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Comienzas a llorar a sabiendas de lo que sucede.

O de lo que sucederá.

Te abrazo, no quiero verte llorar cuando eras tú quien hacía más felices mis días, aun cuando fuesen días en que sólo quería huir del mundo, de sentir que todo se me venía abajo.

Y una vez más aparece esa sensación, esa horrible sensación que me destruye por completo.

El último abrazo (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora