3: honestidad

4.7K 739 125
                                    

Ya era un hecho, Jaebum se había acostumbrado completamente a la presencia de YoungJae. Comenzó a incluirlo en sus planes, lo invitaba a almorzar juntos a diario, incluso habían comenzado a salir juntos en sus días libres. YoungJae se estaba acostumbrando y eso no era bueno, porque sus sentimientos aún estaban muy presentes y sin intenciones de desaparecer. Por primera vez sintió miedo de decir la verdad y arruinar todo lo que habían logrado hasta ese momento.

Era uno de esos días en los que el sofá lucía más tentador que de costumbre y el hogar se volvía de repente más cálido. YoungJae jugaba videojuegos en su habitación maldiciendo por lo bajo cada vez que perdía y celebrando ruidosamente cada que ganaba, recibiendo así regaños de su madre. Totalmente concentrado en acabar su juego no notó cuando alguien subía las escaleras, y apenas escuchó como se abría su puerta.

—Ya bajo a comer mamá, espera un poco.

—Claro, hijo — se giró rápidamente al oír una voz completamente distinta de la de su madre — Buenas tardes, YoungJae.

—¡Hyung! ¿Q-que hace aquí?

—Te envié mensajes para avisarte que vendría por tí para ir al cine, pero nunca respondiste.

—Estaba jugando... Normalmente no tomo el celular cuando juego.

—Así veo...

—En fin, ¿quiere jugar? —estiró su brazo con un mando en mano hacia el mayor. Jaebum asintió con una sonrisa en el rostro y tomó asiento al lado del castaño.

Ahora a los leves gritos y maldiciones del menor se sumaron los de Jaebum. Nuevamente fueron regañados por la señora Choi. Al final prefirieron jugar en silencio.

Jaebum se distrajo un par de veces observando el perfil de YoungJae. Debía admitir que su rostro era muy bonito, incluso más que el de su novia, y concentrado lucía aún mejor. No notó que había pasado demasiado tiempo admirando aquello.

—¡Ah! Perdió otra vez. Es realmente malo en ésto. Mejor hagamos otra cosa.

—¡No soy malo! Tú eres demasiado bueno.

—Claro, yo soy muy bueno, pero eso no quita que usted sea pésimo — Jaebum le lanzó una mirada fulminante.

—Tú, pequeño animal... — empujó a YoungJae hacia la alfombra y comenzó a picar sus costillas, sacándole carcajadas bastante ruidosas.

—¡Y-ya Hyung! ¡Lo siento! ¡M-me rindo, me rindo! — soltó entre risas intentando separarse del más alto.

—¿Quién es el mejor gamer del mundo?

—U-usted, Hyung — Jaebum soltó al fin al menor y pudo respirar en paz — ¡Eso fue muy cruel! Soy totalmente débil a las cosquillas.

—Gracias por el dato~ — YoungJae infló sus mejillas y miró hacia otro lado.

Jaebum no se había dado cuenta, pero cada vez que YoungJae sonreía el también lo hacía, automáticamente, sin siquiera notarlo, tal como lo hacía en ese momento. YoungJae aún intentaba calmar su risa y recuperar la compostura, pero ahí estaba él observándolo con una sonrisa boba en su rostro. El castaño comenzó a sentirse nervioso. No acostumbraba a ser observado por tanto tiempo, mucho menos por la persona que le gusta. Su corazón comenzó a golpear con fuerza cuando el mayor se fue acercando de manera lenta, casi tortuosa. Sus rostros estuvieron sólo a centímetros, pero Jaebum decidió abrir los ojos y separarse abruptamente.

—Y-yo lo siento... ¡No podemos hacer esto! — rascó su nuca al ver la expresión triste de YoungJae — Tú y yo somos amigos, y los amigos no hacen esto. No quisiera confundirte. Lo siento...

—C-creo que debería irse, Hyung — soltó en un tono casi inaudible, aguantándose las ganas de llorar, pero de todos modos no pasando inadvertido por Jaebum — Ya es tarde, y estoy cansado... — Jaebum quiso decir algo cuando notó que la había cagado, pero YoungJae no se lo permitió.

Salió de la casa del menor pensando en muchas cosas. La primera de ellas, que la había cagado de manera monumental, y YoungJae no merecía un rechazo así; la segunda y más importante, ¿realmente quería rechazar ese casi beso? ¿había sido honesto consigo mismo?

Jaebum quería disculparse, pero YoungJae tenía muchas cosas que pensar antes de perdonarlo, y él no se quedaba atrás. Quería desesperadamente responder a su pregunta interna: ¿por qué se arrepentía tanto de no haberlo besado?

Me gustas tanto, Hyung. [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora