Han pasado seis meses desde que Puro y yo conseguimos salir de aquel laboratorio en el que estábamos atrapados. Ahora ambos vivimos en paz. Pero no fue hasta hace poco que K nos avisó de lo que tanto había esperado: las élites de la humanidad pronto...
La luz del sol empezaba a emerger desde el horizonte, donde solo se podían contemplar las ruinas del mundo que una vez tiempo atrás fue poblado por los humanos. También se podía notar en el ambiente una suave y fresca brisa. El inicio de la primavera estaba a la vuelta de la esquina. En uno de aquellos edificios en ruinas, en la tercera planta para más exactitud, estábamos los dos. Puro y yo. Mi nombre es Lin, antes era un humano, pero me "transfurre" para poder asegurar un futuro a los humanos. Y Puro es mi mejor amigo: una criatura de látex que obtuvo inteligencia y me ayudó en momentos muy difíciles.
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No sé si lo sabréis o no, pero hace ya seis meses que empezó esto. Haré un breve resumen para que no estéis perdidos. Seis meses atrás, desperté en un misterioso laboratorio y no tenía ni idea de que hacía aquí. Poco a poco, descubrí que me seleccionaron para buscar una cura para un virus que parecía que iba a acabar con la humanidad. Durante mi escapada del laboratorio, conocí a Puro, una criatura de látex inteligente que me ayudó a salir de allí para poder vivir los dos en el mundo exterior.
Además de él, también conocí al Dr. K, un científico que consiguió transfurrearse sin perder su consciencia y su antiguo ser, gracias a una droga especial. Al principio, él quería evitar que Puro y yo saliéramos al exterior, ya que yo podría estar infectado por ese virus. Para mi fortuna, todavía tenía una muestra de la droga que él mismo utilizó. Así fue como abandoné mi humanidad para poder seguir viviendo, mientras que K pudo dar a Puro un robot biológico que funcionaba como un ser vivo para que así Puro no desapareciese con el tiempo, ya que un látex sin su huésped no es nada.
¿Y por qué K no quería que saliéramos del edificio? Resultó que toda la humanidad no se había extinguido. La élite de la humanidad, entre ella políticos, científicos, ingenieros..., se había escondido bajo tierra, en un búnker aislado, esperando a que el virus desapareciese. Al parecer ya quedaba poco y K no quería dejar ninguna variable de que el virus volviese, por pequeña que fuese. Pero al final todo salió bien.
Puro y yo empezamos a viajar por el norte del continente en el que estábamos, que era Asia, pero solo pudimos visitar unos pocos países, entre ellos China (de donde provenimos) y parte de Corea. Después de esta travesía, que duró bastante poco, volvimos a esta ciudad, esto ya desde hace dos meses. Visitamos de vez en cuando a K para ver como le va todo y si puede mantener a raya a las criaturas de látex de dentro del edificio. Pero parece que él lo tiene controlado, ninguna criatura de látex salió, lo cual es algo menos de lo que preocuparse para la humanidad.
