3.Hyung

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NamJoon estuvo intentando contactarme hace varias semanas pero no me encontraba listo para perdonarlo y, a la vez pedirle disculpas. Es cierto que siempre busco lo mejor para ambos, tanto que puede a llegar a ser egoísta, pero no creía que hasta ese punto; él no lo hace con mala intención, sólo no se da cuenta. Nadie es perfecto, supongo.
Durante esas semanas me dediqué a mi, a mis hermanos y a Jimin. Este último y Tae se encontraban preparando una obra para el colegio, un musical y querían que los ayudara con la música. Y de paso, le enseñe algo de música a Myeong. Esta tarea me mantuvo entretenido y así evitaba pensar en todo lo que perdí. Sería egoísta de mi parte pensar en lo que perdí, siendo que frente a mi se encontraba todo lo que había ganado...pero, yo sólo necesitaba a Jungkookie. Me dolía pensarlo mientras Tae me sonreía animadamente.
Una de esas noches no aguante más. Era una noche de tormenta y recordé las veces que Kookie venía a mi cuarto porque le temía a los relámpagos. Era tan pequeño, con su pijama de osos y refregándose los ojos aparecía en mi puerta.
'Hyung tengo miedo" suficiente para derretirme el corazón.
Y esa noche no era diferente a las que viví con Kookie, y un impulso me llevo a tomar el cuaderno que mi padre dejó. Desde que lo tengo no me atreví a leerlo por el hecho de que no quería pensar, pero ni modo, ya estaba pensando.
Abrí aquel cuaderno rojo desgastado con un elástico negro. Enseguida reconocí la letra de mi madre.
"No se quien era aquel muchacho que vi del otro lado de las vías pero realmente me cautivó. Era alto, de cabello oscuro y con unos ojos tan oscuros y brillantes como el universo.
Quisiera volverlo a ver, aunque sea en un sueño, en un maravilloso sueño. O volver al pasado y atreverme a cruzar sin importar que el tren estuviera cerca. Pero, algo que me enseñó mi madre es que no si es amor, será real. Si tiene que ser con él lo volveré a encontrar o la pena caerá sobre mi.
Miro hacia atrás y busco entre mis recuerdos aquellos ojos...esos maravillosos ojos"
Supuse que mi madre hablaba de mi padre. Jamás supe como se conocieron, aunque también podría ser cualquier otro hombre. No sabría si no leía las siguientes páginas. Iba a continuar pero el golpe en la puerta me distrajo. Era el pequeño Tae.
-Hyung, ¿puedo dormir contigo?
-Tae eres grande ya.
-Hyung, tengo miedo.
Y mi corazón se derritió y la imagen de Jungkook apareció.
-Esta bien Tae pero no te mal acostumbres.
...
Aquí estoy, sentado en la gran mesa del comedor. Los mayores ríen quien sabe de qué. Están inmersos en su mundo material. Podría decir sin equivocarme que llevo aquí más de media hora, quieto, respondiendo amablemente, asistiendo a todo. Como me gustaría gritar NO.
Hay otros jóvenes, pero no me llevo con ellos. Me dan una mala sensación, de hipocresía. No me sentía cómodo con este sometiendo de mis emociones. Los veía y parecían robotizados como si tomarán píldoras que los controlarán.
Eran hijos e hijas de los socios del esposo de mi tía. Me daba risa como estas reuniones eran para presumir ante los demás sus logros y sobre todo, presumir a sus hijos. Mi tía siempre inventaba cosas de mi para hacerme ver como un niño ejemplar. Dijo de todo, pero jamás que amaba la música ni que tenía talento ¿Por qué? Sencillo, eso no me garantiza una gran cuenta en el banco. Y se reirían diciendo "eso pasamos todos de niños, soñando ser rockstars". Así que para evitarme humillaciones y a la familia reprimí todo mi ser y me convertí en uno de esos robots que todo lo hacían bien. Ya no me reconocía. No me sentía yo mismo.
....
2013
Y así paso el tiempo...sin poder hacer nada para detenerlo. Pase de tener 18 años a tener 21 años. Hace 3 años no veía a mi hermano, pero, según escuché se encontraba bien. Decían que vivía una gran vida de lujos y que era el mejor en todo. Siempre lo fue, es oro.
En cuanto a mi, bueno un día se me hacía igual al otro y era así siempre. No podía quejarme, la monotonía me dejaba respirar. Pero esa tarde algo fue diferente.
Estaba bebiendo un té en lo que terminaba de leer unos apuntes de la Universidad. Fuera llovía estrepitosamente y me encontraba sólo en la casa, Tae estaba con Jimin, mi padre trabajando y nuestra madre en una reunión de padres en la escuela de Tae.
Escucho el sonido del timbre, me resultó extraño porque no esperábamos a nadie y las personas solían avisarnos cuando venían. Dejo la taza sobre la mesada y me dirigió hacia la puerta. La abro y lo que veo parecía un sueño o una ilusión. ¿ Qué demonios tenía aquel té?
Era mi pequeño hermano, Jungkook. Se encontraba empapado pero podía distinguir su expresión de angustia.
-Hyung...- su voz se quebró. Y con ella mi corazón.

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