Me encontraba caminando por el frondoso bosque de Konoha, era un día cualquiera, cotidiano. Solo lo mismo de siempre, estaba en busca de hierbas y plantas medicinales que Tsunade-sensei me ordenó encontrar para que desarrollara antídotos básicos.
Comencé un duro entrenamiento con ella después de que Naruto la trajera a la aldea, al ser nombrada Hokage me costo convencerla de ser mi maestra, necesitaba volverme fuerte, ser mejor y ella podía ayudarme... Necesito escapar de esta oscuridad, de este dolor ¿Sasuke-kun, Naruto, algún día lograre alcanzarlos? Es lo que me preguntaba cada día hasta que comprendí lo perdida que estaba.
¿Cuál era mi camino en la vida? No podía vivir solo para amar a Sasuke, no podía depender siempre de Naruto. No, ya era hora de que me volviera alguien más, de que floreciera, no podía quedarme atrás y ver siempre las espaldas de mis compañeros, siempre débil, siempre protegida. Pero ¡Ya no más!
Nunca más seré la chica débil, en este mar de tinieblas y dudas aterradoras Tsunade-Sama ha sido una cálida luz guía, ya no puedo perderme del rumbo, aún no se adonde voy, ni que busco con exactitud ¿Traer a Sasuke de regreso? ¿Ser un apoyo para Naruto? No lo se... Estoy ligeramente rota y algo me falta, hay algo malo con este mi corazón de papel y cristal.
Algo que grita en busca de consuelo
El sol se está poniendo, la brisa cálida del viento chocando contra las copas de los árboles me relaja, es como un arrullo ligero, un murmullo nostálgico, tengo ya unas cuantas plantas de la lista así que puedo continuar mañana con la búsqueda, después de todo ya solo me falta encontrar cuatro especies más y acabaré la tarea que me dejo Tsunade-Sama, tengo tres días para ello y este es solo el primero.
-Eso es Sakura, vas muy bien-Me animo alegremente. Después de todo nadie más lo hará, estoy sola, una niña sin equipo, todos lejos, tres puntas de un triángulo entrenando por separado. Tres amigos divididos entrenando en lejanía con leyendas vivientes.
Emprendo mi marcha de regreso a la aldea, no me había percatado de lo lejos que estaba, me había perdido tanto en la idea de completar la misión de mi maestra que hasta me había salido de la ruta pre establecida... Esto me pasa por estar pensando tanto las cosas, concéntrate Sakura, ya deja de darle tantas vueltas a todo.
Salto y corro hasta llegar a un pequeño río de cuello delgado y aguas cristalinas, es calmo y sereno, me quedo observándolo un buen rato; perdida en el reflejo de mi ser... Y se siente extraño ¿Adonde fue la ingenua chica de largo cabello lacio? Ya no queda rastro de ella, tengo raspones, vendajes y el cabello corto y despeinado.
"Un ninja no necesita preocuparse de más por su aspecto físico..."
Me dispongo a emprender nuevamente la marcha cuando un ruido extraño llama mi atención, volteo y allí justo frente a mi hay una larga cascada de agua torrencial que cae rápida hasta converger en este tranquilo río, miro atentamente como esperando algo y allí, entre las cortinas de agua una luz me llama.
Es brillante y atrayente, me siento como una polilla que va ingenua hacia la luz. Un paso, dos, tres, salto y me paro en la superficie del agua acumulando chakra en la planta de mis pies, estoy a solo un paso de la cascada, a solo un paso de aquella extraña luz y mi mente me grita, me riñe y súplica en sonoros reproches que me aleje de allí, pero no podía, simplemente no podía.
Me era imposible razonar y por primera vez en mi vida un impulso desconocido se apoderó de mi ser, corrí atravesando la cascada y una oscuridad extraña me saludó, estaba dentro de una cueva y la luz se alejaba de mi, estire mi mano para alcanzarla impulsada por un deseo extraño y casi ajeno a mi yo habitual. Entonces el mundo a mi alrededor se borro completamente, no había nada, solo un inmenso vació blanco conmigo en medio de él.
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Quiero ver la bondad en ti
FanfictionNunca se sabe que vas a encontrar en esta vida, puedes pasar años buscando el amor, el poder o el secreto de como escapar del dolor. Estuve toda mi vida perdida hasta que te encontré. Siempre caminando en círculos aún sin saberlo, hundiéndome en el...