Subo por las largas escaleras de mármol hasta el segundo piso, cruzo por el ancho pasillo con puertas a cada lado hasta llegar a la última puerta, que es la de su habitación; entro y veo su cama tendida como siempre, algunas de sus cosas de deporte, todo como la última vez.
Encuentro algunas fotos nuestras, abrazándonos y besando nuestras mejillas. Sonrío involuntariamente y pienso en cada momento que pasamos juntos, en lo felices que éramos, o al menos eso creía yo.
Voy a llevarme algunas cosas de él, no tanto por lo que le dije a su madre, más bien para tener algo para recordarlo.
Agarro una maleta y guardo algunas prendas, su cámara, algunos libros y nuestras fotos juntos.
Me siento en su cama e imagino que lo tengo a mi lado, pero se que no es así y decido salir antes de no poder abandonar ese lugar que tiene su esencia.Salgo con paso lento de su habitación y mientras camino asimilo lo que me dijo la señora Margaret, por lo visto Peter sabe algo, me preocupa que Matías esté en problemas pues eso se le da muy bien.
Llego al primer piso y digo en voz alta -Gracias señora Margaret, tengo lo que Matías buscaba.
-Layla, si vas a ir a verlo a casa de Peter dile que lo quiero y que solucionaremos nuestros problemas familiares- Dice y luego me observa con una mirada suplicante.
-Se lo diré- Le digo pensando en que tal vez sus problemas no eran por la familia sino por alguien del instituto.
Salgo de la casa y veo a Stella sentada en un escalón del porche.
-Bueno, ahora de compras- Dijo mientras se levanta y me sonríe- ¿Qué te dijo la señora Campbell?
-Que Matías se estaba quedando en casa de Peter
-¿En serio?- Dijo mirándome con interrogación
-Si, tal vez es verdad y solo me ignora o puede que solo haya dicho eso para librarse de su madre, no lo sé, tratar de encontrarle una razón a esto será difícil- Digo mientras comienzo a caminar en dirección a casa de Peter, Stella empieza a caminar y me alcanza.
-Layla, el centro comercial es por el otro lado.
-Lo sé, pero no quiero esperar, necesito respuestas ahora mismo.
-Vale, tranquila.
Seguimos caminando mientras hablamos y hablamos, ni siquiera sé que tenemos que decirnos que no sepa la otra.
Llegamos a la casa de Peter y ruego por que me diga algo, por que no sea el tarado que suele ser.
Estoy a punto de timbrar cuando alguien abre la puerta.-¡Layla!- dice animado y con una sonrisa- ¿qué tal andas? ¿qué se te ofrece?.
-Peter, ¿Matías está aquí?- Digo sin rodeos.
-No, ¿por qué lo preguntas?- dice mirando hacia otro lado y se que está mintiendo.
-Tu sabes perfectamente por qué, no me vengas con eso- Digo seria y un tanto enojada, Si, me enojo con facilidad.
-No lo sé- dice algo nervioso.
Me abro paso y entro a su casa, se que está mal pues él no me ha dado permiso pero sus padres no están, según Matías se fueron hace tiempo.
Al entrar no puedo creer lo que veo.
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La Última Noche
Teen Fiction¿Por qué tuvo que suceder así? No puedo creer como cambiaron las cosas en una sola noche. Él ya no está aquí y es por mi culpa. Si las cosas hubieran sido distintas Matías estaría aquí, conmigo. Ahora solo puedo preguntar a extraños por él, y tratar...