El hijo de Kim Ryeowook. [kyuwook]

4. Ryeowook; propuesta y náuseas.

-Me duele la cabeza, enserio -murmuró Sungmin acostado junto a mí. No había mucho que hacer y nos pusimos a ver películas, Kyuhyun me dejó una bolsa de caramelos y luego fue a cumplir con sus horarios. A diario me daba golosinas porque creía que yo seguía molesto con él, pero no le decía lo contrario porque se me antojaban esas golosinas.

Minie y yo preferimos relajarnos y en lo posible tratar de dormir. Por la noche teníamos un concierto y todos aseguraban que sería increíble por un motivo que desconozco. Así que prefería tener energías para entonces. Min apoyó su cabeza en mi hombro y yo apoyé la mía sobre la suya, nos acomodamos y a los minutos nos quedamos dormidos.

-¡Chicos! ¡Despierten! -pidió Teuk zarandeándonos un poco, yo gruñí, Sungmin esbozó un puchero.

-No quiero -cubrió su rostro con mis mantas (pues en algún momento debimos abrigarnos para dormir más cómodos), Teuk rió y nos destapó.

-Vamos, tenemos un concierto importante en dos horas, dense una ducha, vístanse y enseguida partimos al estadio, muévanse.

A pesar de las quejas de Sungmin, lo hicimos, y al cabo de media hora llegamos al estadio. Debo decir que no fue un concierto extraordinario, pero siempre me sentía cada vez más feliz en cada presentación.

Todos se veían muy emocionados, incluso más que yo, parecía que todos presentían que algo mucho más interesante iba a ocurrir, ¿pero qué?

Cuando Rockstar finalizó, todo se apagó de golpe, incluso creí que había sido un apagón. Leeteuk me tomó de las manos para que no me alejara, y me llevó a una silla que noté con dificultad ubicada en el centro del escenario. Suspiré al ver que todo iba bien. Kyuhyun apoyó sus manos en mis hombros y de repente los lightsticks de cada ELF presente se encendió, algunos en azul, y otros en rojo. Parecían formar palabras, pero cuando quise unirlas para leerlas, Kyuhyun se ubicó frente a mí tapando toda vista, y una canción comenzó a sonar, era mi canción, al menos de Bruno Mars, favorita, y Kyuhyun bien lo sabía, solo que la canción de repente era cantada por mi novio.

Mis ojos se inundaron, porque sabía perfectamente a dónde iba todo esto, Kyuhyun tomó mis manos mientras me cantaba, y cuando la canción iba por la mitad, se arrodilló frente a mí, dejándome ver lo que decía en los lightsticks; "Oppa, cásate con Kyu, sean felices". Al volver a mirar a mi novio, éste traía una cajita azul en sus manos, y al abrirla me dejó ver el más hermoso anillo que pudiera existir, porque era de él para mí.

-Ryeogg-ah... -comenzó limpiando mis lágrimas-. Sé que me pediste muchas más citas antes de esto... Pero no puedo esperar. Hoy se cumplen cuatro años desde que somos oficialmente una pareja, y es por eso que esta noche, frente a toda nuestra familia, quiero pedírtelo... -tomó aire y yo sonreí entre mis lágrimas-. Kim Ryeowook... ¿Te casarías conmigo?

No pude hacer otra cosa más que asentir frenéticamente y arrojarme a sus brazos, donde él me abrazó y besó mi mejilla. Los chicos aparecieron para felicitarnos, recibí abrazos de todos, y luego el concierto continuó con algunas canciones más, sin embargo Kyuhyun no soltó mi mano (en la que portaba mi anillo de compromiso) en ninguna de ellas.

Cuando dimos por terminado el concierto, la familia de Kyuhyun y la mía nos esperaban detrás del escenario, mi madre y la de Kyu no me soltaron en ningún momento, y mi padre y mi futuro suegro felicitaban a mi prometido por finalmente pedírmelo.

Estaba siendo una noche tan hermosa, que nada parecía querer opacarla. Nuestros padres se fueron, y nosotros regresamos a los dormitorios, donde Kyuhyun y yo pudimos celebrar lo que vivimos aquel día en privado, siendo solo nosotros, y fue increíble.

Sin embargo, no esperaba para nada despertar al día siguiente y no poder siquiera mirar a mi prometido por tener la urgencia de correr al baño, y una vez allí, soltar toda la bilis que había subido a mi garganta, dejando ésta ácida y rasposa.

-¿Wook? -oí la voz de mi prometido cuando alcé la mirada, aunque estuviera empañada por lágrimas-. Cariño, ¿estás bien?

Como pude negué con la cabeza antes de volver a vomitar.