Si Finn fuera tu novio, no querrá separarse de ti. Como un bebé, que lo quitan de los brazos de su madre y empieza a llorar. Así es Finn, no quiere dejarte sola ni un segundo. Quiere estar contigo.
—Pero no te vayas.—dijo él, abriendo la puerta del baño, asomando la cabeza.
—FINNIE. NO ME IRÉ. Cámbiate, aquí estaré.—dijiste. Era tan lindo.—No me convence mucho este outfit. Quédate aquí, no te vayas.—dijo él.
—Ya te dije que no me iré, Wolfhard. Tranquilo.—dijiste, acercándote a él, dándole un pequeño beso en la frente y dándole una ligera sonrisa.
—Pero no te vayas, te quedas. Aquí estoy, te escucho cuando te vas. Te huelo, te siento, te veo ____. Si te vas, juro qu...
—AQUÍ VOY A ESTAAAAAR.—interrumpiste. Wolfhard, por favor. Ni que tuviera que cambiarte.
—No te vayas con el otro.—dijo él, cerrando la puerta del baño.
—Sólo me gusta una rana.—dijiste, a lo que los 2 rieron.