Paso 1: Acurrucarnos en las noches frías (y en las cálidas también)

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"Tú mereces ser feliz... Sin importar cuáles sean tus pensamientos o lo que hayas hecho. Tú mereces ser feliz"

― Shannon Messenger, Let the Sky Fall 


Jimin comienza a llorar. Jin, quien nunca podría soportar ver a ninguno de ellos en dolor, corre hacia él de inmediato.  Luego Taehyung se cuelga sobre ellos y Jungkook los observa con una tentadora sonrisita tirando de sus labios a medida que ellos se convierten en un bulto lloroso.

Fue difícil. Convencer a Jin de volver.

Ellos estaban acurrucados en el sofá, él tratando de persuadirlo, él acariciando en pequeños y suaves toques desde el cabello, el cuello, los hombros hasta la espalda de Jin, para luego subir otra vez, cayendo en ese hábito tan bonito que tenían.

"Solo a visitar, hyung. Jimin y Taehyung de verdad te extrañan. Por favor, hyung."

"Pero, qué pasa si-"

"Confía en mí, hyung. Ellos te aman tanto como tú los amas."

Él no había contado con que Namjoon estaría en casa. Él ve a Jin enderezarse, su forma usualmente encorvada adorablemente transformada en una postura defensiva. Él da un paso hacia delante listo para, esta vez, proteger a Jin de lo que sea que fuera.

Pero Namjoon se queda mirando a Jin como si él, accidentalmente, había caminado dentro de un maravilloso sueño.

"Namjoon", Jin susurra.

"Jin hyung." Namjoon cae en sus rodillas. "Perdóname, hyung."

"¡Namjoon, no!" Jin llora en angustia y trata de levantar a Namjoon. "Yo te perdono Namjoon, pero perdóname tú a mí también."

Namjoon asiente, incapaz de formular palabras, lágrimas fluyendo por sus mejillas. Jungkook seca sus ojos con el dorso de su mano cuando Jin atrae a Namjoon en un fuerte abrazo, ambos de rodillas en el piso en un revoltijo de brazos y lágrimas, en un desordenado y sentimental abrazo.

"Supongo que las cosas se pondrán mejor ahora", Hoseok, a quién envió un mensaje en el camino, comenta a su lado.

Jimin está sonriendo y llorando a la vez, el pequeño y adorable bultito que tiene de nariz están tintados de rojo, al igual que sus redondas mejillas. Los labios de Taehyung están estirados en esa hermosa sonrisa cuadrada mostrando hasta sus molares. Y, por primera vez en largo tiempo, Jungkook siente alivio en su corazón, siente que ha sido liberado de una gran carga que no sabía que llevaba.

El timbre de la puerta suena. Hoseok le guiña un ojo antes de ir por el pasillo y atender la puerta.

Después de un momento, Yoongi aparece.

Él se ve más pequeño de lo que Jungkook recuerda, delgado y cansado.

Su rostro es inexpresivo mientras levanta la mirada para enfocarla en Jin. Jungkook siente la cólera crecer en su interior, caliente y burbujeante.

Entonces vete, Yoongi había dicho, cuando Jin, aún discutiendo con Namjoon, le pidió apoyo con la mirada, sus ojos reflejando la desesperación que sentía. Tan solo vete.

Jin, quien hasta ese momento estaba con pie firme en su resolución; Jin, quien hasta ese momento defendía con fervor y palabras hirientes también a las acusaciones en su contra; Jin quien hasta ese momento se estaba agarrando del último hilo de esperanza al que llegaba;  se quedó en silencio.

Aturdido, sorprendido por un instante, con la cabeza un poco ladeada y los ojos vacíos, Jin miraba a Yoongi como si no comprendiera, como si lo que estuviera frente a él no tuviera lógica alguna.

Finalmente, salió de su estupor y caminó silenciosamente hacia la habitación que en ese entonces compartía con Yoongi, emergiendo con maletas empacadas minutos después.

Ahora, Jin le mira como si tuviera miedo hasta de respirar.

"Jin hyung." La voz de Yoongi sale un poco ronca, como si no habría sido usada en mucho tiempo. "Tú volviste."

Jin traga.

"Yoongi-"

"Es bueno. Es bueno el tenerte de vuelta, hyung." Esta vez su voz es más cálida y suave, como la superficie de la más fina seda. Como miel- no, como agua fresca y dulce envolviendo y bañando sus palabras delicadamente. Lento y sigiloso. Con mucho cuidado.

La ansiosa expresión en el rostro de Jin desaparece para dar paso a una sonrisa.

Jin siempre ha perdonado fácilmente. Y ha perdonado también porque entiende. Porque ha visto en aquellos ojos, que por ratos lo evaden, arrepentimiento y nostalgia.

Jungkook deja salir el aire que había estado reteniendo en un largo suspiro, yéndose también la rigidez de sus músculos y la dureza de su corazón.

Primeros Pasos [JinKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora