El día que Kacchan llegó a casa

7.1K 685 254
                                    


《🍀Midoriya🍀》
Había tenido un día agotador en el trabajo, quizás ser mesero no era tan fácil pero era su único sustento económico, también le gustaba, no era un trabajo que le exigiera tanto. Suspiró una décima vez al sentir unas gotas de lluvia tocar su cabellera verde, y alzó la vista para mirar el cielo, lo bueno es que había traído su paraguas de su superhéroe favorito, si, Midoriya Izuku de 19 años seguía obsesionado con los súper héroes, sobre todo con AllMight.

Avanzó un par de metros cuando encontró una pequeña caja que decía con letra corrida por la lluvia "Adoptame, por favor", así que se acercó y vio a un pequeño felino rubio cenizo, hecho bola y temblando por el frío, y este abrió sus ojos; a pesar de que la cajita decía un mensaje tan lindo, los ojos del animal parecían decir "Te acercas y te exploto" a lo cual suspiro y paso de largo... aunque eso no duró mucho, pues escucho unos maullidos fuertes, y se giró lentamente para verlo ahí, mirándolo con aquellos ojos rojos y casi suplicantes

-¿Por qué tengo que tener corazón de pollo...?-se lamentó para volver a acercarse y estirar ligeramente su mano, la cual, el rubio minino olio con curiosidad, y después de segundos se quedo quiero esperando que el peliverde le cargara, aunque aun no dejaba esa mirada de arrogancia-Kacchan...-murmuró escuchando un ligero gruñido, pero no le importó y cargo al animal en su brazo para volver a caminar a su departamento.
.
.
.

-Muy bien Kacchan, aquí está, nunca he tenido mascotas pero creo que puedo acostumbrarme- mencionó mientras dejaba al cenizo en el suelo, y como consecuencia, este comenzó a usmear por la casa, quedándose quieto enfrente del sillón- ¿Qué pasa Kacchan?-la curiosidad del pecoso no duró tanto cuando el rubio dio la espalda al objeto, comenzando a orinarlo para seguir recorriendo la casa- ¡¡¡KACCHAN!!!!..- quien diría que su nueva mascota sería un gato tan malévolo, casi pudo escuchar la risa que este soltó mientras se iba a arañar su cama; tener un gato sería difícil ¡Pero no importaba! Podría acostumbrarse, no habia nada de que preocuparse... o al menos eso pensaba.

Después de un par de horas, el sillón se encontraba limpio con una pequeña mancha de la mezcla tipica entre jabón y agua, y sonrio para dejar los articulos de limpieza en el pequeño patio mientras pensaba que debía comprarle comida a su nueva mascota, a lo cual se dirigió a la puerta para colocarse los botines de color granate--¡Kacchan! Iré por algo de comida, ¿Me acompañarás?-- Pregunto para luego escuchar los pequeños pasos con rapidez, lo cual lo hizo girarse con sorpresa, pues en esos pocos minutos, el minino cenizo parecía ser un animal de mucho cuidado y sin duda uno muy arisco, y el que se acercara a el con entusiasmo le hizo sonreír --¡Oh Kacchan!...-- Su euforia no duro demasiado cuando sintió un enorme zarpazo en su rostro, y con una pequeña lágrima de dolor casi pudo notar la frase "No vuelvas a llamarme 'Kacchan' maldito humano"--Es... Esta bien, entonces no quieres ir-- Menciono riendo un poco de manera nerviosa para así levantarse y salir de casa de manera rápida, no entendía que le pasaba al felino.

~🐱~Kacchan~🐱~

Bueno, que podía decir de su "humano", era estúpido, idiota, y tenía un altar de un personaje ficticio, definitivamente había sido adoptado por alguien muy extraño, había conocido a varios humanos en su estadía de aquella horrible caja a la cual no quería volver, desde mocosos que le acariciaban de vez en cuando hasta adolescentes que solían tirarle rocas, pero aquel pecoso del cual aun no sabía el nombre era diferente, o al menos para su visión.

Quizás había cometido un error al rasguñarlo, quizás incluso aquel joven lo devolvería a la caja de donde lo sacó -- Imposible --pensó-- Si me fuese a devolver no me hubiese ido a comprar comida -Y gruñó un poco para volver a recorrer aquel departamento, como buen gato no podía evitar tener curiosidad, y tampoco podía evitar tirar todo lo que viese en un tocador, todo menos una foto del humano con otra humana parecida a el, pensó que quizás era su madre, y ante eso sus bigotes se fruncieron un poco, haciéndolo bajarse, no recordaba demasiado de su madre o sus hermanos, tenía recuerdos muy vagos, pero si podía recordar de manera excelente la áspera lengua de su progenitora pasar por su cabeza con cariño.

Se acostó en el sofá, mirando la puerta en espera de aquel chico que a sus ojos parecía un arbusto con piernas, y lentamente cerró sus peludos párpados, pero sus sentidos auditivos se mantuvieron alerta por cualquier cosa; no paso demasiado tiempo, si acaso unos treinta minutos cuando escuchó la puerta de la entrada abrirse, moviendo un poco sus orejas para abrir de nuevos sus ojos y estirarse, mostrando los colmillos ante un mudo bostezo que soltó.

El sonido de la bolsa de plástico que contenía comida le llamó la atención, ¿que era aquello? Nunca habia visto algo igual, o quizas si pero no lo recordaba.

《🍀Midoriya🍀》

No estaba seguro de que comida comprar, así que sólo tomó lo que la chica del supermercado le recomendó, y volvió de inmediato a su departamento, viendo a la pequeña bola de pelos estirarse--Hola Kacchan-- Saludó con una sonrisa para acercarse y abrir el sobre, dejando que el animal la olfateara por el tiempo que quisiera, y cuando vió que no la había rechazado le sirvió la mitad en una tapa de plástico de un envase de crema que ahora usaba de Tupperware, ¿había que reciclar no?

Sonrió al verle comer, y olvidándose por un momento del carácter pesado que cargaba su pequeña mascota, acerco su mano para acariciar su pelaje, escuchando los gruñidos molestos que le obligaron a retroceder, sin duda tendría que acostumbrarse.

¿Qué otras aventuras y sorpresas le causarían tener a ese minino?

Mi Pequeño MininoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora