Cuando Seamos Libres ©

¡Vuela!

“Volar sobre el pantano”

Los días pasaban y mis lecturas eran mas constante. "Volar sobre el pantano" era una obra muy interesante, narraba la historia de Zaid y Lizbeth, una pareja de esposos, todos los hechos se desarrollaron en un viaje, ambos estaban en busca de Alma, hermana de Zaid. Zaid había recibido una carta de alma, donde ella decía que se encontraba muy mal, entonces éste decidió ir a buscarla. Durante el viaje la pareja empezó a contar como vivió su juventud personalmente. Eran tantos los problemas que ambos tenían que enfrentar que hizo que la obra sea mas interesante aún.
Una semana antes yo no me sentía bien, últimamente yo no me recargaba de esa buena vibra como antes, eran tantos problemas que ya no soportaba más. Fue así entonces como entendí lo que ella me quiso decir, tal vez quería darme ánimos, pues ella conocía mis problemas. Carlos Cuauhtémoc Sánchez es un escritor que se a dedicado mucho a la juventud tratando siempre de llevar un buen mensaje a tantos adolescentes que se pierden en el vicio de la droga y el alcohol.

Cuauhtémoc levantó su voz, y a través de este libro le quiso decir a toda la juventud que la vida se trata de sobrevivir. Algunos caminan, pero murieron hace mucho; otros ya no quieren pelear, ya se dieron por vencidos.

Ojalá existieran mas libros con las indicaciones para sobrevivir, porque quizás nadie nos enseñó como salir adelante después de todos los problemas que tenemos que soportar, y es que muchas veces la tristeza nos hunde hasta llegar al deseo de morir. Pero si existen aquellos escritores que se preocuparon por la juventud destruida emocionalmente, y uno de ellos es Cuauhtémoc Sánchez, hoy no comprendo como pudieron haber echado a la basura un libro como este ¿Cuánto tiempo tenía ese libro en mi casa? Pero nunca me había interesado en él, siempre estuvo en esa caja vieja esperando a ser leída por alguien. Una vez alguien me dijo que cada ave, con las alas extendidas, es un libro de hojas abierto en el cielo. Sería un gran pecado encerrarlos y no permitir que esas pequeñas bibliotecas sean admiradas por todo el mundo.

Una mañana desperté con los ánimos por los suelos, literalmente. A mi abuelo se le había detectado una enfermedad. ¿Por qué la vida es tan dura? ¿Por qué me duele tanto haber crecido?. Como es la vida, cuando éramos niños, deseamos crecer rápido para hacernos independientes, aunque eso es lo peor que podemos anhelar, sin darnos cuenta pedimos alejarnos de nuestros padres, a veces somos indiferentes con ellos pero ya cuando los tenemos lejos nos arrepentimos por lo hecho, lloramos al no tenerlos, duele la distancia, duele cada llamada con un te extraño, duele decir adiós, aún me duele haber crecido.

Muchos adolescentes se dan por vencidos y ya no resisten mas estar en esta vida, cuando nos damos cuenta como es realmente.

Era un día de miércoles, estaba en clase de literatura. Recuerdo ese día porque estaba en la puerta esperando a que llegue el profesor y de manera notificadora le grité a todos mis compañeros “Ahí viene el pelado”. Tal vez nunca nadie se había atrevido a decirle eso al profesor. Debo reconocer que por esos días había descuidado mucho la lectura, además ya me había acostumbrado a la idea de que no volvería a ver a la persona que me había recomendado esos libros. Mi lectura era vaga. Yo quería volver a verla, pero aún no le encontraba sentido al libro, entendí que debía liberarme. Pero ¿Cómo hacerlo? ¿Por qué ella no fue mas directa al decir las cosas?. Pues justamente ese día me di cuenta de lo que realmente me quería decir.

“Millones de posibles líderes decidieron esconderse cuando se hallaron frente al veneno de los críticos resentidos. Pero el veneno no mata si tu no te lo tomas” (Volar sobre el pantano) Esto me hizo pensar, yo no era un líder, yo era un crítico resentido. Siempre realizaba críticas destructivas hacia mis demás compañeros. Nunca los felicitaba por sus logros ¿Cuánto daño le podía estar causando a mis amigos con estos comentarios? Bien dicen que una sonrisa puede decir mil palabras, pero una palabra puede matar mil sonrisas. Las palabras es como un cuchillo, te rasgan la piel, pero ésta te deja secuelas en la vida.

Tenía herido el corazón. No poder hablar con la persona que quieres mucho no es fácil. Pero debía soportar todo eso, me lo merecía. Eso era lo que ella quería. Ella quería que lea ese libro para así yo mismo darme cuenta de mis errores. Mi conciencia no me dejaba tranquilo, mí corazón partido en mil pedazos. Yo debía volar muy alto sobre el pantano.

Fue así entonces como decidí empezar a liberarme. Cuando una persona quiere remodelar su casa tiene que deshacerse de todas las cosas viejas, yo debía poner en venta mi conciencia, debía rematar mi dolor, cambiar mi cansancio de apariencia y dejar reciclando al corazón. Fui curando las heridas de mi vida. Pero cupido ya no quiere jugar, estúpidamente se va. Amarla fue casualidad.

Al salir de clases, fuí corriendo hacia mí casa. Llegué a casa y todos estaban cenando. Era la primera vez que encontraba a casi toda la familia reunida, pues yo siempre llegaba tarde, muchas veces me entretenía en otras cosas al salir del colegio. Entré a mi habitación y lo primero que hice fue llamarla. Quería decirle que ya había entendido el mensaje, que había aprendido la lección, que ya no soportaba mas estar así. Ella nunca contesto mi llamada.
La única solución era que yo me olvide de ella. En ese momento quise echar el libro a la basura, pues ya no quería seguir leyendo, si realmente ella me quería solo debía decirme mis errores para poder entrar en razón y así cambiar, pero ¿Por qué tuvo que ser así? ¿Por qué lo hacía tan difícil? Ella no respondía mis mensajes, la llamé con el pensamiento pero su olvido no me contestó. Estuve a punto de dejar de leer el libro, pero ya le había dado el nombre a mi profesor para que me evalúe. “Volar sobre el pantano” significaba mucho mas que una nota, el simple hecho de que éste sea el arma que ella me había recomendado para así poder liberarme, hacía que este libro tenga un gran valor para mí. Pero cada página de ese libro me recordaba a ella, todo me sabía a su recuerdo.

Hoy no me arrepiento de haber leído ese libro. Debo reconocer que me ha ayudado a superar muchos problemas, aprendí a liberarme de los problemas, aprendí a ser fuerte, a no destruir a mis compañeros con críticas destructivas, aprendí a pedir perdón, perdonar y aprender a pedir perdón es realmente ser libre. “Volar sobre el pantano” es un libro que tiene algo que los demás no tienen. Siento como si fue escrito para mí, ese es un motivo mas por el cual soy un gran admirador de Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Su deseo de formar un mundo diferente me a hecho volverme “fans” de él. Cuauhtémoc es un escritor mexicano, muy ingenioso, hay que reconocerlo, pues éste tiene una manera de llegar a las personas muy única.  Ahora cualquiera quiere ser escritor, tenemos el caso de Mónica Cabrejos que con su libro “Ni puta, ni santa”, hoy está ganando mucho dinero, no por ser una buena escritora, si no por ser conocida y de esa manera se le hace mas fácil vender y promocionar su libro. Aunque esta sociedad necesita mas escritores como Cuauhtémoc, que es como la sangre, llega a la herida sin ser llamado.