These Days

Parte II

POV VALERIA.

Una emotiva invitación me devuelve al país en el que dejé la mitad de mi corazón hace ocho años.

Fue la mejor y al mismo tiempo, la peor experiencia de mi vida. Conocer a Choi SiWon fue increíble pero lo que sucedió después fue horrible, su cara al preguntarme si el asalto había sido real me ha perseguido por años, la desconfianza en su mirada, el desprecio en las palabras, lo peor de todo era que me seguía doliendo.

Al llegar al aeropuerto mis pensamientos se fueron llenando de recuerdos: la primera vez que aterricé en este lugar, cuando respiré el aire de Corea tras mucho esfuerzo.

Después de tantos años no fue tan difícil volver, mi trabajo me permitía darme algunos lujos, entre ellos un viaje de una semana a Corea.

Durante el vuelo recuerdo cómo fue que terminé volviendo.

Como prometimos JaeHee, Ellie y yo seguimos en contacto a través de mails, me gustaba leer acerca de lo felices que eran estando enamorados uno del otro. Me alegraba que mi pequeña intervención hubiera sido de ayuda. De pronto Ellie me dijo que volvía a Inglaterra, no podía quedarse con Jae. La relación terminó o al menos eso parecía porque hacía dos años recibí un correo de parte de ambos diciendo que aunque habían estado alejados cinco años su amor había sido más fuerte, se volvieron a encontrar y ya no pudieron separarse.

Exactamente tres meses antes llegó la invitación de boda por correo. Los llamé de inmediato.

-¿Por qué no me lo dijeron cuando pasó? -pregunté fingiendo molestia.

-Lo sentimos Val, queríamos sorprendente -dijo Ellie feliz.

-Me alegro por ustedes.

-Esperamos verte aquí para la boda. Ellie quiere que seas su dama de honor -dijo Jae por el altavoz.

-¿De verdad? -pregunté.

-Claro que sí, tú siempre serás alguien importante para nosotros así que debes prometer que estarás aquí -respondió Ellie.

-Se los prometo -dije con solemnidad.

El avión aterrizó dieciséis horas después a causa de una tormenta que provocó que tuviéramos que aterrizar de emergencia en Australia.

Ellie mencionó que había invitado a todos los chicos que vivieron con nosotros hacíq ocho años, me contaron que Milly y Antoine ya estaban casados y tenían un bebé. Recordé la sonrisa de Anthony y suspiré, ese chico me había gustado pero después otro hombre ocupó mis pensamientos.

Mi mente viajó hasta la maravillosa sonrisa de SiWon y el beso que nos dimos frente a la playa de Jeju me golpeó de repente.

¿Cabría la posibilidad de volverlo a encontrar?

¿Sería capaz de hablarle?

No, me dije derrotada, él desconfió de mí, hizo añicos mis sentimientos por él, entendía que estuviera molesto pero me hizo sentir como una aprovechada y una mentirosa que lo único que buscaba era una aventura que contar al volver de su viaje. SiWon degradó los hermosos sentimientos que nacieron en mi corazón por él.

En ese momento recordé a Mario, a él sí no quería volver a verlo, por su culpa todo se había vuelto al revés, él y yo nunca volvimos a hablar después del incidente. Si volvíamos a vernos tenía que mantenerme alejada de él.

Para darles una sorpresa a todos llegué dos días antes de lo que les había dicho. Bajé del avión bastante cansada, apenas alcanzaba a mantener los ojos abiertos.

Ya estaba a punto de llegar a la salida cuando sentí un fuerte golpe en mi brazo, terminé en el suelo justo al lado de mi maleta. Traía lentes oscuros porque me habían salido unas enormes ojeras.