ENCUENTRO INESPERADO, ENCUENTRO INOPORTUNO.

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ENCUENTRO INESPERADO, ENCUENTRO INOPORTUNO.

Los rayos de la Luna llena iluminan sutilmente el templo de los mares, considerando los habitantes que ahora tiene se pensaría que sería ruidosa, pero en vez de eso el silencio era presenté, todos dormían todos excepto Ash.

El se encontraba ahora en el centro del templo, el lugar dónde reposa la corona del rey de los mares.

—Liebre Lunar se que me dijiste que esto que aré está prohibido—comentó Ash en susurró y serio— El riesgo es alto pero tengo que hacerlo.

—Nunca pensé que tú descubrirías aquél secreto Ash—se oyó la voz de un hombre que envolvía aquélla habitación.

—No me sorprende que estés aquí Paradox, no con lo que estoy por hacer— Comentó Ash tranquilo.

—Es tu elección, actúa con cuidado—Le advirtió Paradox.

—Lo tendré—Respondió Ash con calma.

Ash se acercó con cuidado a la corona, retiró dos de sus cristales luego colocó cada uno en el lugar del otro con ésa acción todos los cristales tomaron un tono negriso, segundos después una especie de rayó láser salió y dio de llenó en la frente de Ash.

El cayó inconsistente y los cristales regresaron a su color original.

Ash comenzó a despertar pero en vez de estar en la sala de la corona del rey de los mares, se encontraba en un lugar oscuro, a pesar de eso el podía ver con claridad su alrededor todo envuelto en un tono morado, no se veía el suelo, paredes o techo, el lugar no mostraba signos de cual era el norte, el sur, la superficie o el cielo.

El lugar daba una total desorientación.

—Asi qué está es la brecha que existe entré el mundo de los vivos y el mundo de los muertos—dijo Ash sin mostrar emoción alguna.

Intendo dar un paso pero justó en ése momento 7 destellos surgieron a su al rededor, 6 eran en tono blanco y el último en un tono negro.

De vuelta en el templo de los mares.

Manaphy fue el primero en despertar como era ya costumbre suya al sentir los primeros rayos del sol se dedicaba a inspeccionar el templo.

Dio un largó recorrido por todos sus pasillos y por las habitaciones que se encontraban desocupadas.

Su último destino era la sala de la corona del rey, en cuánto estuvo en la entrada pudo sentir un cambio radical, entró al interior de está y se llevó una gran sorpresa.

La corona del rey daba pequeños destellos de color negro y frente a esta se encontraba Ash inconsciente, el pequeño Pókemon entró en pánico y soltó un gran gritó que se oyó por todo el lugar.

Mientras tanto en algún lugar de Hoen.

Muneyoshi estaba adentrado en el bosque con Io, entrenándola como ya era costumbre de ellos, junto a ellos estaba también el Gallade de Muneyoshi.

No muy lejos de ellos eran observados por Arceus, Newtwo, Misty y la pequeña Yui.

—Vas bien Io—Comentó Nuneyoshi con calma—Intenta bloquear el corte de Gallade y mí espadaso una vez mas—Tras esa indicación Io asintió.

Nuneyoshi le dio la señal a su Gallade y éste se lanzó a gran velocidad tomando camino para sorprenderla desde la espalda, mientras el se lanzó a gran velocidad con un ataqué frontal con su espada.

Io esperó hasta el último momento, cuando Gallade estaba por golpearla por detrás ella dio media vuelta para evadirlo y con esa acción ocasionó que las cuchillas de Gallade chocara con la espada de Muneyoshi.

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