Capitulo 5

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En alguna playa de los estados unidos, se encontraba cerca un centro comercial y alado de este un hermoso parque que más parecía un bosque ya que muchas veces turistas llegaban a acampar o a tener una divertida parillada en compañía de toda su familia

En la plaza se encontraba nuestro rubio viendo las tiendas esperando encontrar algo de su gusto, ya que en ese dia en particular nada le llamaba la atención, el no era de las personas que les llamaba la atención lo que era la ropa, zapatos, joyas, esas cosas mundanas (aunque tenia demasiadas de esas cosas) no le satisfacían, veía a muchas mujeres y donceles llorar y morirse por alguna de esas cosas, a él le interesaba más la acción, la aventura, algo que lo moviera, incluso que le quitaba el sueño, pero nada de eso estaba en aquellos artículos, ahora solo iba a ese tipo de establecimientos a matar el tiempo o para ir a buscar alguna aventura ya que la maldita no se ah dignado a buscarlo

Estaba felizmente caminando por un pasillo acristalado, se dirigía al área de alimentos ya que ese helado de yogurt con frutas y chocolate le estaba llamando desde que lo vio, estaba a unos metros del local cuando volteo a su costado, donde se veía el segundo y el primer piso , en el cual en las escaleras eléctricas bajando justo al primer piso estaba un hombre de menos de 30 años, cabello oscuro, desordenado en la parte de atrás, y lacio en la parte de enfrente, camisa blanca con los dos botones desabrochados dejando ver unos pectorales magros, un pantalón azul obscuro entallado a sus largas y fuertes piernas y unos zapatos formales color café con negro, pero eso no fue lo que le gusto.

Lo que más le encanto y termino de excitar fue esa mirada negra como un cielo nocturno sin estrellas, con solo verla su erección creció dentro de sus shorts cortos negro y debajo de su camisa de la la banda metallica con el logo de la serpiente de color gris obscuro sus pezones se alzaron gloriosos y deseosos de que ese hombre los apretara entre sus blancas y tersas manos llevándolo al infierno glorioso que siempre quiso llegar

Sus miradas se perdieron en un momento interminable pero que lastimosamente termino en menos de medio minuto porque uno llego m kal puesto de helado y el otro llego al final de las escaleras pero en ese pequeño momento es como si se tatuaran la mirada del otro en el alma del otro

Naruto se fue al ventanal que daba a la salida de la plaza para ver de nuevo a ese pelinegro y vio como se subió a su auto un audi de color negro dirigiéndose a un lugar incierto, decepcionado naruto se compro su helado y se dirigió a su hotel, aun con una erección dolorosa y los nervios a flor de piel, pero le gustaba, al fin la vida le daba algo de emoción, al fin la vida le puso en frente un pelinegro que con solo su mirada funciono mejor que un afrodisiaco

Llego a su casa inquieto, aun después de tres laaaargas duchas frias, no se calmaba su entrada lloraba por recibir a aquel dios griego, no aguantando mas, ya no le importaba que fuera otro hombre pero quería que alguien apagara el fuego que ese dios dejo plantado en su interior

Salio de la cama y tomo su iphone marcando uno de sus contactos

-Gaara- dijo cuando recibió contestación

-Naruto? Hola guapo como estas? Hace mucho que no me llamas-

-lo sé, lo lamento el trabajo me tiene de cabeza, mas que ya casi llego al final de este gran proyecto- naruto siempre le mentía a gaara, nunca le dirá su verdadero oficio ya que asi no tiene a nadie mas que proteger solo a el no quería tener una carga, aunque gaara es el único al que podría llamar amigo

-tú siempre en el trabajo, te olvidas de los amigos-

-por eso llamaba, donde estas??-

-donde siempre, en estados unidos, y tú?-

Código mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora