INTERNADO BLANC

INTRODUCCIÓN

Supongo que lo sobrenatural siempre se ha considerado un tabú dentro de nuestra sociedad, algo de lo que debemos evitar hablar si no queremos que nos acaben tomando por locos.
Algo tan difícil de entender como de creer, pero sobretodo, algo tan fácil de ignorar como duro de afrontar.

Dicen que algo no se acaba de creer hasta que se ve con ojos propios, por muy real que sea, o por muy consciente que se sea de su existencia.

Y es cuando se ve, cuando lo conseguí ver por fin con mis propios ojos, el momento en el que me lo creí del todo, ese momento en el que me di cuenta de que todo es más real de lo que desearía, momento en el que supe que mi vida ya no era mi vida, momento en el que me di cuenta de que toda mi existencia había sido una larga, asquerosa y bien montda mentira.

Pero pese a todo, ahí está. Tan gigante, ficticio e intimidante como me lo había imaginado.

No son sus altos muros de piedra cobriza lo me me intimida, ni tampoco que me hayan tenido que pedir mi identificación para que dejaran pasar por ese largo puente de metal.

Son los secretos, los engaños, la enredadera de lo sobrenatural, que esconde tantos misterios como nadie podría contar.
Pero sobretodo, lo que más me asusta, lo que más asustaría a cualquiera que estubiera en su sano juicio, es saber que soy parte de esto, y que no puedo escapar de ello, porque por mucho que intente negarlo, siempre supe que algo no estaba bien en mi vida, que algo me diferenciaba de los demás.

Quizá esta sea la oportunidad para conseguir las respuestas que siempre he estado buscando, aunque al final acabe formulándome más preguntas que respuestas vaya a conseguir.