Abrió los ojos lentamente para que estos se acostumbrasen a la claridad. Cuando se dio cuenta del ambiente en el que se encontraba se sobresaltó un poco; no veía tubos ni nada que se pareciese un laboratorio, y las únicas rejas en las que estaba eran las de su celda.
¿Era una ilusión? No, podía oír también los ronquidos de sus compañeros y las risas de estos eran muy reales. Entonces... ¿lo de anoche era un sueño? ¿Todo lo que Elf le dijo...? ¿Todo lo que vio...?
Espera. Se detuvo por un momento intentando recordar el acontecimiento de ayer consiguiendo nada más que un dolor muy fuerte de cabeza y la imborrable imagen de su hilo rojo conectado con...
-Elf...- terminó su frase en voz alta, como si nombrase a la mismísima desgracia y provocador de todos los males y plagas de este mundo.
Ahora mismo, posiblemente lo más fácil de hacer es pensar que todo ha sido un mal sueño, volver a recostar la cabeza en la almohada y pensar en otra cosa. Sí, suena de maravilla esa idea. De no ser porque a partir de aquel instante, no solo tendría que lidiar con la idea de que un sádico elfo es su destinado, sino que también porque el hilo del demonio del color de su desesperación, adornaba su dedo meñique.
Jyugo se miró el dedo con amargura y sorpresa.
Podía verlo, su cuerda mágica que decide con quien estar, la veía. ¿Era una especie de efecto secundario al haber encontrado a su destinado? Fuera lo que fuera, lo odiaba con todo su ser.
Se levantó de su mullido futón y miró con atención a su alrededor. Se relajó un poco al no notar nada fuera de lugar, tal vez es verdad que fue tan solo un sueño.
Mientras todo el bloque 13 se iba desperezando, Jyugo daba una vuelta por los pasillos algo inquieto. Se preguntaba una y otra vez si debería seguir aquella cuerda que desaparecía entre las sombras de los pasillos en los que no llegaban la luz de los focos. Lo más probable, es que sea una treta de ese rubio de bote; el era la presa y la cuerda las migas de pan. Sería de estúpidos seguir su juego pero ¿por cuánto más resistiría la tentación de arriesgarse? Aunque, muy a su pesar comenzó a descartar hecho; el sentimiento cálido y acogedora de aquella noche envolvía su mano entera y parte del brazo, disfrutaría de la sensación de confort que le otorgaba, de no ser porque procedía de la mayor aberración que le ha tocado sufrir.
Volvió a posar la mirada en la cuerda y se fue en dirección contraria a la que esta apuntado.
Después de pasar lista, Hajime los mandó a hacer los deberes de hoy como de costumbre.
-¿¡Qué?! ¿¡Por qué tenemos que encargarnos de los baños?!- protestó Uno, seguido de unos: "eso, eso" de sus compañeros- Los hombres de esta prisión son un cochinos, a saber lo que nos encontramos...- añadió, intentado a su vez que su propia imaginación no le cause un trauma.
-¡Habrá cucarachas!- grito Nico, aterrorizado.
-¡Se llevan la comida de la cafetería y se la comen en los baños!- sollozo Rock- Son unos monstruos.
-¿¡Piensas dejarnos a merced de todas estas horribles cosas?!
-Sí.
-¿¡Es que no te importamos?!
-No.
Con ese innecesario y un poco patético diálogo en donde sus quejas para librarse de hacerlo no tienen valor alguno, mientras que Uno estaba consolando a un herido Rock, Jyugo distraía su curiosidad fregando lo mejor que podía.
Cada dos por tres, el hilo tiraba de él para que lo siguiese. Posiblemente el que estaba al otro lado quería que lo encontrase, quería verlo. Pero, nuestro pelinegro no estaba ni de humor ni de ganas de hacer su petición real, por lo que, tan solo lo ignoró. Su paciencia duró unas tres horas, pensaba que si lo dejaba estar se cansaría y lo dejaría en paz de una buena vez. Pero no, es todo lo contrario, a medida que los ignora más y más su insistencia se hace más notoria y sube hasta llegar a un punto.
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No lo acepto/Nanbaka/ yaoi
FanfictionTwo-shots No te creas que esto se quedará así. Por mucho que una cosa sea dicha, yo no la acepto, nunca te escogeré.