinos sobre su conducta, todo parece indicar que después de su vano sacrificio para derrotar a Onaga, su espíritu renació, conservando la convicción de defender la Tierra, pero con un deseo de reformar todo; de destruír todo lo "corrupto" por la imprudencia humana, y crear un nuevo orden, imponiendo sus propias reglas.
—Entonces tenemos a un "Shao Kahn" en la Tierra, ¿cierto? —dijo de manera sarcástica, aunque su voz conservaba seriedad—. Debemos buscarlo; intentaremos hacerlo entrar en razón, además de buscar la manera de que Liu Kang descanse en paz. Lo que Raiden hace con él es aterrador.
Después de ver a Kung Lao cerrando los ojos, recordando la imagen del cadáver de su amigo causando múltiples asesinatos en contra de su voluntad, al estar su alma separa de su cuerpo, pensó en lo que era más conveniente para ellos en esos momentos.
—Lo buscaremos e intentaremos detenerlo. Sin embargo, hay algo muy importante que quiero encomendarte. Necesito que vayas a Edenia y hagas todo lo posible por localizar un área restringida que hay en ese reino. Si llegas a encontrarla, inspecciónala. A tu regreso me dirás lo que hallaste.
Kung Lao lo miró extrañado. Cruzó los brazos, curioso por el objetivo de Fujin.
—¿Ir a Edenia?, ¿para qué?
—Cuando llegues de Edenia hablaremos. Por ahora céntrate en cumplir con esta misión a la que te he enviado. Durante mucho tiempo le demostraste lealtad a Raiden por el bien de la Tierra, ahora debes demostrarme lealtad a mí.
A pesar de estar preocupado por el inusual hermetismo de Fujin, decidió no hacerle más preguntas y manifestó su total apoyo a su nuevo mentor.
—Cuenta conmigo, Fujin —selló el pacto de lealtad con una reverencia.
El dios del viento confiaba ciegamente en él. Le hubiese gustado comentarle su suposición, vinculada con la extraña visita a Edenia; sin embargo, consideró que era un rumor que debía ser guardado hasta que fuera pertinente. Mientras tanto, él se dedicaría a buscar a Raiden.

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El Armagedón ha comenzado
FanficRaiden pierde la cordura y atenta contra la Tierra y sus habitantes. Liu Kang está muerto y su cuerpo es usado por el dios para matar y destruir. La seguridad del reino está en manos de Fujin y Kung Lao, quienes unen fuerzas para intentar detenerlos...