Don't deny it

Cielo oscuro

Taehyung estaba atormentado, todo volcó dentro de él haciendo desaparecer todo de su alrededor, no podía asimilar lo que escuchaba ni tampoco quería hacerlo . Tapó sus oídos para no seguir escuchando ni el más mínimo sonido quería desaparecer y nunca haber vivido, porque desde un principio no debía de haberlo hecho.
Todo era mentira, su vida fue una mentira.
La tumba a la que iba a llorar y contar sus alegrías y tristezas, resultó no ser su padre. La mujer a quién amó siempre y se apoyó en ella en los momentos más crudos, resultó ser toda una falsa.
La muerte de su padre resultó ser de otra forma y no como le habían contado.
El hombre quién ama y con quien se siente lleno libre, con quién compartió momentos íntimos, resultó ser su hermano.

Esto último hizo que su locura llegase al extremo, sus lágrimas eran ríos y su corazón estaba entre espinas.
"CALLENSE!!" Gritó desde la esquina donde se encontraba envuelto en su estado de desconsuelo. Su mirada era i reconocible, se resistía a mirarles y sin parar un segundo corrió hacia donde sus piernas le llevaban.
Jungkook miró aturdido la escena, su mente parecía no procesar permaneciendo inmóvil ante esa niebla oscura.
El hecho de pensar en lo que podría ocurrir con Taehyung en ese estado lo hizo reaccionar y por acto reflejo corrió tras de él.

Al salir de la puerta no consiguió verlo, corrió como loco intentando buscar con su mirada su presencia aún sin resultado, sus ojos se llenaban de lágrimas y el nudo formado en su garganta cada vez dolía mas.

Se perdió entre los barcos rotos que permanecían en la costa abandonadas y sin vida, con esperanzas de encontrarlo, se sentía débil e incapaz de correr estallando en llanto, gritando su nombre como si este acto pudiera parar al chico de lo que este haciendo.

Calló rendido de rodillas, su respiración agitada y desordenada, con un dolor insoportable en su pecho.

"Ta-Taehyung... ah..." lloró desesperadamente, quería tenerlo, necesitaba estar entre esos brazos donde se sentía paz y olía a  inocencia, pero algo se desordenó en él al recodar la última frase del viejo. Sin fuerza, y entre quejas de dolor consiguió levantarse sacando fuerzas de su última reserva. Definitivamente necesitaba verlo.

Corrió torpemente mirando hacia abajo por desconfianza a sus ya débiles  piernas, se encontró subiendo una ladera, tropezando y con grandes esfuerzos, conseguía avanzar lentamente. Al acercarse al punto más alto acabó gateando, sus ojos estaban nublados y su mente absorta en la única persona que la habitaba. Taehyung.

Daba vueltas histérico, respirando con dificultad, en aquella casa llena de moho y maloliente. Sus lágrimas gritaban consuelo mientras que su corazón ardía con fuerza, necesitaba saber que todo eso era una broma, un sueño, que no fuera real.

Frotó ansiosamente sus temblorosas manos, se sentía débil ahogándose en sus lágrimas agrias llenas de dolor.

"Jungkook", dijo en un llanto que rompía los pedazos que quedaban de su alma cargandose de ira, en su mente empezaron a parecer diferentes imágenes de un joven sonriente, un atardecer cogiendo una manita, una risa infantil, unos cálidos labios sobre su piel...

Su mano golpeó con fuerza el cristal sucio y frágil de aquella casa rompiendolo en trizas, sorprendido de su acto, observo a través de él olvidandose por completo del dolor de su mano ya bañada en sangre, observando con la respiración cortada a la figura caída sobre la hierba.

Su labio temblaba sin poder creer lo que veía, sintió una pequeña sensación de esperanza.

"Jungkook" susurró. Salió rápido de aquellas casa cayendo de rodillas ante él, su alma ya herida, volvió a llenarse de miedo y preocupación.

"Ju-Jung-kook" dijo moviendo su cara intentando levantarlo, al ver que no respondía su corazón empezó a acelerarse preocupandose al punto de colapsar.

"JUNGKOOK!!" gritó desesperadamente, agitando sus hombros débilmente sin apenas fuerza.

Agachó  su cabeza enterrando sus lágrimas en su pecho, deseando escuchar al menos sus latidos de corazón, no quería ni podía imaginarse lo que podía haberle ocurrido.

Mientras lloraba como loco, sintió como una mano se posó sobre él acariciando su cabello, reaccionó rápidamente levantandose a ver a la persona que hacía de sus días paraísos eternos, ver sus ojos entreabiertos y sus labios moviendose intentando decir algo hicieron de la esperanza que tenía más sólida. Y como un sol apareciendo después de una gran tormenta, su corazón volvió a revivir sintiendo paz de nuevo, aliviando su intenso dolor.

Tomó su cara entre sus manos, acariciando cada parte de ella sintiendose aliviado con cada roce de piel. El otro cogió sus manos mirándolo a los ojos, que decían que todo estaba bien, todo volvía estar en orden, Taehyung le sonrió tristemente creyendo todo lo que parecía decirle porque era lo que deseaba creer.

Se levantó acercando su rostro hacia el otro que aún seguía llorando abrazándolo intensamente, acariciandolo y respirando su olor, quería olvidar todo, solo sentir nuevamente la paz que solo existía ahí.

~~

"no quiero que te vayas"lloró el pequeño de ojitos grandes, apretaba con fuerza al otro como si dependiera su vida totalmente de él. "no lo hagas, solo quedate conmigo" frotaba sus lágrimas contra el hombro del otro quien no podía creer que ese mismo día se tenía que ir a la ciudad. En casa todo estaba alborotado, sus padres estaban discutiendo, no le prestaban atención y el, al parecer era la causa.

Al recordar eso cerró sus ojitos llorosos, solo quería estar con él, lo amaba, el significaba mucho para él, era lo más importante de su vida con quien había descubierto miles de cosas y con quien compartía grandes secretos.

Sabía que algo andaba mal, pero no quería saber nada, quería olvidarlo todo se sentía bien en esos brazos donde había esperanza y felicidad.

"Te amo" susurró en el oído del contrario. Se apartó lentamente de él para mirar sus ojos. "Tae, no digas eso, de verdad no quiero que te vayas" sus lágrimas volvieron a correr sobre sus pequeños mofletes, volviendo otra vez a hundirse en un abrazo donde se hacían uno"

"te amo"