Ying Kong Shi despertó, después de mucho tiempo había dormido tranquilamente el haberla tenido entre sus brazos causo dentro de él mucha paz, paz había pedido con cada siglo en la dimensión del Eterno Vacío, si bien era cierto que no estuvo solo en todo ese tiempo y fue tratado como el príncipe que por nacimiento era siendo reconocido y aclamado por sus subalternos, muchos de ellos lo adoraban como a un dios, otros le temían, pero todos ellos lo respetaban, pero cambiaría todos esos siglos de tanta hipócrita alabanza por esos pocos días que había pasado con ella, desde de la mañana hasta la noche Yan Da lo hacía más feliz que nunca, más desde que pudo besarla fue como un sueño el probar sus labios de esa manera.
En toda su vida nunca le interesaron las mujeres siempre se dedico a entrenar y a volverse cada vez más fuerte para un día poder cobrar venganza, pero al estar con ella era diferente cada día quería estar cerca de ella, no alejarse en ningún momento, se sentía calmado a su lado incluso las voces que en su dimensión lo atormentaban lo habían dejado causando que tuviera calma dentro de su cabeza.
Se movió entre las sabanas percibiendo su fragancia entre ellas: - Rosas y Canela, pensó abriendo sus ojos estos estaban de color dorado por la sensación que le producía su aroma rodeándolo, pero viendo que ella no estaba durmiendo a su lado, dándose cuenta que era muy temprano se levanto a buscarla.
Encontrándola en la cocina bebiendo un café, al sentirlo cerca levanto la vista sonriéndole, saludándolo: - Buenos días Shi, haciendo que a él le latiera muy rápido el corazón llenándose de calidez, avanzo hasta ella despeinándola mientras ella le ofrecía una taza de café, el negó con la cabeza para caminar al refrigerador y sacar una jarra de jugo y un par de hielo, sentándose luego a su lado para acompañarla.
- ¿Qué tal dormiste?, dijo él causando que ella se sonrojara divinamente seguramente recordando que ambos habían compartido juntos el lecho y si era por él desde ese día lo harían.
- Si dormí bien, respondió ella escondiéndose un poco de él.
- ¿Por qué te escondes?, acaso paso algo que te importuno anoche, dijo el acercándose más a ella haciéndola sentir nerviosa.
Yan Da se alejo lo más que pudo de él, haber amanecido apretada en sus brazos y sentir su tibieza la lleno de un sentimiento extraño que la puso nerviosa de los pies a la cabeza, por lo que decidió levantarse para no seguir sintiéndolos yendo a tomar una ducha, recibiendo al salir de ella una llamada de una de las chicas con las que antes trabajaba, se había enterado que estaban necesitando personal de diseño en la Compañía Blue Ice, por lo que le había dicho era para el diseño de los vestuarios de una serie que estaban por producir si todo salía bien esta también sacaría al mercado un videojuego.
Según le dijo que la señorita Dieche le había conseguido la entrevista para ese día a las once de la mañana para ella, por lo que debía presentarse en sus oficinas, incluso había enviado una carta de recomendación, según lo que le dijo Mian Tau era una manera de disculparse por parte de su ex jefa por lo sucedido, por lo que después de desayunar se arreglaría e iría a presentarse de paso se calmaría estando lejos de él.
- Ying Kong Shi, saldré en la mañana y supongo que regresare al mediodía, ¿Quieres que comamos fuera?.
- ¿A dónde vas a ir?, pregunto Shi muy interesado en el lugar donde ella iba a ir
- Tengo una entrevista de trabajo hoy en la mañana dijo ella empezando a levantar los platos del desayuno.
- ¿Una entrevista de trabajo?, ¿Por qué no me dijiste sobre eso?, pregunto él observando como ella caminaba de un lado a otro.
- Pues porque yo tampoco lo sabia hasta hoy temprano, una amiga me llamo avisándome, le respondió ahora entrando a la habitación para empezar a buscar su ropa, siendo seguida por él.
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My Dark Obsession - Yan/Shi
Viễn tưởngYo te puedo ofrecer todo lo que tu desees. Quieres ser poderosa ¡Yo te doy el poder!. Quieres tener dinero ¡Yo pondré riquezas a tus pies!. Quiero tener el mundo ¡Yo lo pongo a tus pies! Solo ya sabes mi única condición cuando nuestro trato se termi...