Capítulo 3.

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CAPÍTULO 3.

Taemin suspiró cuando llegó frente a la bonita casa de la familia líder de la manada Choi, su hermano le había enviado para una visita formal, era el primer acercamiento desde que la manada Lee tenía "nueva administración" y no podía echarlo a perder. Sacudió la cabeza y se obligó a concentrarse, pues durante todo el viaje, desde Busan hasta Seul, no pudo apartar de su mente de la expresión de derrota y tristeza de su amigo.

Kai le había buscado y besado cuando le encontró en el garaje, Taemin había estado guardando su motocicleta cuando su amigo le sorprendió. Se dejó hacer un poco, pero cuando Kai comenzó a colar las manos por debajo de la ropa de Taemin, este se zafó y detuvo cualquier otro intento; probablemente habría permitido que las cosas sucediesen si los sentimientos de Kai no estuvieran involucrados, "echar un polvo" estaría bien, sino fuera a romperle el corazón. Taemin le agradeció al cielo que, horas después, Taesung le encomendara ese viaje hasta territorio de los Choi.

Por eso ahora estaba allí.

Se aclaró la garganta, sacó la mano del auto y tocó el timbre, eran poco menos de cuatrocientos kilómetros y había preferido llevarse la Land Rover.

La estática por el intercomunicador fue breve antes de que la voz amable de un hombre mayor se escuchara; Taemin se identificó y el portón se abrió.

Los Choi ya habían sido notificados de su pronta llegada, pues además de que Taesung hizo un par de llamadas, en la caseta de inspección a la entrada de Seul, Taemin había dado sus datos.

Condujo con lentitud por el camino de gravilla y se estacionó en el lugar que estaba destinado a las visitas, apagó el motor y miró su propio reflejo por el espejo retrovisor, tal vez podría parecer algo vanidoso, pero no quería lucir mal o dar una mala impresión. Se acomodó el cabello castaño rojizo, atándolo de nuevo en esa pequeña coleta, le gustaba viajar con las ventanillas abajo y el viento había hecho un poco de las suyas, luego tomó las llaves y bajó del auto.

Casi inmediatamente el gran portón se abrió de nuevo dejando ingresar un auto deportivo, con gran habilidad y facilidad, el conductor aparcó en un área cercana a la puerta de la construcción, pero bastante lejos de él.

Taemin estuvo seguro de que se trataba de un miembro de la familia o, si no, de alguien muy cercano.

Notó que dos sujetos bajaron del vehículo: el conductor era un hombre de cabello demasiado corto y oscuro, de gesto duro, un beta; y el pasajero era... era un magnífico beta, su cabello oscuro estaba un poco revuelto, las cejas pobladas enmarcaban bien sus redondos ojos, su nariz perfecta daba un toque aristocrático a su rostro, y sus labios... a Taemin se le antojó besarlos, se veían suaves y apetitosos; su piel se crispó cuando sus miradas se encontraron y tuvo que detenerse del guardafango de la Land Rover para no caer cuando sus rodillas fallaron.

Fueron tal vez solo dos segundos, o cinco minutos, no lo supo con exactitud, solo fue consciente de la realidad cuando el conductor del deportivo estuvo a su lado y le habló.

—¿Perteneces a la manada Lee?— preguntó.

Taemin parpadeó para enfocar su mirada y giró un poco para prestarle atención, —así es— respondió, ignorando con mucha determinación la urgencia que sentía por mirar de nuevo al sujeto que permaneció cerca del auto deportivo.

—Mi nombre es Choi Siwon, soy el primer beta— se presentó, extendiendo la mano hacia Taemin.

—Soy Lee Taemin, primer beta y también hermano menor del alfa Taesung— estrechó su diestra con la mayor firmeza que pudo.

Después de soltarle, Siwon le dedicó una mirada seria, de arriba hacia abajo; otro se hubiera sentido ofendido, Taemin no, él habría hecho lo mismo si un extraño, aun siendo anunciado, llegase a la puerta de su casa.

—Eres algo joven para ese cargo— dijo Siwon.

—¿Hay algún inconveniente con eso?— preguntó ocultando su malestar, estaba consciente de su situación, pero le desagradó un poco el pensar que podría ser subestimado o señalado por esa razón.

—No, solo he dicho lo obvio, el hecho no me molesta ni lo admiro, cualquiera de las dos cosas tendría que ser merecida.

Taemin cabeceó en asentimiento, —me parece justo— expresó y aprovechó ese movimiento de cabeza para mirar de soslayo hacia el auto deportivo, el magnífico beta seguí allí de pie, algo lejos, y parecía estarle mirando.

Pero nuevamente Siwon demandó su atención, —sígueme, el alfa Choi seguramente te está esperando— le indicó el camino y Taemin le siguió.

...

En los recientes días, Minho había estado acompañando a Siwon a realizar las tareas de supervisión de las tiendas, los administradores, también cambiaformas, eran personas amables, la realidad era que muy pocos se comportaban como unos verdaderos cretinos, pero Siwon sabía cómo mantenerlos en su lugar.

Esa mañana habían demorado un poco más en la estación de policía, pues se había registrado un caso particular de consumo de estupefacientes: en las últimas semanas los jóvenes aparentemente estaban siendo "envenenados" con una nueva droga en las calles, por fortuna habían sido atendidos oportunamente y hasta el momento no se registraban decesos; en situaciones normales eso no sería problema de la manada, pero la gran mayoría de las víctimas eran jóvenes cambiaforma, por eso debían intervenir de alguna manera.

Minho escuchó atento al jefe de la estación cuando rindió el informe a Siwon, luego ambos debatieron sobre las acciones a tomar camino a casa; pero cuando llegaron, Minho se encontró con algo inesperado, cuando bajó del auto vio un joven beta cerca de la entrada de su casa, su cabello castaño cobrizo brillaba bajo los rayos del sol, su piel clara lucía tersa y los dedos de Minho picaron por la necesidad de tocarle y comprobar su suavidad. Su respiración se atoró en su pecho cuando sus miradas se cruzaron, pudo notar el leve sonrojo del muchacho y cómo se apoyó en la camioneta cercana.

Siwon dijo algo a lo que Minho no prestó atención, solo fue consciente de a donde había ido el mayor cuando este ya se encontraba estrechando la mano del "muchacho bonito".

Suprimió un gruñido cuando deseó ser él quien le tocase, les vio intercambiar palabras y luego el "muchacho bonito" hizo una leve inclinación con la cabeza, después de ello siguió a Siwon al interior de la casa.

Minho permaneció allí por unos instantes más, preguntándose quién era y por qué su corazón estaba latiendo tan rápido. Sonrió cuando las cosas cobraron sentido: ese muchacho bonito era especial, ese muchacho bonito era su pareja. No había otra explicación para ello, porque nunca, jamás se había sentido así; con, ni por nadie.

Caminó con algo de rapidez al interior de la casa, dispuesto a averiguar un poco más sobre él.

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ESPACIO PARA CHARLAR: Nos leemos el próximo miércoles en el libro de SMG. Les recuerdo que los "adelantos" y comentarios están en "El baúl del tesoro". Se supone que el link / liga / url está en mi perfil de esta cuenta, pero parece que algunos de ustedes no lo pueden ver, así que pueden encontrarlo en FB como "Indigo: El baúl del tesoro.", o como "IndigoER.TheReal". No hay pierde, estoy usando los mismos avatares (la cola de sirena color aguamarina). [Índigo] 

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