VII

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____________ Clark no podía concentrase del todo en sus deberes. Quizás era por lo nerviosa que se sentía al saber que su jefe la había invitado a comer. Pero inmediatamente hizo una nota mental, “seguro habrá más empleados”. Quería pensar eso, porque si realmente ocurría se sentiría menos mal al darse cuenta que no era especial  en la vida de su jefe.

El teléfono de su lado derecho sonó y la secretaria morena se sobresaltó al escucharlo. Este volvió a sonar una vez más y con manos temblorosas descolgó.

— ¿Diga? —susurro lo más alto que pudo.

— ¿Lista para irnos señorita Clark?

La chica trago saliva mirando hacía la puerta de la oficina de su jefe. Él no tenía la puerta abierta por supuesto.

—¿Ahora?

—Sí, creo que sí.

A ___________ se le cayó el teléfono de las manos y maldijo internamente haciendo una mueca por su torpeza.

—Lo siento, yo…. Sí, es decir si estoy lista.

Justin se dio cuenta que la estaba intimidando, sonrió victorioso y tuvo que apretar un poco los labios para no reírse en voz alta. Le encantaba intimidar a la señorita Clark, de hecho le encantaba intimidar a todas, pero en especial a ella.

—Bien, en un momento salgo.

Sin darle tiempo de responder a la chica, colgó. Ella se sentía nerviosa, muy, muy nerviosa. Su jefe era un tipo sumamente guapo, pero con una bipolaridad que le ponía los pelos de punta. Le gustaba como se veía cuando sonreía, o cuando le hablaba sin gritos. Sin embargo, cuando se portaba autoritario y gritón lucía imposiblemente sexy.

Justin salió de su oficina perfecto, como siempre. Su traje sin ninguna sola arruga y cabello rubio obscuro perfectamente peinado. Sus labios estaban mojados, era claro que acababa de lamérselos. Oh… que sexy, pensó ____________. De pronto se dio cuenta que tenía los labios abiertos, cautivada ante semejante hombre escultural. Ella trago saliva y miro hacia otro lado, tratando de ser casual.

—¿Nos vamos? —preguntó Justin parándose frene al escritorio de ________. Ella asintió con una sonrisa tímida y tomó su bolsa. Miro solo unos segundos a Madeleine y Victoria, estas por supuesto miraron la escena con la boca abierta, no podían dar crédito a lo que sus ojos veían. ¿Por qué se la llevaba a ella? no era la típica chica glamurosa y bonita. Podría tener un ben cuerpo, pero ellas creían que eran mucho más bonitas que ___________.

La chica camino caminó a un lado de su guapo jefe y este puso una mano detrás de su espalda, justo donde su cintura terminaba. Ella apretó los labios entre sus dientes, el solo hecho de sentir la ligera presión de su mano contra el cuerpo de ella la hacía ponerse aún más nerviosa.

— ¿Tiene algún restaurante favorito, señorita Clark? —le preguntó mientras casi llegaban al coche.

—No, el que usted elija está bien —murmuró. Justin abrió la puerta del copiloto y uno de sus empleados —del ballet parking— le entregó las llaves.

El motor apenas rugió cuando Justin lo puso en marcha, Santa virgen de la macarena… que sexy se veía, perfecto, con una leve sonrisa.

—¿Qué tal el trabajo _______? —le preguntó, diciendo su nombre en diminutivo.

Que bien se escuchaba su nombre en los labios de ese hombre.

—bien, mi jefe es un poco gruñón pero todo bien —dijo ella sonriendo y a modo de broma, mirando al frente y enseguida miro a su jefe, este tenía expresión sería pero cuando él se giró para verla le sonrió. Ella suspiró realmente aliviada.

Change me - Justin Bieber #JustinBieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora