III Capítulo (Teoría del todo)

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Una vez leí, la teoría del todo y quedé impresionado con lo que el actor del libro escribió, pensé como alguien puede ser tan inteligente y tan creativo. Y fue cuando supe que ese actor se enamoró del universo, y por eso lo describía de esa forma tan especial y dedicó gran parte de su vida para entender lo que amaba.

Algo así me pasó a mí, yo me enamore del universo pero en forma humana, un universo con infinidades de bellezas. Tenía unos ojos negros como la noche, y justo en el medio de sus ojos se podía notar un brillo muy llamativo, parecía que en su mirada habitará toda una constelación, ella era la estrella que iluminaba mi galaxia. Tenía un cabello igual de negro que sus ojos, un cabello rizado que le bajaba por la espalda como una cascada, su piel era blanca como la nieve y sus labios rojos, tan rojos que me ipnotizaban.

Ella apareció en mi vida como si nada y se convirtió en mi todo. Penetró mi alma  de la misma manera que  los rayos del sol, penetran el cristal.
Recuerdo el día que conocí a mi todo, recuerdo que desde que vi sus labios rojos me dije a mi mismo, ella va a ser mi esposa. Yo nunca había sentido algo así y entré en pánico. Pues mi corazón no había conocido más que la muerte y ahora como si nada conoció al ser más bello del mundo y se quería salir de mi pecho. Yo no podía aguantar las ganas de hablarle, yo seguía temblando pero no iba a perder mi oportunidad. Me acerqué a ella y la vi a los ojos, les juró por lo más sagrado que nunca había sentido tanta paz como en el momento que la vi directo a los ojos y me perdí en ellos.

Yo llegué y le dije— Ho ho hola– ella me dijo– hola–
Yo me sentí un poco más seguro y dejé de temblar.
Le pregunté– ¿como te llamas?
Ella me respondió– Nathalia, ¿Y tú cómo te llamas?–
Le respondí–Octavio. Es todo un placer conocerte– le tendí mi mano y toque su suave mano. Nathalia y yo empezamos a hablar de la vida (yo olvidé a la muerte)
Ella me pregunto– ¿Qué te gusta hacer?– yo no sabía que decirle, pues lo único que hacía era pensar tantas locuras, y le respondí– trató de estudiar, y casi siempre estoy perdido en mi mente. ¿Y a ti que te gusta hacer?–
Ella me respondió– Me gusta salir a caminar, leer, escuchar música y bailar–
Yo me dije a mi mismo, como es que un ser tan increíble puede estar hablando con un loco como yo.
Ese día Nathalia y yo hablamos como por 2 horas. En esas dos horas cambiaron muchas cosas en mi, hasta chistes le conté. Y me preguntaba ¿Este de verdad soy yo? Si apenas ayer estaba pensando nuevamente en la muerte y hoy soy alguien que desea vivir.

Nathalia y yo nos comunicábamos a diario, y nos veíamos cada vez que podíamos. Ya habían pasado 8 meses desde que Nathalia me conocío y que yo conocí el amor.

Recuerdo el primer beso, ese primer beso que formó en mi un tsunami de emociones que chocaron contra la popa del barco que mi mente dirigia, un barco que tenía planeado derrumbar el poco de cordura que me quedaba, pero ese beso fue como una inmensa ola que sumergio ese barco.

El tiempo pasó y ya llevábamos un año hablando Nathalia y yo, hasta que me decidí por pedirle que fuera mi novia. . Yo le dije– ¿Nathalia quieres ser mi novia?– ella respondió– Si–
Solo dos letras, que conformaban una palabra, una palabra que transformaría mi mente de psicopata a la mente de un poeta. Yo quedé sin habla, pues era novio de la mujer más hermosa del universo. Ese fue un maravilloso día junto a Nathalia, cuando nos estábamos despidiendo nos dimos un beso, un hermoso beso que me termino de cautivar, y luego ella me abrazó. Y en ese momento me sentí el dueño del mundo y me di cuenta que ella era mi mundo, mi todo. Ella era la vida de mi vida, la tempestad que mi calma necesitaba.

Nathalia no me había contado todo sobre ella, pero creo que yo también le robe el corazón, porque cuando nos volvimos a ver, me dijo– yo no soy tan perfecta como crees, yo tengo algunos problemas. He sufrido mucho, mi madre nunca me ha querido, y me ha lastimado desde que tengo memoria. Yo he consumido drogas y me he autolastimado, prefiero hacerme daño a mi misma antes que me lo hagan a mi. Mi cuerpo tiene varias cicatrices que mi mamá me ha causado. Perdón por no habértelo dicho antes, se que talvez ya no quieras estar conmigo–
Yo quedé completamente petrificado, y como que ese rencor que había olvidado, volvió. Pues como alguien puede hacerle daño a un ser tan perfecto como lo era ella, y peor que ese alguien que le  hiciera daño sea su propia madre.
Yo le dije– Nada de lo que digas va a ser que yo no quiera estar contigo, tus imperfecciones son tan perfectas que no entiendo cómo estás conmigo. No te tienes que disculpar, yo no soy nadie para cuestionarte, se que has sufrido, pero voy a hacer todo lo que se pueda hacer para que más nunca sepas del sufrimiento.
Yo tampoco te he contado todo de mi, yo creo que estoy loco, o lo estaba pues verás antes solo pensaba en la muerte, pero desde que te conozco solo pienso en ti. He sufrido pero no creo que como tu, a mi hermano lo mataron cuando yo tenía 10 años y eso cambió mi vida, pero ya no hablemos de eso. Solo seamos felices–

Como ella puede ser tan increíble, ella se apoderó de mí de una manera tan increíble que no logro entender. Ella se apoderó de mí mundo y le dió un giró.

Nathalia y yo, llevábamos 5 meses de novios, 5 meses que cambiaron toda mi vida.
Nunca voy a olvidar la noche en que hicimos el amor.
Estábamos en mi casa, Solos y como que ambos sabíamos lo que iba a pasar y ambos lo deseábamos.  La desvesti de una manera tan rápida, pero a la vez tan lenta y pude apreciar su cuerpo y poder sentir lo hermosa que era su alma. No voy a dar detalles, solo resumiré que le besé hasta la sombra. Mis labios se perdieron en las cordilleras de sus nalgas y pude notar que en su nalga izquierda había una cicatriz que su madre le había hecho, una cicatriz que borre con mis mordiscos. Estando dentro de ella me hacía sentir dentro del Olimpo. Sus gemidos eran algo maravilloso de escuchar y en medio de sus jadeos escucharla decir que me amaba, era como escuchar que te ganaste la lotería, o que después de tanto navegar encontraste tierra firme y con la tierra un tesoro.

Esa noche fue la mejor noche de mi vida.
Esa mujer era la vida de mi vida. Pero como no amarla si cualquier ser que la mire a los ojos puede sucumbir ante su mirada. Y no solo era su belleza física lo que amaba, la belleza física se puede modificar, un médico la puede hacer, la belleza del alma y de la mente no, por eso ella era tan increíblemente hermosa y especial como una super Nova.

Yo nunca hable del futuro con ella, no quería que viviéramos de ilusiones, solo vivíamos el presente. Pero yo siempre pensaba en mi futuro junto a ella, no logro entender cómo ella me transformó en esto, en una persona que el único sueño que tenía era poder dormir con ella cada día de su existencia.
Ella saco a relucir esas facetas que yo no me conocía, como por ejemplo el yo poético  y empalagoso. O el yo morboso y adicto a su cuerpo.

Su locura se había convertido en mi paz, en mi tranquilidad.
Hacíamos el amor o el amor nos hacía cada vez que podíamos, y podíamos casi a diario. Me volví un adicto a su piel, podría Morir dentro de ella y así poder Morir haciendo lo que más amaba. Esa era la única monotonía que me gustaba, sus besos eran tan rutinarios pero cada beso me parecía mejor que el anterior. Juró que pasaría mi vida en esa misma rutina, de verla, besarla y hacerle el amor.

Sé que nada en la vida dura para siempre, y por saber eso no podía estar tranquilo, ya que sabía que lo nuestro se iba a terminar algún día. Una vez leí que hay infinidades de infinitos, unos infinitos son más largos que otros, algunos son mejores que otros, los infinitos son algo finito.

Nathalia se fue del país, un 8 de febrero, fecha que maldigo con todo mi ser, fecha en la que la calma de mi mente se derrumbó y mi cordura se esfumó. No volví a saber de Nathalia, nuestro pequeño gran infinito había acabado, un infinito corto pero especial. Tengo mucho que agradecerle a Nathalia, me enseñó a amar, y su despedida me ayudó a comprender la vida y a preferir la muerte. Pues Prefiero tener la dicha de morir por ella, antes que tener que vivir sin ella. La muerte es bella, sabiendo que ya no la pensaré, ya que no puedo tenerla en vida, prefiero morir, aunque todavía muerto mi amor le pertenecera a ella.

Ya ha pasado un año, un 8 de febrero más, por el que tengo que pasar. Y no puedo evitar pensar en mí universo, en mi todo. Hace un año que mi mente y mi alma no saben lo que es la tranquilidad, Necesito la paz que su cuerpo me brindaba, desconectarme con cada uno de sus besos, y a través de sus ojos conocer el universo.

Nadaria todo el desierto y caminaría todo el mar, si sus  labios me esperarán al final. Cuándo hablo de ti no me expresó con amor. Porque el amor no siempre es bueno y tú si lo eres. No hay palabra que te defina, tal vez porque tú puedes definir a todas las palabras como perfectas. Talvez solo soy alguien que sueña con ella pero ella era esa luz que me debía el destino. No la voy a llamar tbt porque eso es algo que se recuerda solo un día, yo a ella la recuerdo cada bendito día de mi vida.
La felicidad más dolorosa es soñar  con ella.
Pienso en ella casi tanto como las veces que respiró, no voy a decir que por ella vivo pero si respiró para poder morir con ella. Talvez esta es otro cuento de amor, aunque no es sólo amor lo que uso para escribir de ella . Es la perfección, la motivación, la más rica perdición. En sus ojos se puede pasar del crepúsculo al amanecer, de morir a renacer, de aprender a saber, de ahogarse a flotar, de sufrir a reír, en sus ojos se siente la paz y el amor que el mundo necesita.  Tiene el sol, la luna y las estrellas dentro de ella, No es cualquier ser.  es el universo manifestado en forma humana

En un solo día perdí, a mi todo, mi paz y mi cordura. Ahora Soy una persona con muchos sentimientos pero sin corazón. Tengo  muchos pensamientos pero carezco de uso de razón, del barco  de mi mente ya no llevo el timón

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2018 ⏰

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