ODIAME, ES MEJOR, QUIEN ODIA NO PUEDE OLVIDAR

LO HARÍA

*NARRA ROI*

Estaba abrazado a ella, no podía, o no quería soltarla, se estaba tan bien rodeándola con mis brazos, protegiéndola de todos sus temores, la quería, mucho, pero la imagen de la canaria besándose con ella no dejaba de rondarme por la cabeza...

M: Roi... ¿Podrás perdonarme algún día?

No podía dejar de mirar sus hermosos ojos, ella hacía lo mismo...

Respondí con la mirada, ella no necesitaba más para saber lo que quería decir...

*NARRA MIRIAM*

Nos miramos a los ojos, en una sola mirada me transmitió que me quería, muchísimo, que eso le había dolido como mil puñales en el pecho, pero que no podría resistirse a perdonarme...

Y yo en esos momentos no pude resistirme a besarle, lo hice, pero no sabía si la había cagado, o si le había encantado...

*NARRA ANA*

Estaba abrazada a Mimi, sabía que todo había acabado, que las cosas ya se calmarían, pero no podía evitar que alguna que otra lagrimilla callera por mí mejilla...

Estaba tranquila, mucho más tranquila, hasta un poco menos triste, entre los brazos de la granadina se estaba genial...

De repente, algo rompió mi tranquilidad, un mensaje, un mensaje amenazador...

Esto acaba de empezar...

No pude evitarlo, mis piernas empezaron a temblar, solas, se suponía que esto acababa de terminar, con el puto beso, pero no, no, esto solo acababa de empezar...

Mimi notó que algo me pasaba, le indiqué que leyera el mensaje, y así hizo.

Mim: tía, hay que ir a comisaría...

Ana: Mimi, ¿A caso no te acuerdas de lo qué pasó la última vez que fuimos hacia comisaría? Porque yo si, con mi mejor amigo en coma, paso, de verdad...

Mim: Pues hay que encontrar alguna solución...

Ana: Ya pensaremos en algo, esto no puede quedarse así...

*NARRA ROI*

Me besó, ese beso me desconcertó un poco, pero fue el más sincero que me habían dado, me quería, la quería, el único problema era esa imagen, incrustada en mi cabeza...

R: Miriam...

M: MIRA JODER ROI QUE TE QUIERO COMO NO HE PUTO QUERIDO A NADIE, ELLA SE LANZÓ, DE VERDAD, SI HACE FALTA TE SACO LA INAGEN DE LA CABEZA A BESOS, QUE LLEVO YA DEMASIADO TIEMPO QUERIENDO DECIR ESTO.

Escuché perfectamente todas y cada una de las palabras que salían por la boca de aquella leona, Miriam, a la que tanto quería...

Acabó de hablar y nos quedamos mirandonos, sin decir nada, estuvimos unos minutos así hasta que sonreí, ella me devolvió la sonrisa, acaricié su cara con mi pulgar, aparté el pelo que tapaba su cara y lo dejé detrás de sus orejas, me quedé otro tiempo mirándola, pensado en cuánto la quería, y en cómo iba a intentar borrar eso...

Estaba decidido, lo haría...