Quiero ver la bondad en ti

Para siemre

Porque prometimos encontrarnos una y otra vez por el largo mundo, era tras era, vida tras vida.

Este es nuestro juramento de amor eterno... Nuestro indefinido final feliz.

Año dos mil cincuenta, un nuevo día inicia en las agitadas calles de la ciudad principal, estoy despierta y lista para darlo todo una vez más, hoy es mi primer día en el trabajo como interna de medicina y estoy muy emocionada, tanto que casi no pude dormir anoche.

Me levanto de la cama con un salto, tengo el cabello despeinado y los labios resecos, corro al baño y me doy una ducha rápida, salgo con la toalla rodeando mi cuerpo, el agua gotea por mi piel y cabello, me miro al espejo y cepillo mis dientes, la alarma en mi celular suena desde la habitación, ya son las 06:30 de la madrugada, debo darme prisa, la puntualidad es lo primero.

Corro hasta mi armario y elijo un pantalón de mezclilla azul marino, una camiseta de mangas largas en tono vino, me calzo unas botas de media caña color café claro y me veo en el espejo, no está mal, después de todo esto estará tapado por la bata del hospital, tomo mi bolso y salgo del departamento, las calles están apenas despertando y aún hay luces en algunos faroles, me dirijo a la estación de trenes y allí tomo el que va en dirección al hospital "Konoha", no prestó demasiada atención al trayecto pues la música en mis oídos me distrae lo suficiente y de vez en cuando le doy una mirada a la pantalla de orientación para no perder mi parada.

Finalmente arribó al hospital y allí me encuentro con Shizune-Sempai que me da el recorrido y turno, estoy a cargo de Yamanaka Ino y Hyuga Hinata, enfermeras de mi sector ¿Hyuga? Ese es un apellido famoso, son doctores y políticos ¿Por qué una Hyuga sería enfermera y no doctora o algo mejor?-Hola-Un saludo amistoso me distrae y volteo en dirección de la voz donde una rubia de largo cabello y bonitos ojos me mira enérgica.

-Hola-Le respondo yo cortés-Soy Sakura Haruno ¿Tu eres?

-Mucho gusto, yo soy Yamanaka Ino, me dijeron que te asistiría hoy junto a Hinata-Me dice enérgica la rubia mientras se posiciona a mi lado-Hinata ya viene, estaba en el camerino-Informa esta y yo asiento mientras entramos al pabellón de urgencias, aquí estaremos todo el día.

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La mañana fue dura, pero me lo pase bien junto a Hinata e Ino, son unas chicas fantásticas y muy enérgicas; Ino me contó que ella estaba estudiando para doctora pero su beca terminó y ya no pudo pagar más la carrera así que se hizo enfermera, Hinata por otro lado eligió estudiar enfermería porque le gustaba y nada más, eran ya cerca de las cuatro cuando unos heridos de bala llegaron, había habido un intento de robo en el banco y los policías junto a las fuerzas especiales habían dominado muy bien la situación.

Me tocó atender a los tres guardias heridos y a uno de los ladrones que se encontraba más grave pues una bala le había perforado el pulmón, pase con él tres horas hasta estabilizarlo con ayuda de Shizune-Sempai y Hinata junto a Ino me acompañaron en cada momento, ya para el final cuando pudimos tomar un respiro mis ojos chocaron con unos onix profundos que me aceleraron el corazón de forma inesperada, nuestras miradas encajaban a la perfección y no supe en qué momento aquel magnífico hombre se encontraba parado frente a mi.

-Hola-Me dice con voz profunda y suave-Podrías ayudarme por favor-Susurra muy cerca de mi y un rubor se apodera de mis mejillas.

-Claro ¿Señor?-Miró su uniforme negro, es de las fuerzas especiales-Uchiha, Madara Uchiha-Me dice este captando nuevamente mi mirada y no se porque me pasa esto, yo no soy así.

-Bien, yo soy Sakura ¿En que necesita que le ayude?-Preguntó intentando sonar profesional ante este hombre de hermosa postura.

-Durante el enfrentamiento contra la banda que intentó robar el banco una bala perdida iba contra los civiles, yo me interpuse-Me enseña su brazo y veo como una hemorragia bastante grande lo marca por sobre la tela ¿Como es que nadie lo atendió antes?-No se preocupe señorita, la prioridad en estos momentos no soy yo-Me dice con voz tranquila y mi ceño se endurece.