ツンデレ愛 ─ kv

009. [final]

Un mes después.

Sonrió felíz de recibir un correo por parte de Yummet quienes notificaban que el contrato ha sido cumplido con éxito, ahora ellos se encargarían de lo demás.

─ ¡TaeHyung! ─ gritó desde su habitación. El castaño apareció en cuestión de segundos.

─ ¿qué pasa? ─ preguntó jadeando.

─ Lo lográmos, llegó todo intacto hasta China y ahora sólo me queda esperar las inversiones. Si no fuera por tu ayuda estaría más que hundido. Eres realmente un ángel Tae. ─ dejó su laptop a un lado viendo al menor acercarse hasta quedar sobre su regazo.

─ Yo sabía que lo lograrías, aunque no debería estar feliz de que la compañía enemiga mía está triunfando. Puedo estar feliz porque mi hermoso alfa consiguió el éxito. ─ cruzó sus brazos alrededor del cuello contrario empuandolo hacia él para unir ambos labios en un beso suave y para nada desesperado. Pocos minutos después tuvieron que parar.

─ Te amo Tae, gracias por todo.

─ Ahora que ya no tienes tanta presión encima ¿me puedes dedicar tiempo? ─ abultó los labios en forma de puchero.

Enternecido asintió efusivamente ─ claro que sí bebé. ─ trató nuevamente besarlo pero este lo esquivó ─ ¿qué pasa?

─ Me llamaste bebé.

─ Sí lo hice ¿tiene algo de malo? ─ interrogó esperando alguna repuesta por su parte pero TaeHyung no decía nada. ─ ¿en serio te enojarás por eso? ─ pero el omega volvió a ignorarlo sin ni siquiera mirarlo.

JungKook sonrió malicioso, de un momento a otro estaba encima del castaño haciendole cosquillas mientras el otro reía y pedía que pare.

Cuando se detuvieron JungKook volvió a preguntarle ─ ¿sigues enojado?

─ Si vuelves a llamarme de ese modo me enojaré más.

─ ¿por qué no me dejas ponerte diminutivos?

─ sabes que me molestan, no suena bonito. ─ puchereó

─ ¿hay algo que no te moleste en este mundo? ─ preguntó cansado.

─ sí, como que me beses, me mimes, y me hagas el amor

─ nunca lo hemos hecho ¿cómo sabes que no te molesta?

─ eso es porque tú nunca me has querido tocar, pero estoy seguro que no me molestaría. ─ le dedicó una sonrisa rectangular.

No duró demasiado para que el alfa debore sus labios sin perder el toque amoroso.

Entre besos, caricias y gemidos transcurrió la noche dejando tal vez una marca en el cuello del omega que significaba el comienzo de una nueva relación que se enfrentaría a un sin número de problemas, pero ambos sabían que estaban listos para lo que venía.

Fin.

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─❁кσкυ ©