ENFRENTAMIENTOS

9 1 0
                                    


Cateline y yo nos giramos rápidamente y nos relajamos al ver que era Bruno. Venía en el tercer caballo que se aguardaba junto a los demás, era grande y blanco. Bruno se acerca hacia nosotras y nos grita:

- ¡Corred, están cerca!- Y justo después de esta advertencia, detrás de él a lo lejos vemos a unos guardias venir a toda velocidad.

-¡Vamos! Por la derecha.- Dice Cateline, y yo comida por los nervios tiro por la izquierda. Bruno al ver mi equivocación va detrás mía y grita a Cateline que nos siga pero ya está demasiado lejos. He perdido el control sobre mi caballo.

Los guardias van tras nosotros, cada vez están más cerca. Nos adentramos en el bosque y lo último que ha hecho el cielo es despejarse, sigue lloviendo y mucho más que al principio. Los caballos cada vez están más débiles. Tienen muy poca resistencia. Bruno salta de este, le imito. Nos adentramos a las profundidades del bosque. Los guardias siguen el camino y nos pierden de vista. Estamos muy cansados y no hablamos en ningún momento, solo nos miramos preocupados de la situación. Mientras caminamos, buscamos donde aguardarnos de la lluvia y los guardias. Bruno se sienta y apoya su espalda en un gran árbol y yo, una vez más, le imito. Mientras descansamos un sentimiento de preocupación me invade por dentro, ¿Cateline estará bien? El sentimiento se muestra en mi rostro, y Bruno me pregunta:

- ¿Estás preocupada por Cateline?- Asiento mientras apoyo mi cabeza en sus piernas.- Estará bien, sabe cuidarse.- Me consuela mientras me acaricia el sucio cabello castaño.

Mi cuerpo se va relajando por el cansancio y mis párpados se van cerrando hasta caer en un profundo sueño.

Cateline

Llego empapada al pueblo, a Meggy y a Bruno los están persiguiendo. Necesito encontrar ayuda ahora mismo. Me dirijo corriendo hasta la casa de Giorgio y le toco la puerta, abre enseguida.

- Hola Cateline, estás empapada ¿Necesitas ayuda?- Dice Giorgio un poco extrañado.

- Girogio, necesito ayuda. Meggy y Bruno están en peligro, los están persiguiendo unos guardias. Por favor tienes que ayudarnos.- Exclamo alterada.

Abre los ojos como platos al escuchar el nombre de Bruno y rápidamente se dirige hacia su corral, coge un caballo y un arco con flechas y sin decir palabra alguna, me indica que me suba al caballo con el que he venido.

- Vamos a por esos cabrones.- Dice Giorgio con rabia. - Guíame, voy detrás tuya.-

Me pongo delante de Giorgio y cabalgando nos adentramos cada vez más al bosque.

Estoy muy cansada, como me encantaría estar de vuelta a casa... Calentita con Meggy y Ares leyendo. Pero no es momento de pensar en eso. Posiblemente están en peligro. Miro a Giorgio y lo veo muy concentrado, parece que sabe a dónde dirigirse. Me mira y al verme asustada me sonríe para tranquilizarme mientras vamos con los caballos a toda velocidad. Cada vez estoy más débil. Me duelen las piernas y la espalda, es un dolor muy agudo. Pero eso no es lo importante, tenemos que seguir en la búsqueda de aquellos muchachos.

Estamos horas y horas buscando a Meggy y a Bruno pero no sabemos donde se pueden haber metido, tampoco están donde Giorgio creía que los íbamos a encontrar. Me explicaba mientras que trotábamos por el obscuro bosque que en el 1.228-1.250 se produjo un enfrentamiento entre el Papa y el Sacro Imperio Romano-Germánico. Me dice que en este mismo bosque encerraban a los guerrilleros contra la iglesia en una de las celdas que había escondidas en este lugar. Pero cuando nos hemos dirigido hacía unas horas no habíamos visto rastro de los muchachos. Me explica que por esa razón, está en contra de la religión. ¿Cómo un Dios iba a permitir una guerra en su nombre?

Giorgio siempre me hace reflexionar, tiene un pensamiento muy diferente al de los demás y me hace abrir más mi mente, tiene razón en lo que acaba de decir, siempre he tenido que creer en Dios y aunque Meggy y yo teníamos diferentes opiniones acerca de Dios y de la vida nunca nos hemos atrevido a expresarlo, pero Giorgio lo dice con una naturalidad que sorprende. Es admirable.

- Vamos a descansar un poco. Llevamos mucho tiempo buscándolos y se nos va a acabar la energía.- Dice Giorgio bajándose del caballo. Afirmo y me bajo también, Giorgio apoya su espalda en el tronco de un árbol y yo hago lo mismo.

- ¿Cómo sabes que Bruno sigue vivo?- Comenta Giorgio por fin, desde que hemos salido no ha comentado nada de Bruno.

- Pues el día de la tormenta vimos a Patronccio con sus guardias dándole una paliza, lo dejaron inconsciente y Meggy y yo lo ayudamos, le dimos cobijo por un día, no decía mucha cosa, pero se fue sin más. Ayer en la fiesta del pueblo unos guardias nos secuestraron y nos encerraron dentro de unas celdas extrañas y hoy Bruno nos ha sacado de aquí. Siento no habértelo contado antes.- Confieso

- Estás herida.- Me dice preocupado e ignorando completamente lo que le había contado.

- No te preocupes solo tengo un poco de sangre.

- Tienes una brecha en la frente, Cateline. Ten.- Rompe la manga de su camisa y me la ata al rededor de la cabeza.- Mi cara seguramente esté expresando dolor, pero aunque duela, prefiero no decir nada y apoyo mi cabeza contra el árbol. Estoy cansada.

- Voy a atar a los caballos, ahora vengo y descansamos.

Cuando se va, escucho algo detrás del gran árbol. Parece haber algún animal... Espero que solo sea eso, un animal. Me levanto y cuidadosamente me voy acercando a la otra parte de este para averiguar de que se trataba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 28, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Atrapadas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora