Dicen que, al mirar el cielo nocturno y pedir un deseo desde lo más profundo de tu corazón, este se cumple.
Por años había deseado que mamá no me hubiera dejado, había pedido tener amigos, había pedido buenas calificaciones en la escuela.... claramente nada se había cumplido.
Papá es bombero, mejor dicho, lo fue. Él murió al intentar salvar una persona de un edificio en llamas cuando tenía siete años.
Pocos meses después de perder a papá conocí a Shirogane Takashi, un japonés un año mayor al que siempre vi como hermano. Como el hermano mayor que nunca había tenido.Ahora que él tiene veintitrés años se consiguió pareja, no es que los quiera separar o que me molestara que Shirogane tuviera novio pero él se aleja cada vez más. Nunca hablé de nada con nadie que no fuera él y a decir verdad me aterraba el hecho de tener que hablar con gente desconocida.
Ambos compartíamos departamento, yo trabajaba en turno matutino y él en el vespertino haciendo casi imposible que nos vieramos.
-Shiro, ¿Donde estás? No regresaste esta mañana.- Pregunté por el micrófono del celular.
-Me quedé a dormir con un compañero.- Con el simple hecho de que dijera eso ya sabía de que trataba. Además la voz de Shiro estaba ronca y cortada dando a entender que se acababa de despertar.- Probablemente regrese hasta mañana.- Acto seguido bajó el volumen de su voz.- Estoy con Adam.
-Ah... está bien, te veo mañana entonces y quiero ser padrino en su boda.- Pese a estar bastante lejos casi sentí como el japonés se ruburizó.
Antes de que me gritara por haber hablado de más me despedí y colgué.
Ese día en particular me habían dado vacaciones, además de que me sentía fatal, según el termómetro tenía un poco de fiebre, migrañas y el cuerpo cortado. Me tomé una pastilla sin esperanza de que funcionara y me recosté a dormir aunque fuera una o dos horas.
Pasaron unos minutos hasta que finalmente caí en brazos de morfeo.Al despertar un escalofrío recorrió mi espalda. No había notado que la ventana estaba abierta de par en par dejando entrar una helada ventisca.
Asomé la cabeza por la ventana viendo el paisaje citadino alumbrado casi en su totalidad por luces artificiales. Al mirar el cielo apenas se veías un par de estrellas, amenazantes nubes de lluvia y una brillante luna menguante. Recordé los momentos en mi niñez en los que leía sobre el tema cósmico. Amaba leer sobre los planetas, estrellas y galaxias soñando con finalmente poder viajar tan lejos y apreciar las estrellas en su totalidad sin sufrir por la luz creada por el humano.
Respiré profundo y miré una esfera brillante a millones de años luz de distancia.-¿Podrías...- Definitivamente me sentía como un idiota al hablarle a una estrella.- ayudarme a encontrar a alguien?
Hablarle a una estrella, ¡Qué genial idea Keith! Golpee el marco de la ventana y me vestí con ropa apta para salir. Ya no me sentía tan mal como para no poder salir así que tomé mis llaves, una sudadera roja y salí del departamento.
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Deseo a las estrellas ▪ Klance
FanfictionPedir deseos a las estrellas es una estupidez. Esto pensaba Keith Kogane antes de que, en un momento de necesidad pidiera a las estrellas alguien que alguien en el mundo lo acompañara. Entonces su deseo fue cumplido. ● Show: Voltron Legendary Def...