008.

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Tres días después de aquella cita fallida el mayor se encontraba frente a la mansión de TaeHyung. Se sentía extremadamente preocupado ya que no ha respondido sus mensajes y mucho peor las llamadas.

Aparte de que muy derrepente en el día le daban unas inmensas ganas de ir junto a TaeHyung. Todo esto y más lo llevó a conducir rápidamente hasta la casa del castaño.

Sus empleadas ya lo conocían por lo que te forma rápida le dejaron acceder a la vivienda. Entrando en el lugar el aroma a TaeHyung aún era algo fuerte pero no tanto como al inicio.

Aliviado pidió a una de las empleadas que le guiara hasta donde esté el omega. Rápidamente lo llevaron hasta una habitación grande y le dijeron que esperara ahí.

Se sentó sobre la acolchada cama de sábanas color carmesí. Pudo escuchar una puerta ser abierta y a TaeHyung salir de ahí. Traía una toalla rodeando su cintura y otra puesta en su cabello. Tenía el ceño fruncido hasta que cayó en cuenta sobre la otra persona que se encontraba en su habitación.

─ ¿JungKook? ¿qué haces aquí? ─ preguntó abrumado ante su presencia.

─ te vine a visitar, te lo avisé por mensajes pero ya veo que no los has leído. ─ TaeHyung se apresuró por colocarse una camiseta y luego ir a un lado del contrario.

─ lo siento, mi celular se perdió, dios sabrá dónde lo dejé. Y con mi situación no pude salir a comprar uno.

─ lo importante es que estás bien, desde hace días que necesitaba estar junto a ti, me preocupé mucho.

─ sí, perdón, ya luego iré a comprar otro celular. Pero aparte de eso ¿cómo te diste el tiempo para venir a mi casa? Digo, con todo eso de la producción masiva no creo que te sea fácil darte un tiempo.

El pelinegro pareció pensarlo bastante. Era verdad, la cantidad de productos que tenían para fabricar en un día era increíble, cada media hora surgían fallos o problemas en este, se encontraba demasiado estresado al pensar en que podría no resultar como pensó. Si algo más ocurría en la fábrica pondría en riesgo toda su empresa, ya que incumpliría con el contrato, y si eso pasaba los millones que perdía eran abismales.

Tan sólo con pensarlo se sentía fatal, él creyó que no sería tan complicado, pero hasta que todo los productos se hallen en las tiendas, ellos serían quienes pagarían por daños, debía salir bien, y le deprimía pensar en que no iba a resultar.

─ las cosas no van del todo bien, cada vez es problema tras problema. Tal vez y desde un principio no debí aceptar el contrato, los CEO's parecen darse cuenta de la situación y quieren retirar su inversiones. Nadie tiene fe en que lo logre, ni yo mismo. Pero eso no me llega a afectar ni la mitad de lo que me causó tu ausencia. Debía verte y saber que estás bien, me preocupaba más de ti que de la empresa. ─ el castaño se sintió mal por un lado pero de alguna forma se alegró de que el alfa lo extrañe. Podía sentir muy bien la desesperación de este por lo cual pensó en hacer algo que nunca antes se creyó posible.

─ Te ayudaré. Aunque también estámos produciendo podemos añadir más mercancía. Te prestaré mi fábrica en Gangnam para que produzcas ahí, tu no te preocupes de ese lado, yo vigilaré que todo vaya bien, suficiente tienes con 4 fábricas. ─ JungKook parecía bastante sorprendido ante la propuesta pero lo negó.

─ Gracias pero no, te meterías en grandes problemas con tu papá. Yo no quiero causarte estrés.

─ No me importa, él no puede hacer nada en mi contra, toda la empresa ya está a mi nombre, estoy totalmente independizado. Y más que nada quiero ayudarte, estás muy mal, lo puedo sentir, además te lo debo.

─ ¿deberme de qué? ─ preguntó confuso.

─ De todo, aunque me disculpé siento que no es suficiente para todo lo que te causé. Quiero hacerlo, necesito que estés más tranquilo y que sepas que si algo llega a ocurrir te ayudaré como me sea posible e imposible. ─ lentamente tomó la mano de JungKook entre las suyas atrapando su atención, le sonrió de forma dulce. ─ ¿me dejarás ayudarte?

─ si eso te hace feliz pues lo aceptaré. ─ al estar junto al omega todo parecía mejorar.

TaeHyung se recostó sobre su cama e hizo una señal para que JungKook también lo hiciera.

Quien no dudó mucho en hacerle caso recostandose sobre su torso mientras que el menor le acariciaba de forma cariñosa el cabello. Poco a poco se fue durmiendo y TaeHyung también.

A pesar de tener un mal día JungKook ahora se hallaba relajado y feliz en los brazos de su omega.

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ツンデレ愛 ─ kvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora