Hormone game! ;; MarkHyuck

First game

• First game! Basketball

Es que, para HaeChan el basketball no tenía nada de malo. ¿El problema?

—Uniformes— murmuró para sí mismo mientras se miraba en el espejo.

Pantalones cortos. Muy cortos ha decir verdad. Dio un gemido de dolor al pensar en que todos los verían así.

—Dong- HaeChan— escuchó un llamado y volteó a ver a su mánager —Channie, vamos, el juego va a comenzar—

Asintió sonriendo y apenas el hombre mayor dejó la habitación borró su sonrisa y suspiró pesadamente.

—Con estos pantalones se me va a ver hasta el alma. Oh, espero que nadie me juzgue por mis pecados— murmuró tragándose las ganas de salir corriendo y estirando hacia afuera la tela del pantalón, mientras se dirigía a la cancha.

El silbato marcó el inicio del juego. Harían un 3 vs 3 y uno sería el árbitro.

—Que no me toque jugar contra Mark. Que no me toque jugar contra Mark— repetía para si mismo.

—Los equipos serán— Habló el manager detrás de las cámaras —HaeChan, RenJun y JiSung contra Mark, JeNo y ChenLe. JaeMin será arbitro—

—Me tocó jugar contra Mark— murmuró un poco enfadado caminando hacia su lado de la cancha.

—Ou, vamos. Ponele salsa de chocolate a tu vida— dijo JaeMin hacia él.

Existe el chocolate amargo, lo sabe ¿no?

—Por lo menos no tendrás que jugar contra tu aburrido-novio-nariz-enorme— dijo en un bufido para él mismo pero dirigido al pelirosa.

—¡Te escuché!— gritó nana frunciendo el ceño.

—¡¿Pero qué?!— alcanzó a decir antes de que el pelirosa tocara -a propósito- el silbato, dando incio al juego.

°•°•°•°•°

Más o menos cinco minutos después

—¡Ya!— gritaba el pelinaranja en el suelo —De enserio, creo que voy a morir—

—Oh vamos RenJun, no seas tan exagerado— repetía Mark con una sonrisa y viendo como los del staff reían.

—¡Mi sistema esta colapsando! ¡No puedo respirar! ¡Ayuda!— se removía en el piso dramáticamente mientras estiraba su brazo —¡Veo la luz! ¡Veo la luz! ¡¿Eres tu Michel?!— Se escuchó un "¡no te metas con Michel, zanahoria!" de un enfadado y sudado DongHyuck a lo lejos a lo que el mayor le dirigió una mirada asesina desde el suelo.

—Yah~ esta bien. Vamos a descansar un rato y seguiremos— dijo Mark para aligerar el ambiente.

HaeChan llevaba de mal humor todo el día -bueno, lo que llevaba  compartiendo de este con el- y las únicas tres neuronas funcionales de la cabeza del pelinegro simplemente no entendían el porqué.

Miró hacia el chico que últimamente acomplejaba mucho sus vidas y lo vió apretujando tanto a una pelota de basket que pareciera que iba a explotar.

Pensó en que habrá hecho mal.

-inserte nube blanca y música de cuando
alguien se adentra en sus pensamientos-
Un 2 de agosto de 1999...

Un silbato lo hizo sacudir la cabeza y volver la atención de todos al juego. Miró de nuevo hacia el pelinaranja con reflejos de colores al otro lado. Mala idea. Ahora parecía tan enojado que sentia que si respiraba fuerte, iba a acercarse y le iba a clavar un cuchillo en la yugular. Y lo mas espantoso es que las miradas de odio iban dirigidas hacia su persona. Mark tragó en seco antes de tomar una pelota entre sus manos.

Del otro lado de la cancha, JiSung le preguntó a HaeChan: —¿Por qué estas enojado, hyung?—

—No lo estoy— respondió manteniendo sus expresiones iguales.

JiSung tragó grueso —Luces como si fueras a asesinar a alguien y usarlo para la cena de esta noche—

—Estar enojado lo hace ver más profesional—

Y es que en la cabeza de HaeChan todo era más épico. Las gotas de sudor que resbalaban por su rostro con la mandíbula tensa y su cuerpo inclinado hacia adelante, sus cejas fruncidas y en sus ojos un destello de deseo ganar escrito a todas luces. Todo iba en cámara lenta hasta que se dió cuenta de que el único que actuaba así era el y que todo su panorama, digno de una película o mínimo de un anime de deportes, era totalmente frustrado por sus demás compañeros quienes jugaban de manera deplorable. Aunque el no se quedara atrás.

Estaba tan concentrado mientras pensaba en las escenas que podría escribir y enviárselas a un director de cine, que no se percató del momento en el que alguien burló fácilmente su -obviamente no- gran defensa, si no hasta que sus compañeros gritaron un "salta" a lo que el solo obedeció.

Pudo verse a si mismo en el aire sonriendo, los flashes de las cámaras y en su mente una gran cantidad de entrevistas y alfombras rojas, además de un sudado chico con cara de consternado a su lado.

Esperen.

¿Y el sudado chico con cara de consternado? Era obvio que no podía pertenecer a su imaginación -a pesar de que ya la ocupara la mayor parte del tiempo- ya que si lo hiciera por lo menos estaría mas elegante ¡Era una alfombra roja!¡Por el amor de Dios!

Ambos dieron su mejor expresión de miedo antes de que sus cuerpos colisionaran en el aire, causando su inminente caída uno sobre el otro como si fueran piezas de dominó.

Y DongHyuck maldijo el día de su nacimiento al encontrarse con el sobre el hyung que tanto acomplejaba sus vidas últimamente.

Y todo pareció esfumarse en el momento en el que sus ojos conectaron. Todo tan fugaz pero al mismo tiempo eterno. Ambas avellanas observándose profundamente mientras que su alrededor se volvía totalmente nulo y por un momento solo existían ellos dos. Sus rostros cerca, sus latidos chocando contra el pecho del otro y sus pieles rozándose fuertemente. Era extraño y gratificante a muchos niveles. Niveles que Mark no podía explicar y que DongHyuck no podía contar con sus dedos. Pero se sentía bonito. Y tal vez eso era lo mas extraño.

Mark sintió el impulso de cerrar esa distancia como en los dramas que el veía junto a WinWin, más lo único que pudo procesar y hacer fue estirar sus brazos y empujarlo lejos de sus cuerpos, riendo y quejándose divertidamente para los espectadores.

¿Por qué querías hacer eso? ¡Es estúpido Mark!
¡Es tu amigo!

DongHyuck, quien estaba sonriendo, le dio un golpe en la cabeza a su contrario, mientras se quejaba y lloriqueaba como niño mimado.

Eres un estúpido, hay personas viendo y no
haces mas que embobarte pensando en cosas    que no pasarán. ¡Baja de la nube y concentrate!

Suspiró en sus adentros, ahora además de confusión ahora tenían una fuerte contusión en su cabeza.