MI BESTIA DEL DESTINO

33.- Incidentes de adulterio '

Me desperté con un bostezo al día siguiente para descubrir mi cama en un desastre. Había una delicada fragancia junto a mi almohada y una pequeña cantidad de cenizas que parecían ser los restos de una varilla de incienso para calmar y calmar los nervios.

¿Quién lo puso aquí?

Miré a mi alrededor, inclinándome para ponerme los zapatos mientras me levantaba de la cama. Colocándome la ropa sobre los hombros, fui a la habitación de al lado. Las colchas de Fang Hua estaban cuidadosamente dobladas, y él no estaba a la vista.

El sol brillaba a través de las celosías de la ventana mientras se derramaba en la habitación. La superficie del escritorio estaba vacía, y los objetos que estaban allí la noche anterior también habían desaparecido, como si ...

De repente me di cuenta de que me había quedado dormido.

Las puertas se abrieron ligeramente desde afuera, y el pequeño Li entró con un recipiente de agua, con la cabeza baja. Me di la vuelta, todavía viéndome incomprensible, y me rasqué la cabeza con perplejidad. "¿Sabes a dónde fue lord Hua tan temprano?"

Cuando el joven eunuco me vio, su expresión estaba claramente conmocionada. Un dedo tembloroso me señaló. "¡Ya es mediodía y acabas de salir de la cama?"

Al final, se puso las manos en las mangas, se chasqueó la lengua y sonrió mientras me rodeaba dos o tres veces. "Lord Hua fue llamado lejos muy temprano en la mañana para tratar la enfermedad del emperador en el salón principal. Realmente eres algo, despertándote después de tu maestro".

No es como si quisiera ... cuando descubra quién usó ese incienso conmigo, entonces tendrán un buen espectáculo ...

El joven eunuco se hartó de ridiculizarme y ahora estaba pensando profundamente. Mientras me miraba, de repente se arrodilló en el suelo. Sorprendido, retrocedí, pero él solo sonrió sabiamente antes de escurrir un paño húmedo de la palangana y limpiar los pisos.

Entonces él estaba aquí para limpiar los pisos ... Pensé que se estaba inclinando ante mí.

Era un espectáculo novedoso, así que me arrodillé junto a él y levanté mis propias mangas. "¿Haciendo trabajo? ¿Y si yo también ayudo?"

"Oye, para ... para eso", levantó las cejas, mirando a su alrededor antes de detenerse en mi colcha desordenada con una sonrisa dudosa. "Puedo hacerlo yo mismo, así que no hay necesidad de molestarte. O bien, ¿quién sabe cómo me castigarán?" Este tipo, no podía estar pensando que anoche Fang Hua y yo ...?

Maldiciones, ¿qué tipo de pensamientos mantuvo en su cabeza?

Impotente, salí de la habitación sin una palabra. Después de que el viento soplaba sobre mí, me di cuenta de que mi estómago estaba vacío y me estaba muriendo de hambre. Busqué y saqué las habitaciones antes de resignarme al hecho de que las damas y los eunucos de la corte no me habían dejado ningún alimento.

Mis deambulaciones sombrías y abatidas me llevaron a saber quién sabe dónde.

Ante mí ahora había una extensión de flores de melocotón que florecían espléndidamente. Unas cuantas bellezas delicadas tan finas como el jade estaban en medio de ellas, rodeando una figura masculina. Un caballo con una melena blanca pateó la tierra de un lado con sus cascos, relinchando ocasionalmente.

Eh? ¿Se permite la equitación dentro del palacio?

Usé mis mangas para apartar las ramas, mirando unas cuantas veces más. Este caballo era bastante guapo con piernas fuertes y robustas. Me pregunté si sabrían bien si los asara. Dos o tres damas de la corte estaban de pie con los rostros enrojecidos, las flores de durazno activaban su apariencia para hacerlas aún más hermosas. Estas figuras y esos rostros, así como las miradas llenas de tierno y tímido afecto ... fueron realmente una visión cautivadora.