Un Hogar

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Jason me llevó a una biblioteca inmensa y por primera vez desde que nos fuimos del club pensé en Jessica, la muy despistada debe estar ligando con el chico de cabello azul y jurando que yo ando por ahí huyendo de la multitud. Espero que no se sorprenda cuando vea que no iré a casa con ella, probablemente este agradecida de que me haya ido antes. 

-de acuerdo quédate aquí y no te muevas, te traeré a la persona perfecta para que te explique todo-me dijo Jason antes de dejarme sola en este lugar. Decidí distraerme un poco mientras él volvía. Me pasee por todas las hileras de libros y los títulos de algunos estaban en idiomas incomprensibles, otros hablaban sobre armas y cosas que realmente no entendía como demonología. 

De pequeña era una amante de los cuentos, al igual que toda niña soñaba con un castillo y mi apuesto príncipe azul que me salvaría de una malvada bruja. Lo cual con los años descubrí que todo era una basura inventada por Disney. Y en el momento en que comencé a ver cosas me fui apartando de esas historias de fantasía porque temía que quizás era mi imaginación la que jugaba conmigo, sin embargo ese no era el caso, los médicos y las pastillas me lo comprobaron. 

Pasaron 10 minutos antes de que Jason llegara con una mujer un  poco más joven que mi madre, de cabello rojizo y baja estatura. 

-Ella es Clary, mi tía, ella puede responder a todas tus preguntas

-Jason es mejor que nos deje solas esto es será como una charla entre chicas-dijo ella con una sonrisa al verme 

-de acuerdo pero si se pone fastidiosa me avisas-me dijo Jason y se fue 

-nunca había visto que Jason le hiciera caso a alguien con tanta facilidad-pensé en voz alta

-así que has estado viendo a Jason-dijo ella sin dejar la sonrisa afuera y yo me sonrojé - él es alguien difícil de controlar pero no imposible 

-me da mucha pena con usted pero yo no sé por qué Jason la trajo para que me hablara 

-te llamas Ana, ¿cierto? al menos eso me ha dicho Jason

-si, soy  Ana

-Bueno Ana, déjame contarte una historia-dijo y me invito a sentarme con ella encima del escritorio

-Había una vez una chica de 15 años que se fue a su club favorito llamado Pandemonium con su mejor amigo Simon, estando allí vio a tres cazadores de sombras que mataron a un demonio , ella trató de detenerlos porque el demonio parecía una persona normal, ellos estaban muy sorprendidos de que la chica pudiera verlos. Al llegar Simón se dio cuenta de que ella era la única que podía verlos y pensó que quizá se estaba volviendo loca pero uno de esos cazadores de sombras llamado Jace insistió en que algo pasaba con ella. Al final puedo decirte que descubrí que no me imaginaba cosas, en realidad era una cazadora de sombras y por eso podía ver lo que no se supone que debería ver. Al enterarme fue algo extraño porque no tenía sentido, para ser cazador de sombras debes de llevarlo en la sangre y yo no entendía cómo mi mamá nunca me dijo algo de eso. Sin embargo descubrir ese otro mundo del que mi madre me había protegido tanto tiempo me hizo ver quién era yo realmente y fue lo mejor que me pudo haber pasado. No tengas miedo a lo desconocido, sé que es mucho para asimilar, hay demasiadas cosas que te serán duras de creer pero todo lo que te dijo Jason es cierto. 

-yo...no sé por dónde empezar -dije con muchas preguntas en la cabeza, si esto era real, si Jason y su tía hablaban en serio entonces eso lo cambiaba todo. 

-a ver, di cualquier cosa 

-mi madre ella no, ella no es una cazadora ni nada de eso, es muy humana

-¿y tu padre?

-no sé, se murió creo, mi madre nunca ha querido hablar de él 

-pues entonces ya sabemos de donde viene la sangre del ángel

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