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El pequeño bicho peludo que tengo por mascota me mira con interés al verme caminar de un lado a otro de la sala. En un principio creyó que quería jugar con él al pilla-pilla, pero en cuanto se ganó un par de pisotones por mi parte, volvió a tumbarse sobre la alfombra del pasillo y no quitándome la vista de encima desde entonces.

Minjae aparece por la cocina, dándome un susto de muerte, provocando que chille dejando caer mi teléfono al suelo y asustando a Yeontan ante tanto alboroto, por lo que comienza a ladrar como si estuviera loco de remate; aunque quizás es porque lo está.

-¿De dónde coño vienes tú?

Da una mordida a la chocolatina de su mano, mirándome como si nada y señalando la cocina- Entré por el jardín -responde-. Por cierto, debes cerrar esa puerta porque puede entrar cualquiera.

Frunzo el ceño y me agacho para rescatar a mi pobre móvil del suelo- Tomo nota, así para la próxima no podrás entrar -le amenazo-. Encima me robas mis chocolatinas, te parecerá bonito.

Se deja caer en mi sofá, junto a un Yeontan interesado por lo que está comiendo y no puedo evitar rodar los ojos ante tal imagen. Mi propio perro me vende por comida y mi mejor amigo hace lo que le da la gana siempre.

Miro mi móvil con miedo al darme cuenta de que la pantalla está rota. Pulso el botón de desbloqueo, temiéndome lo peor y, efectivamente, no enciende. Entonces soy yo quien se deja caer sobre el sofá sin cuidado alguno, totalmente derrotado.

-¿Qué pasa?

Le lanzo el móvil sobre el regazo- Me lo has estropeado del susto.

-Pero si tienes seguro... ¿Por qué esa cara?

Hago un puchero involuntario, apoyando mi cabeza en su hombro- Es que... Verás, es algo muy gracioso -suelto una risa tonta, mientras juego con mis dedos-. ¿Recuerdas el socorrista guapo que me salvó y luego guardó el papelito con su número entre mis cosas?

Responde con un ruido, para que continúe hablando, cosa que hago con algo de vergüenza por lo tonto que puedo llegar a ser- Pues guardé su contacto y tiré el papel ayer.

-¡Eso significa que ya habéis quedado! -me interrumpe como de costumbre.

Me alejo, acariciando a Yeontan en silencio y cabizbajo, dándole a entender que lo que ha dicho no tiene que ver del todo con la realidad- Estaba dudando sobre si debía hablarle cuando apareciste.

-Joder TaeTae, siempre estoy cagándola -el tono de su voz provoca que me incorpore de golpe. La tristeza de sus palabras me hacen sentir mal, como un mal amigo por lograr que se sienta así.

-Jae, claro que no. Sabes que soy muy torpe y podría haberme pasado incluso si Tannie ladraba de la nada -me engancho de su cuello, besando su mejilla hasta que le escucho reír-. Además, ya tendré oportunidad de hablarle cuando me arreglen el móvil.

No parece muy convencido de lo que digo y aunque intento detenerle, se levanta de golpe dejando que me caiga de cara justo en donde su culo estaba posado segundos antes. Aguanto la respiración y me incorporo, lanzándole dagas invisibles al cuello.

-¡Ya sé que hacer para compensarte! -me espero cualquier barbaridad por su parte, por lo que me limito a elevar una ceja expectante-. Vamos a la playa para que os veíais de nuevo.

Frunzo el ceño en cuanto siento sus manos tirar de mí, caminando a paso rápido hacia la puerta principal sin darme cuenta de que estoy: descalzo y con ropa vieja.

[...]

El mar está realmente revuelto hoy, asustándome más de la cuenta y eso que estoy lo suficientemente lejos de las olas como para que algo me ocurra. Sin embargo y por petición de mi amigo, estamos caminando por la orilla para no parecer sospechosos y/o interesados en el socorrista pelinegro. No tengo muy clara la idea de nuestro plan, si es que tenemos alguno, pero por la decisión en los pasos de Minjae, sé que no es algo que vaya a gustarme.

