MI BESTIA DEL DESTINO

19.- Pildora de la locura

Drunken Dream era el nombre de un vino de primer nivel.

Drunken Dream of Lovemaking fue otro nombre para cierto buen nivel superior ...

No había forma de mezclar estos dos.

Dijeron que este veneno en particular no tenía antídoto. Solo puedes usar esto y aquello para curarlo En cuanto a lo que "esto" y "aquello" eran, tenía mucha curiosidad por saberlo, pero Han Zichuan cerró los labios avergonzado sobre el tema. Le pregunté a Fang Hua, pero él tampoco lo entendió, solo me llevó al estudio para investigarlo yo mismo. Así que una vez pasé media mañana cavando a través de varias fórmulas de píldoras para obtener respuestas.

A decir verdad, aunque a nuestra casa le faltaban muchas cosas, nunca faltaban plantas medicinales, así que decidí hacer una versión yo mismo. Originalmente, quería una oportunidad de probar la droga en Han Zichuan ... pero nunca pensé que la usaría hoy.

Qué error ...

Miré a las siete u ocho personas tendidas en el suelo, luego me puse en cuclillas en el suelo, con los ojos parpadeando.Mi cara estaba roja mientras trataba de descubrir cómo iban a curar el veneno.

En cambio, ese hombre guapo me empujó a un lado y se arrodilló en su lugar, enrollándose las mangas. Levantó su mano, y una débil luz plateada brilló desde adentro. Dándole la vuelta, extendió su dedo índice para golpear rápidamente a la gente en varios lugares con una velocidad deslumbrante.

La gente dejó de gemir, y el rubor en sus caras se desvaneció. Iba a acercarse al ladrón a mi lado, pero me levanté para bloquearlo. "¿Qué estás haciendo?"

"Salvarlo".

"No hay antídoto para Drunken Dream of Lovemaking".

"No, no hay", asintió, "pero esta droga no estaba bien hecha, así que puedo curar sus efectos".

Me atraganté, ofendido.

Él esquivó y se desvió hacia atrás, enrollándose las mangas mientras su mano rápidamente golpeaba al ladrón como un erizo en varios lugares.

Yo estaba enojado...

¡De hecho dijo que mi droga estaba defectuosa!

Maldiciones!

"Está bien, eso debería hacerlo".

Levantó la cabeza, usando su manga para limpiarse un poco de sudor. Empecé a temblar mientras fingía mirar los cielos, mis manos tanteando dentro de mis mangas. Solo había una pastilla de píldora pellizcada entre mis dedos, y otro paquete de papel aterrizó en el cuerpo del niño.

Él bajó la cabeza, sorprendido.

Luego se giró para mirarme, su límpido y claro. Su mirada era tan limpia e indiferente como las aguas otoñales. De repente, sentí que mi rostro se ponía caliente mientras desviaba los ojos.

"Gran sabio, ve a curar el veneno".

Hmph.

En el mundo exterior, no hay más remedio que actuar como un rufián. Esas no son mis palabras, sin embargo.

Este veneno fue inventado personalmente por mí, por lo que muy pocos forasteros lo sabían. Aquellos que podían curarlo tenían que confiar en sus habilidades, especialmente dado que este "Buda Risueño Cosquilleado" no era una droga ordinaria.

Extendió una mano para controlar el pulso, antes de dar algunas instrucciones a los transeúntes para tranquilizar al niño que se revolcaba en el suelo, riendo incontrolablemente.