Capítulo 2 "la ira"

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 Otro nuevo día comenzaba en el instituto, y lo que parecía un sueño de año tranquilo se desmoronaba de a poco.

-Así que tu eres la novia del simpático de Ken, ¿no?-

Una rubia oxigenada junto a otras dos chicas molestas me acorralaban contra los casilleros.

-¿que? ¿quienes...-

-No hace falta que lo ocultes, los hemos visto la vez pasada en el bazar- me interrumpió -pobresita, no tenias un partido mejor, aunque mirándote bien no es como si tuvieras muchas opciones- las tres se rieron fuerte. Eh! ¿no dices nada? Esta bien, es bueno que seas tranquila, así nada malo te pasara, ¿verdad chicas?- Las otras dos le seguían el ritmo.

Patético.

-¿Ya acabaste con tus estupideces?- Quedaron sorprendidas -Puede que yo no tenga mucho para elegir pero ¿que sucede contigo? Ni siquiera con dinero tienes novio, ¿por que sera?-

-¿¡Que!?- su cara enrojeció -¿¡Quien te crees que eres para hablarme así!?-

-Puedo ser tu peor pesadilla si eso es lo que quieres-

-¡JA! ¿Crees que das algo de miedo? No me hagas reír. Pensaba en dejarte libre pero luego de esto parece que quieres atención- se acercó aún más a mi -este año sera el peor de tu vida-

Con esas últimas palabras se fue junto con sus mascotas. La vi hablar con otra chica más pero no preste más atención ya que escuche una voz a lo lejos que me llamaba.

La persona que me menos esperaba me observaba del otro lado del pasillo con los brazos cruzados y una expresión de burla. Me acerque a él y lo mire intrigada.

-Creí que te lanzarías a su cuello- dijo divertido -pero parece que no eres tan peligrosa como pensé-

-¿te gustó el espectáculo? Puedo desquitarme contigo ¿sabes?-

Todavía recuerdo como Castiel trato a Kentin pero ya no me molestaba como la primera vez.

¿por que conmigo y no con ellas? Parece como si les tuvieras miedo-

-¿miedo?- no pude evitar reír -no me gustaría ser suspendida al comenzar las clases, y también... Kentin podría enojarse-

-Entonces si son novios- indagó el pelirrojo

-no... no lo somos, él es un muy buen amigo, el único que tengo-

Sentí como la nostalgia invadía mi mente y la tristeza se apoderaba poco a poco de mi. Los recuerdos de soledad en mi vida escolar parecían interminables hasta que Kentin llego a mi rescate y me sacó de ese rincón oscuro al cual nadie se quería acercar.

La mano de Castiel cayó sobre mi cabeza obligándome a volver a la realidad.

-Esta bien tener un único amigo, yo también tengo solo uno-

¿Acaso Castiel intentaba consolarme?

-¿Es gruñón igual que tú?- me burle.

-Yo no soy gruñón, solo no me gustan los idiotas-

-debe ser duro para ti verte al espejo en las mañanas- Vi su cara oscurecerse, parece que no le gusta que jodan con él -¡Es broma!- reí -por cierto ¿qué sabes de la rubia?-

-Amber, es la hermana del idiota del delegado. Creí que la conocías, como mencionaste lo del dinero-

-Digamos que el bolso que llevaba no es uno de los baratos- Si hay algo que podía hacer a la perfección era juzgar a la gente.

La campana sonó y los alumnos se dirigían a sus respectivos salones. Al entrar en el aula Kentin me esperaba con una sonrisa y un puesto vacante. Me senté a su lado y mientras el profesor comenzaba la clase le conté lo que había sucedido con el trío de arpías.

-¿a ti te han dado problemas?- indague.

-en realidad no, solo me han hecho preguntas-

-¿Que clase de preguntas?-

-Nada personal, cosas triviales- contestó -¡Ah! Lo olvidaba ¿me acompañarías al banco?- dijo mientras revolvía su mochila ansiosamente una y otra vez.

-Kentin ¿que sucede?-

-El dinero- estaba pálido -he perdido el dinero-

-¿Que? Espera, ¿estas seguro que estaba en tu mochila? Seguro lo olvidaste en casa-

-¡No! Estoy seguro que lo traje, lo estaba guardando en mi mochila cuando llegaron Amber con sus amigas-

La ficha me había caído. Amber le había robado el dinero, no tenía prueba alguna de eso pero tenía una manera de averiguarlo, a la fuerza.

Me levante violentamente de mi asiento en el momento que la campana dio por finalizada la clase. Busque a Amber por todos lados hasta que la encontré en el patio junto con las otras dos.

-¡A ti te buscaba!-

-¿ah? ¿que quieres ahora?-

La vi como guardaba dinero en sus bolsillos.

-Creo que tienes algo que no te pertenece-

-¿Ah? No se de que estas hablando. Ahora vete antes que me enoje-

-¿enojarte? JA creo que la que al final va a terminar realmente enojada seré yo y tu no quieres verme así-

-¿en verdad crees que das miedo? Yo que tu no haría nada estúpido, después de todo no quieres ser excluida otra vez ¿verdad?-

-¡Tú! ¿como sabes que...-

-tu legajo es muy interesante y mas la parte donde dice que no tienes ni un solo amigo- se burló -¿y que pasa con eso de la ira? Acaso no te dan la suficiente atención en casa para comportarte así? Se buena niña y vete de una vez-

Mi cuerpo se movió por si solo, el deseo de romperle la boca de una trompada ganó. Toda la ira que intentaba aplacar día tras día, sesión tras sesión la deje ir en ese golpe pero la suerte no estaba de mi lado, ella se reía de mi.

Vi a Kentin en el suelo, tomándose la barbilla. Le había pegado, había golpeado a mi único amigo.

-Que suerte que no hay otros heridos- dijo intentando sonreír pero no podía, había sido demasiado fuerte.

Algunos estudiantes se acercaron a ayudarlo a levantarse.

Estaba en paralizada, no lo podía creer, no podía moverme, ¿que había hecho? De nuevo me deje llevar y esta vez fue Kentin el herido.

Sentí a alguien que me sacudía levemente mientras me llamaba, era Castiel que intentaba que vuelva en sí. 

Cuando finalmente retome el control de mi cuerpo hui, corrí hasta que mis pies dijeran basta y una vez a salvo, lloré, sin ningún tipo de consuelo, sin ningún perdón.  

Recuerdos de mi amor (CDM) - PAUSADAWhere stories live. Discover now