Lo siento

425 25 4
                                    

No la estaba mirando con lástima, ¿o sí?

Pero es cierto. No sé cómo luzco ahora, pero sé que lo que siento es lástima. Y soy un idiota por ello.

-Lo siento-digo y agacho la cabeza.

-Está bien- me responde, apretando mi mano-.Esta vez lo dejaré pasar-la miro y está sonriendo.

Le devuelvo la sonrisa.

Ella se pone seria repentinamente.

-Pero si me vuelves a mirar así, por más que te quiera,te parto las bolas.

Me pongo serio y asiento con la cabeza. Le creo. He visto lo que hace en el estadio.

Hay que admitir que ella es fuerte como los mil demonios.

-Así que... ¿qué estabas haciendo cuando nos encontraste a Mikel y a mí?

NO le iba a decir que Allie y yo estábamos hablando de ella. Y menos la manera en que Allie hablaba de ella.

Me doy una pequeña patada mental en la cara, porque sigo teniendo lástima.

-Ummmm, estaba charlando con Allie...

-¿De qué?

Maldición.

-De nada...

-¿Nada?

-Nada.

-Era de mí, ¿cierto?

Maldición.

-Ellie...

-Me odia ¿no?

-Yo... Lo siento.

-No te disculpes. Eso también es lástima.

Maldición.

-¿Es...algo que he hecho?

-¡Por supuesto que no!¿Cómo puedes llegar a pensar eso?

-No lo entiendo.

-No es necesario que lo entiendas.

Me mira con sus grandes ojos miel. Hay dolor. Hay confusión. Hay pasado y un corazón roto.

-¿Cuando salgas de aquí quieres ir a almorzar conmigo?

-¿Huh?-suena perpleja.

-¿Quieres almorzar conmigo? Digo...en los intermedios de clases. Compartimos casi todas las lecciones,¿no?

-Oh...ummm...claro.

-Perfecto.

Nos quedamos un rato en silencio. Luego me acuerdo.

-Hey, esto no te sacará del próximo juego, ¿cierto?

Ella estalla en carcajadas.

-No lo creo... Estaré bien en unos dos o tres días.

-Bien. Josh y yo ya pagamos las entradas.

-¿Él ya sabe quién soy yo?

-No. No le he dicho sobre tu "identidad secreta".

Se ríe y luego me da una mirada de complicidad.

-Prepara una cita con su jugador favorito. A ver qué pasa.

Definitivamente Josh se sorprendería a lo grande.

-¿Segura?

-¿Por qué no? Necesito algo que me anime.

-Está bien. ¿Viernes a las doce?

-Los veo a las doce y media en la cafetería.

-Perfecto.

Reímos y chocamos nos puños.

Los del equipo entran un rato después, con un pastel seco y un gran pote de helado de vainilla con chispas de chocolate.

Pasamos hablando mucho tiempo hasta que Ellie se queda dormida en mis brazos.

Miro su cara, como una estatua de ángel llorando. El dolor en tan bella cara.

-Dylan...

Miro arriba y Ross (otro jugador)me ayuda a levantarme sin despertar a Ellie.

Salimos de su habitación y muchos de ellos se sientan en las sillas de espera. Algunos se pasan las manos por el pelo, otros caminan de un lado al otro y otros están reunidos alrededor de un teléfono.

M e acerco para escuchar la llamada.

-Sí, ella vio la placa. Es MCD232465. Sí...sí, estaremos esperando.

Llamaron a la policía.

Espero que atrapen al maldito que hirió a nuestra Ellie.

¿Nuestra?¿Qué cosas digo?

-Hijo...

Volteo hacia el entrenador.

-Ni una palabra a nadie.

-Ni una.

-¿Le dijiste que lo sentías?

-Sí, señor.

Suelta una pequeña carcajada.

-Siempre es así...¿te amenazó?

-Sí...

-Mi pequeña...nunca cambia.

-¿Siempre ha sido así?

-Ha vivido mucho, hijo. Ha soportado mucho. Pero lo que de verdad la pone con los pelos de punta es la lástima. Nunca la sientas por ella. O hará que sientan lástima por ti.

-Lo imagino.

Y de verdad lo hago.

-Puede ser linda, amable y brillante. Pero si te metes con ella...

No termina la frase y se va riendo.

¿Es debería asustarme?

Tal vez estar con ella representa un peligro del que luego me arrepentiré.

Pero realmente, no siento el haberla conocido.

If you loved MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora