Prefacio

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La lluvia no paraba de caer. Elevaba mis ojos hacia el cielo, y me preguntaba a mí mismo ¿Cuándo pasará todo esto?, ¿Por qué tanto sufrimiento?. Oí un trueno en lo alto del cielo, este hizo que yo volviera a la realidad. Mi teléfono empezó a sonar ¿Quién podría ser?. Era ella, aquella con quien quedé verme en la plaza el sábado pasado. Pero, la lluvia arruinó mis planes. Contesté el teléfono. Su voz era hermosa, la simpleza de su amor me aceleraba el corazón, y que con tan solo una palabra hizo versos en mi almohada. Hablamos durante muchas horas, nadie se cansa de alguien que le gusta. Con ella podía hablar de muchas cosas, pues tenía una mente abierta. Esa noche sólo se oían las gotas caer sobre el techo de mi casa, se oían las risas que ella me producía, esa noche fue la mejor de mi vida. Cayó un rayo. La noche se puso mas fría. El silbido del viento y el sonido de la lluvia eran las melodías que acompañaban la noche, y todo eso se juntaban con mis celos, que querían tenerla, conmigo, en mis brazos. Llegó el momento de despedirse. Dijo que no la volvería a ver, si no hasta cuando seamos libres. No entendí que era lo que quiso decir. "Yo estoy en camino a la libertad, no puedo estar con alguien que esté preso en la inmediatez de este mundo material"; agregó, ¿A qué se refería? ¿Acaso yo me sometía mucho a las cosas materiales?. Ella me recomendó dos libros que me ayudarían a ser libre: "Volar sobre el pantano" y "Tus zonas erróneas", esas eran las obras que ella me dijo que leyera. Al día siguiente me desperté con ganas de ser libre, pues quería volver a verla, quería vivir perdiendo la cordura en sus brazos.
Fui a comprar pan para el desayuno y pude observar que afuera de mi casa se encontraba una caja llena de libros que habían dejado ahí para que luego el carro recolector de basura se lo llevara. No sabía quién era la basura, la persona que los había dejado afuera o aquellos libros llenos de tantas cosas buenas que nos sirven para construir nuestras vidas orientadas hacia lo alto. Me tomé el trabajo de revisar los nombres de aquellas obras, y ahí me di cuenta que entre esos libros estaba la obra "Volar sobre el pantano". Entré de inmediato todos los libros que habían en esa caja a mi casa. Fue así entonces como empecé a liberarme, y lo hice de la misma forma como me libero en este ensayo.

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Cuando Seamos Libres ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora