Perdón

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No me voy a deprimir :'c

Le correspondí el beso, soy una estúpida, lo sé.

¿Cómo hago para volver a caer ante ella? No lo entiendo.

En vez de aprender de mis errores, los repito una y otra vez.

Sentía todo un desastre dentro de mi. Estaba feliz, pero triste.
Feliz porque sus labios me hacen sentir completa, pero triste porque ella no me quiere como yo la quiero a ella, no siente lo mismo que yo. Ella no... me ama.

Lo único que sé escuchaba en ese pasillo eran los pequeños sonidos de nuestros labios unirse y separarse, los jadeos que salían de estos porque no respirabamos y nuestras respiraciones agitadas.

Pongo mis manos sobre sus hombros y la empujo con todas las fuerzas que tengo.

—¿Qué sucede? —Preguntó confundida limpiando el rastro de saliva que había en sus labios, cosa que llamó mi atención completamente.

—No, Nishikino. —Mi voz salió lo más indiferente que me pudo salir, le dí una mirada fría y seguí mi camino hacia el cuarto.

Al llegar a éste me acosté en la punta de la cama y la chica que me gusta del otro lado.

Estaba a punto de dormirme pero...

Asuna.

Oh Dios, me va a matar.

¿Cómo le voy a decir...?

“Oye, baby, me besé con Maki más de una vez y me encantó :D”

No, mejor eso no.

No sé porqué pero encontré mi teléfono en el suelo. Rápidamente entré a Whatsapp.

Baby☘️
Conectada.

                                          ¡Baby :'D!

Baby☘️
Dulce, ¿qué haces despierta?

                         ...no puedo dormir.

Baby☘️
¿Qué pasó linda?
No es normal que la Idol 1° no tenga sueño.

                                               Perdón.

Saqué las notificaciones y bloqueé mi teléfono.

Wow, que cobarde que sos.

Me impresionas, NicoNico.

Ya cállate, subconsciente.

Cerré mis ojos, deseando con todo mi ser dormir, aún que sea por unos minutos. No puedo tener ojeras mañana, ¡me matan! ¡Quedaré horrible!

Después de unos minutos, logré dormir, y denle gracias a Dios que no saben que soñe.

Me levanté sentándome en la cama adormilada.

Dios, nunca había dormido tan bien.

Talle mi ojo con la manga de la remera de mi pijama, solté un gran bostezo y volví a acostarme para poder estirarme.

—Mou~ ¿qué hora es? —Murmuré con la voz ronca sabiendo que nadie iba a responder.

—La una de la tarde, las chicas ya se fueron. —Me levanté rápidamente con los ojos abiertos como platos al escuchar la voz de la chica que me roba suspiros, ¿¡qué hora dijo que era!?

Me levanté rápidamente y empecé a cambiarme con la ropa que había en mi bolso. Sin importarme que ella estuviera allí.

—O-Oye, tranquila. —Escuché su risa nerviosa. —¿Por qué hay tanto apuro, Nico-chan?

—Porque es tarde. —Dije de manera obvia y me giré chocando con su cuerpo. —Si me disculpas.

—No, no te disculpo. —Sonrío y me dió la espalda. — Vamos, preparé el desayuno.

—¿Nishikino Maki cocinó? Quiero ver eso. —Bromeé y bajamos hasta el salón donde estaba el desayuno servido.

Inmediatamente quedé con la boca entreabierta.

Había un café amargo para mi, seguramente uno con azúcar para ella, galletitas con chispas de chocolate y un ojo de naranja. Al parecer, recién exprimido.

— ¿Lo hiciste vos? —La miro arqueando una ceja dubitativa, ella sólo afirmó con la cabeza —¿Tiene algún veneno o algo por el estilo?

Sentí un pequeño golpe en mi cabeza y ella fue a sentarse frente a la silla, supuestamente indignada.

—La próxima vez ni me molesto en hacerlo —Dijo seca y no pude hacer otra cosa que sonreír.

Me senté frente de ella y tomé un sorbo de mi café.

—Sabe muy bien.—Cerré los ojos disfrutando de la paz de aquel instante, la cual se vió interrumpida por unas pisadas bajando las escaleras.

—¡Buenos días su señoría!—Gritó Sakura entrando al salón con una sonrisa, alegre.

—Buenos días vida de mi vida.—Le respondió Maki con una sonrisa sincera y yo me sorprendí mucho.

Es como si estuviera viendo Titanic, pero la versión donde el barco no se hunde.

—Buenos días, Nico woo~ —La pequeña hizo puntas de pie y me dió un beso en la mejilla, como saludo, para después sentarse a mi lado.

—Buenos días dulce. —Le extiendo el paquete de galletas para que coma, obviamente sonriendo.

Me fijé en la vestimenta de Sakura y venía en un pijama de ositos.

—Bear —Pronuncié y las hermanas me miraron confundidas. La mayor con el borde de la taza sobre sus labios y la menor con una galleta en la boca. —Desde ahora serás Bear, Sakura.

—Me gusta. —Dijo como pudo y trago la galleta pesadamente— Gracias Nico woo~

—No es nada. —Sonreí y con mi Bear compartimos mi desayuno.

Luego de terminar, charle un poco con las hermanas y luego de despedirme, salí de esa gran casa para irme a la mia.

Casa casa, cada uno pa’ su casa.

Al llegar a mi departamento me encontré con mi mejor amiga apoyada en la puerta con un aspecto serio.

—Hasta que llegas. —Suspiró aliviada.

Ya valí, fue un gusto conocerlos.

Friends Nicomaki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora