Existen 6 Gemas del Infinito en toda la galaxia, pero... ¿Que son exactamente éstas Gemas? y lo más importante... ¿Que sucede sí caen en manos equivocadas?.
Poderes más allá del entendimiento pueden causar desastres y sólo los Vengadores podrán luch...
Sentí como mi corazón literalmente dejo de latir por un segundo, gire completamente mi cuerpo para mirarla a los ojos.
Las lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas, había sido demasiado tiempo sin a ver visto su rostro.
Sin sentir su respiración cerca de mi, sin sentir sus suaves manos, sin sentir su aroma.
-Nataska... Nataska-. Dije con voz entrecortada mientras sollozaba.
Lleve ambas manos a su rostro, acaricie con mis pulgares sus mejillas, tenía una sonrisa en mi rostro.
-Uh... Wanda... ¿Que pasa?-. Dijo abriendo poco a poco los ojos.
-Te extrañe tanto, lo siento tanto-. Dije tirándome encima de su cuerpo y abrazándola con fuerza mientras enterraba mi rostro en su cuello.
-¿Wanda que pasa? ¿Porque lloras cariño? ¿Tuviste una pesadilla?-. Decía Natasha acariciando mi cabello.
-Lo siento tanto-. Dije sollozando.
Sabía que mi Natasha no sabría de que estaba hablando, pero tenía que decirle que lo sentía, sentía a ver no podido protegerla, sentía que tuviera que morir en vano.
-Shu amor... Estoy aquí cariño, no pasa nada, te amo mucho-. Dijo acariciando mi espalda con cariño.
Mis lágrimas no paraban de caer por mis mejillas, la había extrañado tanto, la amaba tanto que esos seis meses fueron un infierno para mí, siempre con ese vacío en mi corazón.
Después de un tiempo donde pude controlarme, me aleje para sentarme en su regazo y mirarla a los ojos.
Su rostro mostraba confusión, tome su rostro con ambas manos.
-Te amo Nataska... Mucho-. Dije y ella sonrió de oreja a oreja.
Después de eso junte nuestros labios en un beso anhelado, un beso lleno de amor, un beso que demostraba cuando había sufrido por ella.
Sus manos fueron a mi cintura acariciando con sus pulgares, entre abrí los labios y Natasha adentro su lengua en mi boca.
Nuestras lenguas peleaban por el dominio, ambas juntamos nuestras frentes, respirando con dificultad.
-¿Que pasa amor?-. Dijo Natasha acariciando mi rostro.
-Hazme el amor Nataska... Te necesito, necesito sentir que esto es real, que de verdad estas aquí-. Dije y Natasha frunció el ceño borrando las lágrimas en mis mejillas.
-Siempre estaré a tu lado amor, en tú corazón y esto es más que real, te amo y gracias por todo-. Dijo para después juntar nuestros labios.
Ambas gemimos en el beso, me separé para quitarme la camisa de tirantes y tirarla a un lado.
Natasha también se quitó su blusa y sus labios fueron directo en medio de mis pechos, besando con delicadeza mientras llevaba mis manos a su cabello.
Sus manos fueron a mi cintura apretando un poco, suspiré, una felicidad inmensa se expandía en mi pecho.
Sentí sus manos en mi espalda, después quitó mi brasier y lo arrojó a un lado para después llevarse a la boca uno de mis pechos mientras que con su otra mano acariciaba el otro.
Gemi mirando al techo y comencé a mover mis caderas, Natasha me empujó un poco y me tumbo en la cama.
-Eres hermosa-. Dijo besando mis labios para después bajarme el short con mi ropa interior.
Natasha se arrodilló en la cama y comenzó a quitarse cada prenda de su cuerpo, admire su belleza, había sido demasiado tiempo sin tenerla.
Lleve mis manos a su abdomen marcado y acaricie un poco, luego subí mis manos para tomar en cada una sus pechos mirando como entre abrió los labios.
Después abrió sus ojos y sonrió para subirse encima de mi, haciendo que nuestros cuerpos se tocaran.
-Eres la única mujer más hermosa que pude a ver visto en toda mi vida. ¿Sientes esto? ¿Sientes como late? Mi corazón solo late para ti, mi corazón ya no me pertenece porque desde que te conocí, él te pertenece, mi corazón es tuyo y no lo quiero de vuelta-. Dijo Natasha cuando posó mi mano en su pecho.
-Cuidare tu corazón, mi corazón también te pertenece, mis sueños, mis ilusiones, mi vida entera te pertenece, me haces feliz, no quiero estar de nuevo sin ti... Te amo, son cuatro palabras tan pequeñas que no pueden decir completamente como me haces sentir-. Dije y la jale del rostro para besarla.
Nuestras manos recorrían el cuerpo de cada una, sacando suspiros y gemidos.
Tenía demasiadas sensaciones, sentía amor, esperanza, lujuria, tristeza y deseo.
Eché la cabeza hacia atrás apretando la mandíbula mientras una de mis manos apretaba su cabeza y la otra sujetaba con fuerza la cama.
-Oh... Nataska... No puedo... Mmm-. Gemi arqueandome en la cama.
Su lengua hacia maravillas en mi cuerpo, gemía sin parar, tenía una capa de sudor, grité un poco cuando adentro dos dedos en mi.
-No pares... No pares-. Dije y sentí una de sus manos entrelazándose con mi mano que apretaba la cama.
Gemi cuando se separó y se levantó para abrir más mis piernas y quedar en medio, haciendo que nuestros sexos se tocaran haciendo que ambas gimieramos.
Rodeé su cintura con mis piernas, Natasha comenzó a moverse frenéticamente, haciendo que subirá mis manos para rasguñar su espalda.
Natasha posó ambas manos a los lados de mi rostro y se agachó para besarme, jalaba con sus dientes mi labio inferior, la cama comenzaba hacer bastante ruido pero no me importaba.
Nos besamos con lujuria, nuestros pechos se tocaban, lleve un de mis manos a su trasero y lo apreté con fuerza mientras ella bajaba sus labios a mi cuello.
-Wanda...-. Dijo Natasha acelerando sus movimientos.
Clave mis talones en su trasero mientras sentía como estaba por llegar, ambas gruñiamos.
Bese su hombro cuando llegue al orgasmo y después Natasha también llegó para después caerse encima de mi.
Ambas estábamos sudadas, acaricie su espalda con cariño mientras sentía su respiración agitada en mi oído.
Nuestros cuerpos estaban enredados entre sí, Natasha giro su rostro para mirarme a los ojos y darme un beso.
Después otro, luego otro y después el beso toma más fuerza haciendo un sonido obsceno para después dejar a Natasha debajo de mi.
Me senté en su abdomen y con una mano me eche el cabello hacia un lado, pose mis manos en sus pechos, acariciándolos mientras sus manos iban a mi cintura para después dejarlas en mi trasero.
Comencé a moverme encima de ella, haciendo fricción en su abdomen, sus pupilas estaban dilatadas.
Hicimos el amor durante tres horas sin descanso, después caímos agotadas y dormimos enredadas.
Cuando volvimos a despertar, nos dimos un baño en ese cuarto de hotel, le conté lo que había pasado, siempre abrazándome cuando lloraba.
Natasha dijo que haría lo posible por no volverme a dejar, dijo que quería una mini yo, ambas compartimos varios besos y empacando lo que teníamos, iremos por Pietro y Visión, nos iríamos a Wakanda.
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