Where's my love?

Hola criaturitas hermosas~
Acá yo otra vez con un OneShot que quizá pase a ser un TwoShot o que sé yo xD
Pongo la canción que me dió el título para el fanfic ya que se me hace muy ideal para la situación.
Desde que shipeo a estos dos tengo ganas de escribir esta escena con Tony en lugar de Christine y finalmente lo hice.
Pequeñas cositas a aclarar, en el "canon" de esta historia, Tony y Stephen se conocen hace ya mucho y llevan varios años de pareja, siendo los años previos a él accidente de Stephen y a que Tony se convierta en IronMan.
Sin más que decir, les dejo disfrutar del fic~ Espero les guste!

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- Lo siento, no puedo. -

La comunicación se cortó, dejando la pantalla en negro mientras el hombre frente a la pequeña computadora sentía su mundo derrumbarse ante otra negativa más de otro médico. La frustración y la ira tomaron control de sus acciones, cerrando de manera abrupta la notebook, arrojándola a un lado junto a los papeles y la pluma que estaba utilizando para intentar escribir en ellos. Su respiración se había vuelto pesada y audible mientras le embargaban las ganas de llorar, obligándose a no hacerlo al oír resonar el sonido sordo de la puerta de entrada en su departamento.

- Dijo que no, ¿verdad? - Otra voz ajena a la suya se hizo presenta al tiempo que los pasos se detenían junto al sofá de la sala, viéndole desde su lugar, reconociendo que llegaba en un mal momento.

Con movimiento cautelosos, se retiró el saco, dejándolo descansar en el respaldo del inmueble mientras dejaba una bolsa de cartón allí también. Había ido con intenciones de entregarle aquel pequeño regalo. Sabía que no era demasiado y que no cambiaría nada pero lo tenía preparado incluso antes del accidente y no quería dejarlo juntando polvo en un cajón. La bolsa contenía una caja de terciopelo azul donde descansaba un fino reloj de acero, plata y oro con una inscripción al dorso. Era un detalle tonto pero significativo.

Stephen solo se limitó a negar, suspirando con resignación mientras observaba a Anthony de reojo y regresaba la mirada al expediente y los papeles que no había llegado a arrojar de la mesa.

- Quizá es tiempo de considerar dejarlo. Te estás haciendo más mal que bien, Stephen. -

- ¿Estás diciendo que me detenga? -

Strange habló levantando levemente la mirada que se dejaba entrever de manera amenazante entre los mechones de cabello descuidados que caían sobre su rostro.

- No puedo. No ahora. - Negaba reiteradas veces con la cabeza mientras se ponía de pie sintiendo las emociones apoderarse de el, logrando que sus manos temblasen aún más por la frustración y el sentimiento de desolación, junto a la sensación de que le faltaba el aire y comenzaba a sofocarse. - No puedo detenerme ahora porque por si no lo has notado, no estoy mejorando en lo más mínimo. - Termino de hablar habiendo levantado la voz de manera considerable, dando un significativo golpe sobre la mesa que le provocó instantáneamente dolor haciendo que se encorvase sobre sí mismo, soltando una maldición entre dientes, odiándose por haber hecho algo tan estúpido y por estar en esa maldita situación.

- Stephen… -

Tony dio algunos pasos en dirección del más alto al verle sufrir por el golpe pero, casi como si lo supiese, esté se distanció nuevamente, volteándose hacia el enorme ventanal contra el que la lluvia azotaba, evitando así cualquier tipo de contacto con el castaño. No quería verlo, no quería tenerle cerca. Se sentía patético y miserable al punto de sentir lástima de si mismo y lo último que quería era ver esas mismas emociones reflejadas en su pareja.