El Juicio De Sasuke- Adaptación SasuSaku-2

Capítulo Uno

¡¡Hola!! Lamento mucho el haber tardado demasiado con el segundo libro de esta mini serie. He estado muy, pero muy ocupada en mis estudios y mi salud y en mis historias que están publicadas en mi otra cuenta (que por cierto, les invito a pasar por mi otra cuenta, ahí encontrarán mis fanfics sasusaku, Tu Peor Error, La Hija De Madara y otras historias más.)  pero para ya no tardar más aquí el segundo libro!

Advertencia: Los personajes e historia NO me pertenecen, los personajes son de Masashi Kishimoto y la historia  la escritora Marisa Chenery

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Capítulo Uno

Sakura Haruno puso el cartel de Abierto en la ventana de su pequeña librería y abrió la puerta. Dio a la tienda una última mirada antes de trasladarse tras el mostrador. Hoy había quedado con un médium para hacer una lectura de tarot gratis para todos los clientes que acudieran a su tienda. Había enviado anuncios a los barrios circundantes, y se había gastado un dineral para poner un anuncio en el periódico local con la esperanza de que atrajera una muchedumbre más grande.

No era como si su tienda fuera mal. Tenía unos cuantos clientes estables regulares, pero de ninguna manera ganaba tanto dinero como algunas cadenas de librerías más grandes. La tienda estaba situada cerca tanto de la Universidad Ryerson de Toronto, así como del Museo Real de Ontario. Así que por lo general tenía un goteo de clientes cada día.

La campana que tenía en la puerta de entrada sonó. Sakura miró y le sonrió a la mujer mayor con la que había quedado para que  hiciera las lecturas de tarot.

Mikoto le devolvió la sonrisa mientras caminaba hacia donde estaba Sakura. Esta salió del mostrador para darle la bienvenida.

—Llegas justo a tiempo, Mikoto. Estoy esperando con interés el día de hoy. Y todavía lamento que no me hayas dejado pagarte por tu tiempo.

Mikoto negó con la cabeza y dijo en su inglés con acento egipcio:

—No quiero tu dinero, Sakura. Hago esto para ayudar a mejorar el negocio local. No tiene mucho sentido que después de todos los problemas en los que te has metido para atraer clientes, tengas que pagarme los beneficios suplementarios que hagas este día. Guarda tu dinero.

—Todavía siento como si me estuviera aprovechando. Tendré que pensar en pagarte tu ayuda de otra forma. —Había sido idea de Mikoto venir y hacer las lecturas. Había estado viniendo a la librería durante los dos últimos meses, al menos una vez por semana, y ambas habían trabado amistad.

—Está bien, Sakura. Hago esto porque eres mi amiga. Ahora, ¿dónde quieres que me
ponga?

Sakura señaló la pequeña mesa cerca del mostrador que había colocado allí, la noche anterior. Mikoto se acercó a ella y se sentó en una de las sillas. Buscó en su gran bolso y sacó su baraja de naipes de tarot. Después dejó su bolso en el suelo, junto a sus pies. Sakura miró cómo cogía los naipes de su caja y los revolvía para prepararse cuando llegaran los primeros clientes. La mujer mayor manejó las cartas suavemente, cuidadosa para no doblar las esquinas. Mikoto tenía que tener al menos sesenta años según le parecía a Sakura. Realmente no sabía mucho sobre ella. Sabía que había emigrado a Canadá desde Egipto, y que tenía un hijo que todavía vivía en ese país. Además del hecho de que Mikoto afirmaba ser un médium y que podía leer las cartas del tarot, Sakura no sabía mucho más sobre ella. 

La campana de la puerta volvió a sonar cuando el primer comprador del día llegó. Sakura  dejó a Mikoto para ir a atender a la mujer joven. Después de explicarle lo de las lecturas gratis, la dejó para que vagara por la tienda sola.

Para gran placer de Sakura  la librería hizo un buen negocio ese día con un flujo constante de clientes. Algunos habían venido sólo para que Mikoto les leyera las cartas, pero a Sakura no le importó. Al menos habían venido a su librería y podría haber una posibilidad de que volvieran para comprar otro día.