Después del café me llevo a mi casa e intercambiamos números, debo confesar que fue un momento grato y no me senti incomoda en absoluto, aunque fuera un completo extraño que cree que me gusta, fue raro pero no se sintió así, para nada.
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Después del café me llevo a mi casa e intercambiamos números, debo confesar que fue un momento grato y no me senti incomoda en absoluto, aunque fuera un completo extraño que cree que me gusta, fue raro pero no se sintió así, para nada.