⋰
me encontraba ya sentado, sobre la cama sin sábanas, cuando jungkook salió del cuarto de baño. traía una camiseta blanca mía, su pantalón y una sonrisa divertida. había tardado una hora; quizás la hora más inmensurable de mi vida. y claro que en ella solo me había cambiado de ropa para entregarme a una dolorosa espera.
— ¿qué puede ser tan gracioso a estas horas? —inquirí haciendo una mueca, mientras él se sentaba junto a mi.
— simplemente me parece gracioso oler a menta... oler a ti. — admitió con cierta timidez. se veía más tranquilo y eso me calmó.
— créeme que no me molestaría oler a ese shampoo de chocolate que sueles usar.
me sonrió con algo de tristeza; también lo hice. después de todo, ambos sabíamos que eso no iba a pasar porque esto no se repetiría.
— hyung, tengo que irme ahora... —él inclinó su cuerpo hacía mi, haciendo que su frente chocará con mi pecho— y en verdad, yo... ni siquiera se como me siento ahora.
tuve miedo de que pudiera sentir lo acelerado que estaba mi corazón; pero no lo aparte ni un centímetro. realmente odiaba a ese impredecible niño a veces.
— lo entiendo, ha sido todo muy repentino. —acerqué una de mis manos a su cabello y le revolví. me sentía tan o más frustrado que él.
jungkook cerró los ojos por un rato y se rindió a la sensación de mi tacto. hacía muecas tiernas y se quejaba, casi como un niño, cuando alejaba mi mano de su cabello. realmente mi pecho no podía sentirse más cálido y triste a la vez.
— yoongi hyung... —él tomó la mano con la cual lo estaba acariciando. se alejó de mi pecho y me miró fijamente.
— ¿qué sucede? —un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. su tacto y mirada siempre me afectaban en demasía.
— mereces ser muy feliz, hyung. —entrelazó nuestros dedos.
— no. tu mereces serlo, niño de oro. —suspiré profundamente—. y yo no puedo hacerte feliz.
jungkook solo apretó más el agarre de nuestras manos sin decir nada. quizás no sabiendo cómo responder o simplemente aceptando lo malo que era para él.
— se te hace tarde... —separé nuestras manos—. tienes que irte ahora.
— ¿iras a despedirme? —musitó en un hilo de voz. sonaba casi como una súplica.
— jungkookie, sabes que odio las despedidas...
él sonrió con tristeza y yo contuve mis ganas de llorar. apreté mis labios con fuerza y traté de parecer calmado.
— lo sé, hyung...
se levantó de la cama, tomó sus zapatos y se los colocó para bajar las escaleras. yo lo seguí a una distancia prudente. al llegar a la sala, se quedó un rato mirando los sofás de la misma.
— extrañaré demasiado todo esto... y a ti. —susurraba sin voltear a verme.
— cuidate, jungkook. —apreté mis puños con fuerza. estaba conteniendo miles de sentimientos a la vez. realmente quería gritarle que no se fuera.
— tu igual, hyung. —pude escuchar su voz quebrarse al final. abrió la puerta en ese mismo instante y salió cerrandola con fuerza detrás de él.
caí al suelo rendido en cuanto esa puerta se cerró. estaba dejando ir a lo más preciado en mi vida.
----------------------------
el próximo capítulo es el final.
n/a: se que mucha gente ya no me lee... principalmente porque esta historia la empecé en 2016 y la abandoné miles de veces por temas personales (depresión, etc). no obstante, decidí que voy a terminarla finalmente. gracias a todos quienes siguieron leyendo!! se los debía...