-¿Vas a decirme que estás pensando tan minuciosamente?

Muerde su labio, intentado esconder una mueca de preocupación, la cual noto por lo bien que le conozco- Algo que no te va a gustar.

Va a llamar la atención, estoy seguro de que hará eso porque es lo que más odio en el mundo. Los ojos de personas que conozco sobre mí me suelen incomodar muchísimo, por lo que si son desconocidos, la situación empeora en sobremanera. Me preparo para huir de su lado para que no me relacionen con un chiflado como este, pero en cuanto doy un par de pasos lejos de él, me desequilibro a causa de un pequeño empujón; cayendo así de lado al mar. Y casualmente siendo en una zona que me cubre hasta poco menos del cuello.

Minjae me mira con una sonrisa juguetona en sus labios, extendiéndome la mano para ayudar a que me levante. Sin embargo como mi suerte es nefasta, una ola termina arrastrándome más lejos de la orilla. Escucho sus gritos y maldiciones a lo lejos antes de tragar más agua que en todo lo que llevo de vida.

Logro sacar la cabeza por un par de segundos, tosiendo con fuerza y volviéndome a hundir poco después, aunque no duro mucho bajo el agua porque soy sujetado por quien supongo que es uno de los socorristas. Incluso podría arriesgarme y asegurar que es Jungkook, el mismo que me salvó ayer, ya que el agarre es similar al que sentí la otra vez.

Siento el aire llegar a mis pulmones de nuevo y como una pequeña tela tapa mi cuerpo. Abro los ojos con dificultad, dándome cuenta de que es una manta azul la que me cubre- ¿Otra vez arriesgando tu vida, bonito?

Me fijo en que Jungkook es quien me habla. Quiero reírme por la situación y porque casi muero ahogado de nuevo.

-Debo cambiar mis amistades -bromeo, fulminando a mi mejor amigo, quien me sonríe culpable.

-No sabía que la ola iba a arrastrarte... ¡Lo siento TaeTae! -cae de rodillas frente a mí, echando mi cabello hacía atrás y se acerca demasiado a mi rostro-. Pero mi plan funcionó de alguna manera -susurra para que solo yo pueda oírle.

Se levanta, despidiéndose con la mano- Te espero en el puesto de helados.

El silencio nos rodea por unos instantes en los que me quedo atontado totalmente mirando la arena bajo mi mano, hasta que recuerdo que no estoy solo y que probablemente parezca un idiota frente a un chico demasiado atractivo como para ser real- Gracias de nuevo... Espero no volver a encontrarnos así porque es una experiencia aterradora.

Ríe, agachándose a mi lado- Opino lo mismo -sus ojos se desvían desde mi rostro hasta recorrer parte de mi ropa mojada, apretando la toalla contra mi cuerpo-. ¿Sabes? He estado esperando a que me escribieras desde ayer -le miro sorprendido-. Creo que nunca había comprobado tantas veces mi móvil desde que tengo memoria.

-Oh... ¿En serio? -muerdo mi labio, avergonzado-. No sabía qué hacer si te soy sincero, soy un poco tímido.

La sonrisa de lado que muestran sus labios es muy atractiva y contagiosa, provocando que yo también sonría- ¿Entonces me hablarás esta vez?

Me ayuda a levantarme, dejando nuestras manos unidas una vez mis pies pisan la arena- Me gustaría, pero mi móvil está roto y debo esperar a que me lo arreglen -hago un puchero por la mala suerte que tengo.

Un brillo aparece en sus ojos- Ah... Eso quiere decir que tendrás que venir a verme a la playa hasta que tengas tu móvil de nuevo y así podamos hablar por ahí -suelta mi mano con lentitud y una sonrisa-. Pero no te metas al mar o deberé tener que volver a salvarte.

Suelto una risita y asiento- Hasta mañana, Jungkook.

-Hasta mañana, Taehyung.

...

GRACIAS DE NUEVO POR LOS 4K SEGUIDORES, YA VOLVERÉ A ACTUALIZAR DE SEGUIDOOOOOO

¡No me lances! [ Two Shot ]  ღ TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora