Parte 2

29 3 0
                                    


- ¿Y qué? Es así Ben. Él murió asesinado. Adivina qué, él era mejor hermano que vos, estaba siempre que lo necesitaban. Algo que tú nunca haces.-estallé y me alejé. No quería soportar sus teorías.

Vi de reojo que se encogía de hombros y volvía a pensar. Nunca me había agradado cuando actuaba así y eso siempre lo hacía, por lo tanto, no me agradaba directamente.

En clase todos hablaban, yo me incluyo en esto. Charlábamos de las vacaciones, de las aventuras, de las nuevas películas y unas cuantas cosas más, temas que hace rato que no podía hablar con alguien. Ben, como ya he mencionado, no le agradan mis hobbies.

- ¿Qué onda tu hermano? ¿Sigue leyendo, calculando en vez de disfrutar las vacaciones?- me preguntó, mi mejor amigo, Fede.

- Sí. Nunca va cambiar su actitud. Es el mismo que fue toda su vida.- dije y noté que casi rompo el lápiz que tenía en la mano.

- Y... ¿Cómo va lo de Patrick?

- Bien. Amigo, eso ya pasó. Se murió el año pasado.- respondí y la conversación tomó otros rumbos.

Cuando tuvimos Literatura (había que escuchar, porque la profesora no lo vuelve a explicar), me di cuenta que no era cierto. Lo de la muerte de mi hermano seguía en mi mente. Siempre los tres nos divertíamos y contábamos nuestras travesuras. Ben y yo seguíamos siendo los mismos, pero ahora necesitábamos estar solos y no hablar entre nosotros.

Había pensado todo el año pasado con lo que le sucedió a Patrick. Cuando nos comunicaron la noticia, nuestros padres nos dijeron que debíamos tratar de seguir adelante. Seguir adelante en la vida no es como en las series y películas (donde los personajes siguen para sobrevivir), sino que es más difícil porque no debes sobrevivir a nada, después de todo es la realidad. Pero, odio decirlo, Ben tenía razón. Patrick salió de la escuela a la tarde. No había vuelto a casa (aunque esos días no era el de siempre), y luego apareció sin vida en un callejón. Con una bala en la cabeza. La escuela era segura y lo secuestraron cerca de ahí, es lo que los policías nos habían dicho (ellos lo habían encontrado muerto). El punto es que nunca encontraron a los "supuestos secuestradores"...

- John Winslow ¿Está pensando en el predicado obligatorio de la oración del pizarrón? Porque no lo creo.- me dijo la profesora mirándome con el ceño fruncido, dando fin a mis pensamientos.

- Disculpe profesora. Prestaré atención- contesté y eso hice.

Cuando llegué a casa y saludé a mis padres, vi a Ben en mi habitación.

- Hola John. Hoy... bueno, compré unas entradas para ir al cine. Pensé que querrías venir conmigo- me contó y le pedí que me lo repitiera, debía estar alucinando.

- ¿Q-qué vamos a ver?- pregunté, luego de confirmarlo.

- "El misterio del asesino". Basada en hechos reales.

- Parece que es una película que tendría que ver- acoté sin sospechar nada.

- Supongo. Tomé tu libro, el que te pidieron el año pasado en la escuela, para leerlo. Es el de Sherlock Holmes.

Se fue de mi habitación y yo me pregunté qué demonios le sucedía. Mi hermano, nunca iba al cine, prefería leer libros. Ahora leía de asesinatos y anotaba datos en su libreta. Había días en los que llegaba un poco tarde de su horario habitual (todos los días llegaba a las 15:00 en punto, porque salía a caminar, ahora viene 15:30). Pero a mí su vida y sus acciones me dan igual.

A las 18:00 fuimos al cine. Era una película de suspenso. Me gustó, aunque prefiero las de ciencia ficción. Fuimos a cenar al Mc Donalds (yo un combo, él una ensalada) y hablamos. Creí que nunca más lo iba ver reír, hacer bromas o sonreír. Encima mañana teníamos escuela y no mencionó las tareas de la escuela, sus estudios o libros, cómo siempre hacía. Cuando volvíamos a casa vi que Ben se había quedado atrás observando un callejón. Era donde murió Partrick.

Al día siguiente (habíamos vuelto a las 22:00) fuimos a la escuela. Me junté todo el día con él, a pesar de las quejas de mis amigos. Recordamos anécdotas, que hace rato que no hacíamos y reíamos. Así pasaron los días. De un día para otro, yo y Ben fuimos unidos, cómo antes. Mis padres nos veían y hablaban con nosotros. La familia recuperó los sentimientos que habíamos perdido. De vez en cuando mi hermano pasaba tiempo en su habitación y yo aprovechaba y hablaba con mis amigos.

La muerte de mi hermano ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora