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     Una vez en el patio trasero, caminé directamente al bar y ordené un nuevo trago. Al observar mi alrededor, pude dar con Rose pero esta vez estaba con un tipo que parecia ser  su novio o algo que se le acercase. Estaban abrazados y el cabrón la mira de una manera extraña, se le veía que estaba vuelto loco por ella, la tomó de la mano pero Rose parece distraída, hasta que se le acerca y le dice algo al oído, ella al darse cuenta sale de sus pensamientos y reacciona sonriendo de una manera que me parece ligeramente conocida.
-- Está listo, amigo-- me dice el barman llamando mi atención.
Sin saber a lo que se refería lo miro y de manera distraída le digo:
-- ¿Qué?
-- Que ya esta listo la bebída-- me señala con las manos el trago.
-- ¡Ah! Gracias.-- respondo de manera apenada, me había enfrascado tanto en observar a Rose y saber que estaba haciendo, que perdí la noción del tiempo.
Cuando me volteo se me ocurre una idea y antes de marcharme le pido al barman que me prepare otro trago igual.
《Si Rose estaba aburrída con su "amigo" no lo pensara dos veces antes de irse conmigo.》
Cuando todo esta listo le doy la gracias y me dispongo a ir al lugar donde se encuentra Rose. Al llegar pude notar como su "amigo" se quedo observando el recipiente que tenía en mis mano y quedo confundido cuando se lo ofrecia a ella.
-- Necesito hablar contigo un momento, ¿tienes tiempo?-- le pregunté.
Su "amigo" parece un poco inseguro por aquel gesto que estaba teniendo hacia a ella y decide interponerse, pero Rose al darse cuenta de aquello lo coge del brazo y hala hacia atrás, da un paso hacia adelante de manera que al final acepta el trago y le dice algo a "su peor es nada" que por más que intenté, no alcance a escuchar, después de esto nos fuimos caminando hacia el interior de la casa.
《¡En tu cara cabrón!》
Al entrar nos dimos cuenta que la sala esta repleta de gente y era muy difícil de mantener una conversación en ese lugar. Me quedé un momento pensando hasta que por mi mente paso el lugar perfecto. Sin inmutarme  la tomé de la mano y me puse en marcha al segundo piso donde se encontraba la biblioteca.
Una vez allí, enciendí las luces y ella impresionada entró y empezó a caminar por la habitación contemplando todo a su alrededor. La verdad, también quede igual de impresionado cuando conocí el lugar por primera véz. Al entra a la biblioteca, del lado derecho se apreciaba un escritorio en forma de L con una computadora de mesa y todo lo que suponía debía tener esta, en la pared al lado izquierdo se encontraba un estánte del techo al suelo completamente de madera incrustado en la pared, lleno de libros, enciclopedías y todo aquello que se relacionaba con los estudios, la otra mitad del estánte estaba llenos de libros de lectura y novelas, la pared del frente contenía un ventanal donde se podía apreciar el pátio trasero y  a su lado se encontraban colgados diferentes cuadros, uno muy grande en el cual se podía apreciar el arte abstracto, este estaba llenos de puras líneas sin sentído, que a simple vista parecía ser un montón de garabatos y al lado de este habían unos retratos colocados en forma de mosaico con fotos familiares donde se podía apreciar los viajes, acampadas y salídas que ellos como familia habían realizado.  El lugar era muy acogedor y bonito.
-- Esto es una maravilla, ¡me encanta!-- dice ella tapándose la boca de la impresión-- podría pasarmela todo una semana aquí encerrada y  núnca aburrirme, y te lo digo en serio.
Sin poder evitarlo comencé a reírme. No podía creer que había dado en el clavo sin siquiera saberlo. Por fuera Rose no parecía una mujer que le gustase de disfrutar de la compañía de un libro, se veía más de pasársela de fiesta en fiesta.
-- No te rías que es en serio-- me dice poniendo cara de niña buena.
-- Vale pues, sin reírse entonces-- le respondo.
Ella se voltea y sigue caminando por la habitación hasta llegar al cuadro abstracto que al parecer a llamado su atención.
Al verla observando el cuadro, cerré la puerta y me dirijí al lugar donde ella se encontraba.
-- Alex me explicó, que las personas al quedarse contemplando este cuadro por un prolongado tiempo, pueden ver la figura que más les gusta.-- le expliqué-- no se si esto que te acabo de decir sea verdad, pero cuando yo lo hice vi a a un hombre follándose a una mujer.
Ella al escuchar aquel comentario, volteó para saber si aquello que le decía era cierto y al ver que no podía contener la risa, nos reímos lo más que pudimos hasta quedar agotados.
-- Vale ya-- dijo trantado de sonar lo mas corde posible-- pues tenemos que estar conscientes que tienes una mente muy cochina.
-- Sólo un poco.--murmuré de manera que no pudiera escucharme.
-- Vale ¿Que es lo que quieres hablar conmigo que parece ser tán importante?-- me pregunta cambiando drásticamente el tema
Sin venirme nada a la mente no me quedaba otra opción, más que decirle la verdad o casi toda.
-- Fuí a buscar un trago y cuando te ví lo mal que la estabas pasando con ese tipo... decidí ir a rescatarte de ese mal.
Al escuchar el comentario, ella se ríe y me dice:
-- Es importante que sepas que ese mal que tu dices, es mi novio.
-- Ya lo sabía-- dije casi de manera automática-- el tipo pone cara de bobo cada vez que te ve.
Ella me mira con una combinación de confusión y duda, debido a aquella respuesta que le había dado.
-- Vale pero te haz quedado un buen rato espiandome-- me dice y me empuja con la mano de manera juquetona.
-- Cómo digas. ¿Te importaría si voy a buscar algo?
-- ¿Que vas a buscar?
-- Vale, voy a por una botella, ¿no pretenderás que nos quedemos sin tomar nada o si?
Dejó asomar una sonrisa, al parecer le gusta la idea y me deja retirar.
Saliendo de la biblioteca, empece a caminar hacia el cuarto de Alex, él siempre tenía una que otra botella en su habitación, así que me es más factible ir para su cuarto que bajar hasta la cocina. Al estar dentro empecé a buscar en el closet a oscuras, es hay donde la mayoría de veces coloca las botellas ya sean nuevas o comenzadas, el dice que es su lugar secreto, pero de secreto no tiene nada.  Al tantear dentro encontré una, que estaba por la mitad pero a la larga era mejor tener eso, que nada.
Cuando vuelvo a la biblioteca, Rose esta sentada en el mueble tomando un sorbo del trago que le había dado hace poco, y seguía observando a su alrededor. Ella al verme sonríe y se emociona al ver lo que tengo en la mano.
-- Traje un poco de ron, espero y te guste-- le digo sonriendo moviendo la botella con una mano y cerrando la puerta a mi espalda .
Ella sonríe al verme hacer aquello y toma otro sorbo de su bebida. Camino hasta el sofá y tomo asiento al lado de ella, dejando la botella en la mesa que se encontraba en frente de nosotros, nos quedamos así, uno sentado al lado del otro, sin mirarse, sin hablar, el ambiente estaba cargado de una energía extraña y se podía apreciar.
Tratando de acabar el silencio empecé a sonreír y ella se dio cuenta.
-- ¿Qué?-- dice ella extrañada, sonriendo levemente.
-- Nada, acaso ¿no puedo sonreír?.
-- Dicen que aquel que se ríe solo, de sus picardía se estará acordando.
《La verdad si me estaba acordando de una-- pensé-- una que comenzaba con ella tomandome del cuello y acercandome a su cara.》
-- ¿Nunca te habían dicho que tienes una sonrisa muy bonita?-- dice ella sacandome de mis pensamientos.
-- ¿Qué?-- le respondo evidentemente evadiendo aquella pregunta, que me habia realizado.
-- Que si nunca te había dicho que tienes una sonrisa bonita-- me dice lentamente, tratando de que capte a lo que se refiere.
-- ¿Nunca te habian dicho eso a tí?-- le respondí, evadiendo nuevamente su pregunta.
《No podía responderle, no sabía que responderle, no se el ¿por qué? Todo lo que tenga que ver con ella me inquieta tanto, solo quiero besarla, pero no se que me detenía, nunca me había parado por algo o por alguien, todo siempre es superficial nada de sentimientos entrelazados, ni nada que ver con eso, así todo es más fácil.》
Ella se quedó en silencio, se levantó y caminó hasta el ventanal de la habitación. Seguí sus pasos hasta allí y me quede justo detrás de ella, lo suficiente para que sintiera mi presencia.
-- ¿Por qué me haz preguntado eso?-- murmuré en su oído.
Quería saber porqué de un momento a otro había cambiado su forma de ser para conmigo, ¿que la había hecho cambiar?, y ¿que la había llevado a hacerme aquel comentario?.
-- Sólo digo lo que pienso-- dijo ella de manera tajante, creando una barrera que hasta ahora pensaba, se había disipado.
-- No hagas eso-- le dije separandome.
Me volví y me senté en el sofá, agarre el vaso y me tomé lo poco que quedaba del licor de un solo trago. Ya había hablado varias veces de las cuales dos me había rechazado y esta última creo que a sido la gota que derramó el vaso, no pienso buscar más, algo que ella ni siquiera me deja intentar, ya tengo lo suficientes problemas como para lidiar con los de otros.
-- Disculpame-- le dijé levantándome y caminando directamente a la puerta.
-- No te vayas, por favor-- dijo ella tomandome del brazo antes de abrir la puerta.
Al voltear pude notar como la duda se apoderaba de ella, ya no me miraba directamente a los ojos como lo hacía antes, esta vez sólo se quedo mirando hacia un lado, sumergida en sus pensamientos. Sin poder evitarlo me quede parado y le dije:
-- Rose sólo dime ¿Qué quieres?-- murmuré  cansado de todo aquel drama.
Ella pareció volver a la realidad y me observó, sentí como aquellos ojos estudiaban mis expresiones y como poco a poco empezaba a tirar de mi cada vez acercandome más, hasta quedar frente de ella.
-- Sólo di...--no pude terminar la frase debido que ella me había colocado dos de sus dedos en mis labios.
-- Shhh-- murmuró -- Sólo... no digas nada.
Aquel tacto me dejo petrificado, si esta mujer no sufría de bipolaridad, la verdad no sabía que otro significado tendría aquel cambio de emociones tan repentinos. Me quede observando su labios e instintivamente me fui acercando poco a poco, ella al darse cuenta de aquello, soltó mi brazo y lentamente subió su mano hasta mi cuello y fue tirando de el, hasta que mis labios quedasen justo al frente de los suyos, por un momento contemplamos aquella cercanía, podía sentir su respiración, que al igual que la mía se había vuelto agitada.
Sin poder contenerme más, pegue mis labios a los suyos, al hacerlo sentí como una electricidad corría por todo mi cuerpo. Instintivamente lleve mis manos a sus caderas y las pegues a las mías, ella en cambio colocó ambas manos en mi cuello, tomó mi labio inferior lo succionó y luego le dio un leve mordisco. Sus besos eran lentos y pausados, podía sentir un ligero sabor a fresa combinado con un poco de ron, ese sabor en ella me encantaba, para mi era una combinación perfecta.
Ella sin detenerse bajo lentamente sus manos hasta la base de mi sueter y me lo quito de un tirón. Seguimos  besándonos, hasta que derrepente se separo lentamente, dejándome con ganas de más, mi respiración estaba agitada, estaba exitado y ella lo sabía.
Me quedé observándola un rato, ella juguetonamente bajo su mirada y sonrió picaramente, ya mi mente sabía lo que estaba observando, claramente mi entrepierna me había delatado y eso a ella le divertía.
Derrepente un sonido nos saca de nuestra burbuja. De aquel lugar que, hasta ahora, me parecía el mejor del mundo.
Ella al darse cuanta de donde provenía sacó su teléfono del bolsillo trasero de su pantalón, miro la pantalla y rápidamente denegó la llamada.
-- Tengo que irme, Eric debe de estar buscándome como loco por la casa. 

Acto seguido salió de la biblioteca dejándome solo. No se despidió, ni me miró la cara, solo se fue dejándome sumergido en mis pensamientos y emociones, repitiendo aquel  momento una y otra vez. Todo había sido perfecto y fue ahí en ese momento que me di cuenta, que esa mujer con aquel nombre de "Rose" sería mi perdición.

Será diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora