Si Finn fuera tu novio, en su primera cita, harían galletas. Finn sabe que es pésimo cocinando, pero quiere sorprenderte. Practicó desde semanas antes de invitarte hacerlas sin que se les quemen, y según él ya está listo para hacerlo juntos.
—¿Por qué me miras así?—preguntó Finn.
—No sabes lo que haces, ¿verdad?—dijiste, riendo.
—Oh, claro que sí se. Tú crees que yo estoy haciéndolo mal por que tú no sabes hacerlo.—dijo él, con aires de superioridad.
—¿En serio? ¿Y por qué no encendiste el horno?—dijiste, a lo que él volteó y se dio cuenta que no estaba encendido. Facepalm.
—Skata, que tonto eres.—gritó su hermano al fondo.