MI BESTIA DEL DESTINO

40.- UNA NOCHE DE RECUERDOS

Noche. Una luna creciente colgaba en lo alto de los cielos.

Después de sumergirme en la bañera por un rato, salí de la bañera de madera, mi piel se arrugó por el agua. Distraídamente me puse algunas túnicas blancas y rodé sobre mi cama, sacudiéndome y girando con mi cabello frío y húmedo. Toda mi cabeza se sentía entumecida, por lo que era imposible dormir.

Las ventanas reflejaban sombras de ramas de sauce meciéndose en el viento. De repente, escuché las melodiosas notas de una flauta. Me agitó con un estremecimiento, y me bajé de la cama, atando sin apretar mi túnica para salir.

"Maestro, ¿no estás durmiendo?" Little Second se sentó a la mesa de piedra en el patio a vigilar la noche. Cuando se levantó para verme, el cepillo en sus manos rodó de la mesa y cayó al suelo, y me incliné para recogerlo. Una mirada me mostró las capas y capas de papeles blancos que descansaban sobre la mesa, llenos de fórmulas de pastillas. Unos montones de libros descansaban a un lado, entre los cuales había papeles cubiertos con trazos de tinta en negrita que se asemejaban a la forma de una forma humana ...

Él bloqueó mi vista, las manos descansaban contra la mesa con un aire reservado mientras daba un rubor vergonzoso. Me reí a pesar de mí mismo y dije: "Deberías ir a descansar temprano. El viento es tan fuerte aquí que la luz de la lámpara no puede evitar parpadear. ¿No quieres mantener tus ojos?"

Apretó apresuradamente los libros contra su pecho, hablando en voz baja. "Tan pronto como limpie aquí, entraré".

Estaba rojo hasta la base de las orejas. ¿Quién no había experimentado esto antes? Míralo, nervioso solo por mirar diagramas de acupuntura de mujeres. Pensando en el momento en que mi libro secreto de pornografía se hizo pasar por un diagrama de acupuntura, debo haber tenido la misma cara roja impotente. Solo recordarlo hizo que se doblaran las comisuras de mi boca.

"No estás durmiendo a pesar de que es de noche, y ahora has corrido aquí sin una capa extra de túnicas". La voz de Second interrumpió mis pensamientos mientras me miraba. Supuse que debía haber ocultado con éxito sus bienes, porque su tono era más audaz que antes.

"No podía dormir. Cuando escuché tocar la flauta por primera vez, decidí echar un vistazo". Respondí con un estiramiento perezoso.

"Maestro, su audición también está empeorando", siguió la dirección de mi mirada para ver el pabellón más allá, y se rió. "Ese es Quinto tocando la flauta. Primero es entretener a un invitado dentro del pasillo, ¿cómo podría tener tiempo libre para tales cosas?"

"¿Un invitado?" ¿Qué tipo de invitado pasó en medio de la noche?

"Creo que es probablemente uno de esos tipos aburridos y curiosos que vinieron a ver el Despreocupado sin preocupaciones. Con Primero lidiar con ellos, el Maestro no tiene que preocuparse", colocó un cojín suave en el banco de piedra y me ayudó a sentarme. la mirada a la deriva en la dirección del pabellón. "¿Es molesta la música de Fifth? ¿Debo ordenarle que se vaya?"

"Ha pasado un tiempo desde que lo escuché, así que quiero escuchar". Dije a la ligera. Un peso de repente se levantó de mis hombros cuando mi túnica exterior cayó al suelo. Segundo me dio una mirada gentil mientras la volvía a poner sobre mis hombros.

"Con el viento tan fuerte, no deberías quedarte quieto. Tu cuerpo no podrá soportarlo a la larga, así que podría calentarte un poco de vino. Oh, es cierto ..." Se rascó su cabeza y sonrió avergonzado. "También hay un poco de sopa dulce en las cocinas. Originalmente lo hice por capricho, pero a propósito agregué algunas hierbas calmantes a la mezcla. Espere aquí, Maestro, y le conseguiré un tazón".