CAPÍTULO III

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-Irina era la yegua de la esposa del jefe- el hombre del águila salió de la caballeriza de alado adormilado

-¿y qué le pasó?-preguntó sin dejar de ver el letrero

-cuando la esposa del jefe se fue, él la liberó en el llano con su potro- respondió –solo se esa parte de la historia, no se más- continuó el hombre dando pasos hacia la salida

-¿crees que aún viva?-

-no lo creo hermano, fue hace como 15 años-

-16-

-si aún vive estará algo vieja-

El trabajador salió del establo hacia la casa y Harry continuó contemplando cada lugar, al llegar a la mitad del establo se encontró con otro pasillo, formando una cruz, de un lado salía hacia un gran corral de madera y del otro conectaba con el otro establo y otras dos hileras de caballerizas que a su vez salía hacia hacía el campo; Harry salió hacia el corral, este quedaba justo frente a la entrada principal de la casa, en aquel corral no había caballos, estos se encontraban del otro lado de la cerca, conectada con el corral; pastaban con tranquilidad, el último de los trabajadores (el mayor) paseaba sobre un caballo azabache entre los demás, notó al joven e hizo un breve movimiento con su sombrero a manera de saludo el cual Harry respondió con un leve movimiento de cabeza, aquel trabajador se aproximó a la cerca

-el almuerzo está listo- pronunció Harry cuando llegó a donde él se encontraba

-gracias-

¿En qué te puedo ayudar?- hablo con cortesía

-en nada, estaré aquí hasta que Liam me releve- el hombre se apoyó en la cabeza de la silla de montar

-el que tiene el águila- afirmó Harry

-sí, el otro chico es Louis y yo soy Rob-

-espero no olvidarlo- ambos rieron, contemplaron un rato a los animales hasta que Liam y Louis llegaron, el primero pasó la cerca por debajo y Ben bajo del caballo para entregárselo, pasó los maderos de la misma manera y se dirigió a la casa; el segundo llevaba consigo un martillo y una bolsa con clavos

-hermano, te perdiste del pastel- habló Louis apoyando los antebrazos en la cerca, mientras el otro subía al caballo y se alejaba para comenzar su guardia

-no tenía hambre-

-lastima- en una servilleta llevaba un trozo de aquel pastel

–Me tendré que comer esto- y se lo tendió, Harry lo recibió agradecido, ahora sí tenía algo de apetito

-gracias- agradeció y comió el postre

-voy a checar el cercado de la entrada ¿vienes?-

-seguro- ambos rodearon el corral y emprendieron camino hacia la salida del rancho, justo bajo el letrero checaron las puertas de madera a cada costado

-¿Por qué son dos puertas de cada lado?- preguntó Harry, se sentía algo idiota al hacerlo pero realmente no sabía nada sobre ranchos

-ambas puertas se cierran y forman un pasillo, se abre la cerca y se usa para transportar al ganado de un cercado a otro- explicó el oji-azul con paciencia

-esto es más complicado de lo que creí- Louis rio, colocó un clavo sobre la madera de la puerta y lo golpeó hasta traspasar la tabla

-¿En California no hay ranchos?- continuó revisando los maderos

-si pero nunca trabajé en uno- contestó Harry checando las tablas del otro lado del camino

-si te quedas tendrás que aprender mucho- siguió burlándose, se alternaron el martillo para arreglar las tablas caídas, paso el tiempo y recorrieron el trecho hasta la carretera y volvieron, al ir a medio camino una pequeña camioneta, venida desde la casa los alcanzó, era la pelirroja en dirección al pueblo

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2018 ⏰

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