Capítulo 40

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Me acerqué al sillón donde estaba puesta su ropa. Playeras, pantalones, gorras, lentes de sol.

¡Vaya su closet era más extenso que el mío y de Michelle juntos! Sin contar la ropa interior que de seguro ya había escogido.

-          ¿Cuántos pantalones piensas llevar? – Dije viéndolo.

-          No lo sé, es una semana… ¿Cuántos llevarías tú? – Estaba segura que Minho a pesar de ser modelo, no sabría que ropa ponerse. Estaba en las mismas que yo.

-          No sé… tal vez tres y dos shorts para jugar. – Dije señalando.

-          Hablando de shorts… El que tú traes es muy pequeño, no los uses en estos días. – Dijo un poco serio. Yo sólo hice la cabeza de lado y negué sonriendo.

Escogimos su ropa y ayudé a meterla a su maleta, nos sentamos agotados en el sillón y nos mantuvimos callados unos minutos.

El ambiente se había vuelto extraño una vez más. Recargué mi cabeza sobre su hombro. Podía ver sus dos manzanas de Adán desde donde estaba.

-          ¿Te cuento algo? – Dije perdida viendo cómo se movían mientras respondía que sí.

-          Esto – Dije tocándolas – Me vuelven loca. Es muy atractivo para mí. Él sonreía como si estuviera avergonzado.

Quería conservar así su imagen, riéndose,  avergonzado, sus manzanas de Adán, su cabello, sus ojos grandes y rasgados al mismo tiempo. Quería conservar su imagen como en este momento.

Tranquilo, sin verlo como un artista si no como un amigo.

A veces me preguntaba si Minho no recordaba que me tenía que ir, que yo no vivía ahí, que  mi idioma no era el mismo que el de él, que extrañaba a mi mamá, o sólo simplemente lo trataba de ignorar.

-          No me mires así – Dijo bajando la mirada hacia mí.

-          Lo siento – Dije levantándome de su hombro. - ¿Podemos salir a caminar?

El asintió, nos levantamos del sillón y bajamos las escaleras para salir.

Mientras íbamos caminando, Minho tomó mi mano, al parecer no le preocupaba nada salvo él y yo.

-          Si dejaras de cantar… ¿A qué te dedicarías? – Comencé la plática. Él parecía pensativo.

-          No sé, ejercer la carrera, se director de cine o simplemente estar con mis padres, crear una familia, dedicarme a mis hijos. – Dijo viendo hacia la nada. - ¿Tú, qué harás después de la universidad?

-          Quiero entrar a una televisora o tal vez logística en conciertos… Siempre he querido ser parte del detrás de cámaras. Es emocionante cuando algo es presentado pero es más emocionante cuando fuiste parte de eso.

El asentía, no me dejaba de mirar lo cual me cohibía. Así que hice una pregunta que desde el inicio de la relación quería hacerle.

-          ¿Por qué te gusto? – Dije bajando la mirada.

-          ¿Por qué no habrías de gustarme? – Contestó – Eres tranquila, eres hermosa, preferiste mil veces romper tú corazón a acabar con mi carrera. Me gustas porque eres seria y  también sonriente. Cuando hablas mucho o casi no hablas. Cuando estás con vestidos o cuando estás en pijama o cuando estás sin nada y no quiero decirlo de forma morbosa. Es sólo que me encantas.

Me mantenía apretando los dientes fuertemente. Conservaría todas y cada una de sus palabras.

Lágrimas amenazaban con salir pero no se lo permití. Sonreí y di grandes respiros.

Let me get close. (SHINee - Minho)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora