El hijo de Kim Ryeowook. [kyuwook]

5. Leeteuk; embarazo y estorbo.

Algo raro pasaba con Ryeowook.

No tenía idea de qué, pero él no estaba bien.

El día siguiente a su compromiso con Kyuhyun, tuvimos la agenda libre y pensábamos celebrar lo ocurrido almorzando en casa tranquilamente, pero Ryeowook no pudo comer mucho porque enseguida vomitó lo poco que tragó.
Mientras juntábamos los trastes, pareció marearse, y Kangin lo atrapó antes de que se desmayara. Le dimos un poco de aire y luego despertó diciendo que todo estaba bien y pidiendo que no le dijéramos nada a Kyuhyun, quien justamente había salido a comprar unas cosas que le pedí.

Durante la semana, la situación fue empeorando. En medio de un concierto Ryeowook huyó para vomitar. En un programa de variedades, se levantó tres veces para orinar. Su apetito incrementó y hasta comía su propia comida, aunque luego la vomitaba. Debimos cambiar los aromatizadores de ambiente porque los que teníamos (que solían ser sus favoritos) le provocaban mareos y nauseas. Incluso debimos reemplazarlo con Eunhyuk en Sukira.

Decidí ponerle fin al asunto el sábado por la mañana. Kyuhyun estuvo de acuerdo, y Kangin lo metió a mi auto aún dormido, logrando así que yo pudiera llevarlo al hospital. Cuando despertó y supo dónde estábamos, se puso paranoico.

-Hyung, sabes que no me gustan los hospitales, siempre que vengo aquí es porque Kyuhyun tuvo un accidente, me da mala espina, vayamos a casa -pidió casi rogando.

-Kyuhyun está en casa desesperado por saber qué rayos pasa contigo, y como yo también quiero saberlo, nos quedaremos aquí. No estás bien, Ryeowook, algo tienes -dije tomándole de las manos-. ¿Y si es algo grave?

-Pero, hyung...

-Pero nada, Ryeowook. Solo nos iremos de aquí con una solución para todo esto que te está pasando.

Le hicieron exámenes de sangre y orina, y nos hicieron esperar un muy largo rato, alrededor de dos horas. Entonces, finalmente un médico nos llamó.

-Bien, quiero que mantenga la calma, joven Kim. Lo que usted tiene es algo poco usual, hay pocos hombres como usted, y de esos, menos de la mitad pueden quedar en su estado.

-Ya dígame cuánto tiempo me queda -exigió poniéndose de pie, yo lo senté nuevamente tomándolo de la mano.

-Ryeowook, calla y escucha -ordené. Él bajó la mirada y asintió.

-Bien, quiero felicitarlo, joven Kim, como dije, pocos logran lo que usted logró, y es que usted forma parte de la mínima porción de hombres con la capacidad de traer vida al mundo, y por lo que veo, de los aún menos que sí son fértiles. En resumen, felicidades, joven, usted está embarazado.

Mi mandíbula cayó al suelo, sin embargo Ryeowook estaba estático. Unos segundos después, tomó aire y suspiró para luego responder.

-Buena broma. Ahora dígame lo que tengo o lo demando por esta broma de mal gusto.

-Usted está embarazado -repitió entregándole el análisis que le daba credibilidad a sus palabras. Yo lo tomé primero y jadeé de espanto.

-Es cierto, Wook -el médico se puso de pie y arregló su bata.

-Si me permite, le puedo mostrar en lugar de solo hablar, para que se convenza -tomé las manos de Ryeowook y lo obligué a ponerse de pie, pues éste seguía sin moverse. Lo ubicamos en una camilla y el médico me pidió que levante su camiseta. Ryeowook volvió un poco en sí cuando el doctor aplicó un gel en su abdomen y lo esparció con un sensor. Encendió una pantalla junto a la camilla y Ryeowook presionó mi mano en lugar de mirar hacia la pantalla.

-Vamos, Wookie, mira -insté a que vea aquella bonita imagen, y él lo hizo con los labios temblando. Por inercia sonreí cuando él también lo hizo.

-Es mi bebé, hyung, mira -casi chilló sonriendo ampliamente, a la vez su sus ojos se humedecían. Sin embargo, el doctor dijo algo que me borró la sonrisa tan pronto como esta se ensanchó.

-Ya tienes dos semanas de embarazo, ¡felicidades!

Solté lentamente la mano de Ryeowook y él bajó la mirada. Ninguno de los dos era tonto, hace dos semanas se había efectuado la orgía. Cualquiera podría ser padre de ese bebé.

El camino a casa fue silencioso, él traía en sus manos una carpeta con los análisis y la ecografía, pero la guardó dentro de su chaqueta. Al llegar, él intentó charlar conmigo, pero yo estaba molesto.

-Hyung, yo...

-Mira, Ryeowook, no me interesa lo que quieras decirme. Te felicito, tendrás un hijo y probablemente mi novio sea el padre, créeme que eso no me anima a charlar contigo. Ojalá que tu bebé nazca lejos de este tipo de irresponsabilidades. Si me disculpas, tengo que evadir a cualquier participante de esa orgía -salí del auto oyendo cómo comenzaba a llorar, pero no me importó. Tomé aire y entré a los dormitorios, por suerte no había nadie cerca, por lo que corrí a encerrarme. Luego de algunos minutos, escuché la puerta de entrada y segundos después un portazo, seguramente Ryeowook entrando a su cuarto.

Me quedé dormido, desperté con golpes en mi puerta.

-Quiero estar sólo.

-Teuk, soy Shin -habló mi amigo desde el otro lado de la puerta. Me puse de pie con un gruñido y lo dejé entrar. Apenas entró, automáticamente me lancé a sus brazos y me largué a llorar-. ¿Qué pasó ahora? -inquirió con cansancio, yo suspiré y me mantuve escondido para decírselo.

-Probablemente va a ser padre -murmuré sin alejarme, pero fue él quien me alejó mirándome con el ceño fruncido.

-¿Te fue infiel?

-No... Fue en la orgía... -sus ojos se ampliaron y me soltó.

-¿¡Metieron a una chica en esa orgía!?

-No... -habló una tercera voz; Ryeowook. Gruñí con molestia al verlo-. Yo soy... el embarazado...

-¿Bromean?

-No bromearía con algo así, es ridículo. Estoy embarazado y no sé de quién, ¿parece una buena broma? -casi chilló, por lo que Shindong lo abrazó, yo viré los ojos al ver que comenzó a llorar.

-Es tu culpa -señalé sin remordimientos.

-¿¡Mi culpa!? ¡Yo no tenía idea de que esto podía pasarme!

-¡No me importa! ¿¡Te das cuenta de que...

-¡Basta, Teuk! -me interrumpió Shin fastidiado-. Ryeo, ve a tu cuarto y cálmate, ¿bien? -este asintió y se fue-. Y tú, lo mismo. No puedes culparlo de esto, es una locura. Cálmate, y luego baja. Tenemos que hablar -se fue dejándome solo, y nuevamente quise llorar.