Let me get close. (SHINee - Minho)

Capítulo 31

Perdón por tardar tanto, es que no tenía creatividad y no quería traerles porquerías xD

Gracias por sus comentarios, trataré de subir otro capítulo en la noche [Pero no prometo nada]

Lean por favor :D

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Me quedé congelada cuando escuché su grito, Minho giró a verme y jaló de mi suéter para que entrara a la casa. Estaba a punto de dirigirle una mirada de enojo pero una señora, vestida decentemente salió a recibirnos.

-          Joven – Dijo la señora mientras corría a abrazar a Minho – Me da mucho gusto verlo. Minho soltó las bolsas que llevaba y la abrazó fuerte. Parecía muy feliz al verla.

-          ¿Cómo está? – Dijo mientras se separaba y hacía una reverencia -  ¿Y mi madre?

-          Bien, gracias joven. Su madre, salió con la cámara, ya sabe que no dice a dónde. – Minho asentía y le sonreía de forma tierna.

-          Nana, quiero presentarle a la mujer con la que me pienso casar… – Bajo la voz y se acercó a ella – Y tener hijos.

La señora abrió los ojos de forma graciosa y se inclinó muchas veces hacia mí, quedé sorprendida a lo que comencé a hacer las mismas reverencias que ella. Minho reía fuerte por ambas reacciones.

-          El joven me ha hablado mucho de usted. – Dijo acercándose y dándome la mano – Es un gusto conocerla.

Giré a ver a Minho quien le hacía ojos a la señora de manera acusadora.

-          Es la verdad joven, cada que viene, habla y habla de ella. – Minho parecía apenado y yo sonreía al ver su cara colorada.

-          Mucho gusto también – Contesté, sonriente..

La señora nos veía emocionada tanto a Minho como a mí. Después de unos segundos parecía que había reaccionado.

-          De seguro tienen hambre, comenzaré a prepararles algo. – La señora se inclinó y caminó al parecer a la cocina.

La casa era de un color verde fuerte por dentro, con muebles de madera, por todos lados había fotografías de paisajes, flores, animales. Aunque muy grande, parecía acogedora.

Minho hizo que caminara hacia la sala, donde pude ver una chimenea y sobre ella fotografías de su familia. Se dirigió a unas escaleras que llevaban hacia las recámaras y caminamos por un pasillo enorme en donde se podían ver seis puertas, caminamos hasta la última de ellas y Minho abrió la puerta dejándome pasar.

La recámara era enorme, me hizo pensar que mi cuarto el de mi madre y la sala cabían ahí, estaba pintada de azul y blanco, tenía una cama grande, tres sillones con una mesa de centro, al frente una pantalla y un estéreo, dos repisas atacadas de discos, películas y otra repisa como lo supuse: medallas, trofeos y demás cosas que había ganado en las muchas participaciones en concursos.

Minho colocó las bolsas, las llaves y su billetera sobre uno de los sillones. Dios se veía tan bien con esos pantalones y playera ajustados, incluso podía ver los huesitos de su espalda

Unas ganas tremendas de brincar sobre él y engancharme cual changuito sobre una rama de árbol, definitivamente debía salir de ahí, el ambiente era muy pesado.

-          ¿Dónde está tu baño? – Mi voz sonaba un poco débil. Él camino hacia una puerta junto a su cama, abrió y señaló la puerta.